“Llega un momento en la vida en el que el dinero te aburre, y tampoco las mujeres te sacian ya. En ese momento descubres una droga que se convierte en todo para ti. Esa droga se llama riesgo”, Alfonso De Portago. Un piloto español que acabó los últimos metros del Gran Premio de Inglaterra de 1956 empujando a pie su D50 y siendo vitoreado por toda la grada.

El romanticismo más puro del motor es sinónimo de Alfonso De Portago. Antes de que Fernando Alonso nos hiciera levantarnos a las dos de la mañana para verle en su Renault, antes de que Schumacher surcara en su avión rojo siete títulos mundiales, y mucho antes de que Prost y Senna se pegaran dentro y fuera de lo negro, estaba él.

Desaliñado, fumador y lo más similar a un cosmopolita del siglo XXI en medio de los años 50. Natural de Londres, conservo la nacionalidad española.

Era marqués, conde y grande de España, y no por sus proezas, si no por sus títulos nobles. El nombre se lo hemos acortado para ahorrar saliva, el artículo continua tras sus apellidos: Alfonso Antonio Vicente Eduardo Ángel Blas Francisco de Borja Cabeza de Vaca y Leighton.

Como ya habrán podido presuponer, el marqués al que hoy hacemos repaso no necesitaba trabajar. Es más, probablemente la Formula 1 como hobby era para él una forma de ahuyentar el aburrimiento... a toda velocidad claro.

Compitió con el equipo Ferrari hasta en cinco carreras, y en Cuba conseguiría su único podio. Tras tener un problema técnico, perdió la victoria frente al mítico Juan Manuel Fangio (tetracampeón del mundo de F1 hasta esa carrera). Al "conde" no se le ocurrió otra cosa que decirle a Fangio en el podio: "Aquí está el verdadero ganador", refiriéndose a él mismo.

En las Mil Millas de Italia en 1957, una piedra se cruzo en su camino. Ésta reventó un neumático, el coche comenzó a dar vueltas de campana a más de 200 kilómetros por hora, y terminó cayendo encima del público. Murieron 10 espectadores, el copiloto, y Alfonso.
La vida se le acabó a los 29 años, tan rápida como la había vivido, y de forma tan impactante como era el propio De Portago.

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Esta semana se ha conocido que el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes de 2014 le será otorgado al maratón de Nueva York. Esta dura prueba del atletismo es uno de los seis maratones más importantes del mundo, junto a los de Chicago, Boston, Londres, Berlín y Tokio integrado en el World Marathon Majors. Lleva celebrándose cada primer domingo de noviembre desde 1970 de forma regular (tan solo dejó de organizarse en 2012 por culpa del huracán Sandy). El trazado toca los cinco distritos de Nueva York: transcurre desde Staten Islandhasta Central Parkpasando por Brooklyn, Queensy muy brevemente por Bronx. Un total de 42,195 kilómetros. No es el más antiguo del mundo (le supera ampliamente el de Boston, que se celebra desde 1897), ni es tampoco el que mejores marcas registra, pero sí tiene el honor de ser la carrera popular que alberga mayor número de participantes del planeta (unos 50 mil en el pasado 2013).

Es por este dato que se ha decidido premiar a esta competición con el Príncipe de Asturias de los Deportes de este año. Según el jurado, la prueba constituye “la máxima expresión del deporte, colaboración ciudadana y espíritu solidario”. El maratón de Nueva York se ha impuesto en la votación final a la selección española femenina de waterpolo, a la nadadora catalana Mireia Belmonte y a la selección (también española) masculina de hockey sobre patines. En esta última me quiero centrar.

Quizás se sepa dentro de nuestras fronteras, pero nadie en el mundo es mejor que España en hockey sobre patines, ¡absolutamente nadie! Dieciséis veces campeona del mundo y otras tantas de Europa, se han conquistado de forma consecutiva los últimos cinco Mundiales y los últimos siete Europeos, es por supuesto la selección deportiva española más laureada y en su especialidad ocupa el primer puesto del ranking de mejores selecciones del planeta con una diferencia abrumadora. Resulta increíble que con semejante palmarés todavía no se haya premiado al hockey español con un galardón tan prestigioso como el Príncipe de Asturias, que aumentaría el valor de este deporte y daría a conocer las proezas de los nuestros a la hora de calzarse patines y manejar el stick.

Del mismo modo podríamos hablar de Mireia Belmonte, que a sus 23 años ya es la mejor nadadora española de todos los tiempos, o de las chicas del waterpolo, vigentes campeonas del mundo. Pero el caso del hockey sobre patines es absolutamente inaudito, sobre todo si tenemos en cuenta que tras ganar España el Mundial de fútbol en Sudáfrica hace cuatro años, nadie parecía tener dudas sobre quien debía ser condecorado con el Príncipe de Asturias de los Deportes. El tiempo dio la razón a quien pensaba de esta forma.

Creo que debería decirse bien alto. Hay una selección en España mucho más laureada y con mayores logros que cualquier otra, que ha puesto y sigue poniendo a nuestro deporte en lo más alto y que todavía no ha sido reconocida por casi nadie. A lo mejor un Príncipe de Asturias sería un buen modo de homenajear a los miembros del equipo nacional de hockey. Tampoco será este año, habrá que esperar...

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Remar como un autentico equipo como casi nunca, para morir en la orilla, rozando la gloria y alcanzando éxito como casi siempre. Sólo un esfuerzo más, sólo dos partidos de 40 minutos a tope, le hubieran bastado al Real Madrid de Baloncesto para coronarse y convertirse en uno de los mejores equipos de la historia.

Nadie hacía presagiar en Europa que el equipo capitaneado por Pablo Laso acabaría la temporada de esta forma. Perdiendo la final de la Euroliga ante un Maccabi muy inferior en jugadores pero muy superior en mentalidad, fe y concentración. El palo fue muy duro y más aún después de pegar una soberbia "paliza” al Barcelona en la semifinal, la cual pudo ser el desencadenante del calvario madridista, al pensar que la final sería un juego de niños ante los chicos de David Blatt.

A raíz de esta derrota se bajaron los brazos y la cabeza dejó de funcionar de forma correcta pero sólo se les pedía un último esfuerzo para ser campeón de liga y maquillar la temporada. Pero no ha sido así. La falta de concentración, de actitud, las pocas ganas de defender y el no coger ni un solo rebote, ha desencadenado la victoria del Barcelona, un equipo que al igual que en el fútbol estaba pasando por una mal año, con sus fichajes sin funcionar, pero que se ha encontrado a poco que han hecho Navarro y Marcelinho, con una liga que les sabe a mucho.

Es tiempo de reflexionar. De ver si lo que hace falta es tirar de talonario o por el contrario saber dosificar el esfuerzo de la temporada regular, dar más minutos a los menos habituales en ese tipo de partidos y tener doce jugadores aptos para competir al máximo nivel. Felipe Reyes no es eterno. No se puede depender siempre del “Chacho” y de Llull. Carroll y Rudy tienen derecho a fallar. Mirotic está claro que su cabeza está en la NBA desde hace tiempo. Mejri debe jugar más y el resto no han aportado lo que se esperaba de ellos, salvo fogonazos estelares. El equipo sigue sin tener un pivot de altura que amedrente e intimide al personal. En ocasiones se añora a Tomic, pero resulta que no estaba preparado para triunfar en Madrid.

La conclusión es que no sirve de nada ganar casi todos los partidos de liga y Euroliga y  sacar 50 puntos a los equipos más humildes si luego llega un Maccabi o un Barça de transición y te gana fácilmente. El Baloncesto cada vez gusta más. El mundial de España lo va a ensalzar. Es tiempo de que Florentino reflexione y vea si quiere tener contenta a la parroquia madridista. La decima en fútbol ya se ha conseguido y la afición quiere más alegrías. Todos tienen que remar pero quizá sea del presidente, de quien dependa si se muere o no en la orilla.

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En medio de todo el revuelo deportivo que está levantando el Mundial, así como lo que acontece en él, como los mordiscos de Suárez, el adiós de España, Portugal, Inglaterra e Italia o la sorpresa de Costa Rica, hicieron, en cierto modo, que el partido que sería decisivo para la ACB, entre Real Madrid y Barcelona, en la tarde del pasado jueves, estuviese en el olvido.

Pero más allá de los que estuvieran o no pendientes de uno de los partidos de baloncesto más bonitos de ver, hay que hablar de lo que de verdad importa, del partido en sí.

El Madrid llegaba al Palau con la misión de forzar el quinto partido para que la serie retornase a la capital y contar, de esta manera, con el factor cancha en el momento culminante de la temporada.

Ninguno de los jugadores se esperaba lo que estaba a punto de pasar. Se viviría un partido emocionante hasta el último segundo, un partido igualado donde los haya, un encuentro que hizo que el Barcelona se hiciese con el título de Liga, habiendo dominado la serie por tres a uno y desarmando a un Real Madrid que venía asustando durante toda la temporada.

El resultado del partido se fue al 83-81, una diferencia de dos que terminó por ahogar la moral de todos los madridistas.

No obstante, el resultado estuvo igualado gracias a la reacción que tuvo un enrabietado Real Madrid que llegó a perder incluso de doce puntos. Los jugadores blancos lucharon cada balón como si fuera el último y consiguieron llegar igualados a 76 puntos al tramo final.

Pero el Barça decidió, esta vez, no fallar a los suyos, quien sabe si con el recuerdo de Milán en la cabeza, y estuvo sereno y tranquilo en la recta final, dando pocas opciones a un Real Madrid de Pablo Laso que no supo cómo solventar la papeleta.

Un Pablo Laso fuera que estuvo fuera de sí, siendo descalificado en una acción en la que se pitaron dos técnicas, con Papanikolaou encendiendo aún más, si cabe, a una enfervorecida grada del Palau que, además, estuvo de diez.

Esta vez David venció a Goliat, y ya van dos palos muy duros de superar para los blancos, primero en la final de la Euroliga frente al Maccabi, y ahora adiós amargo a la ACB frente al máximo rival.

La temporada del Real Madrid ha sido bestial, pero quizá es momento de pararse a pensar y sacar conclusiones de porqué se ha hecho todo perfecto, excepto lo que realmente tenía que hacerse perfecto. Pablo Laso tiene tiempo de meditarlo y jugadores para remediarlo.

¡Enhorabuena al Barça, a los campeones!

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La actuación de España en la Copa de Europa de selecciones de atletismo que se celebró este fin de semana en Braunschweig, Alemania, no ha sido tal y como se esperaba. Consiguieron la permanencia en la élite del atletismo, pero a duras penas. Sufriendo y con la calculadora en la mano, la selección española de atletismo se angustió el último día de competición cuando se veía muy próxima a los puestos de descenso. 

La competición empezó bien para los nuestros: grandes veteranos como Jesús España en los 5.000 metros y Nuria Fernández en los 3000 consiguieron muchos puntos para el equipo con un segundo y un tercer puesto respectivamente. Otra gran actuación fue la de Eusebio Cáceres en salto de longitud, que se saldó también con una tercera plaza. Cabe señalar, además, los cuartos puestos de Borja Vives en lanzamiento de peso y de Diana Martín en los 3000 obstáculos. 

Al final del primer día de competición, España se situaba en un octavo puesto con bastantes puntos de ventaja sobre Suecia, que se encontraba en la novena posición. En la parte alta, sin sorpresas, con Rusia, cuatro veces campeona, liderando seguido de cerca por Alemania, la anfitriona. 

El segundo día de competición comenzó con la capitana Ruth Beitia tirando del carro español y consiguiendo un tercer puesto en su prueba, el salto de altura. Sin embargo, la renta de 12 puntos que tenía España sobre Suecia se redujo tras cuatro pruebas y la selección se encontró novena a solo seis puntos del descenso. 

Comenzó entonces una lucha encarnizada por recuperar puntos y alejarse de la zona de peligro. Tras varios resultados no muy buenos, España se encontraba inmersa en una batalla a tres con Suecia y la República Checa por la permanencia. 

Un oasis en esta dura travesía por el desierto fue la carrera de 3000 en categoría masculina, en la que Toni Abadía conseguía un gran tercer puesto que daba un poco de oxígeno a la lucha de España antes de las dos últimas pruebas: los relevos largos. 

Todo parecía ir bien: en el relevo 4x400 femenino, Suecia no salió en la primera serie, en la que debería haber corrido, lo que proporcionaba un alivio para nuestra selección. Sin embargo, unos minutos después todo cambió: Suecia salió en la segunda serie y España era descalificada por entregar mal el testigo. Momento peligroso en el que España estaba a solo siete puntos del descenso, que lo marcaba, en ese momento, la República Checa. 

Por suerte, el cuarteto español masculino del 4x400 realizó un buen trabajo, finalizando novenos pero por delante del equipo checo, que finalmente fue descalificado. España estaba salvada, mientras que la República Checa, Holanda y Turquía descendían. La victoria fue, por supuesto, para el anfitrión, Alemania, que con las cuatro victorias del último día consiguió superar la ventaja de Rusia.

Este torneo es la antesala del Campeonato de Europa que se celebra en agosto en Suiza y donde podremos comprobar de nuevo el estado de forma de los atletas españoles. De todas formas, seguiremos pendientes de las actuaciones del atletismo español en todas las competiciones en preparación para los Juegos Olímpicos de Río 2016.

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El 6 de mayo de 2007, en San Mamés y ante 25.000 aficionadas y aficionados. Esta es la fecha, el escenario y el ambiente del último título del Athletic Club Femenino. Si, aunque los leones masculinos lleven desde los 80 sin levantar una copa, las chicas conseguían su cuarta liga. A las ordenes de Iñigo Juarist, las rojiblancas consiguieron llevarse el triunfo pese a perder en la penúltima jornada con el Rayo, y seguidamente empatar con el Torrejón.

Desde entonces, nada. Siete años de sequía que han tenido su remate este fin de semana. El verdugo, uno de los peores de la historia Athletic: el FC Barcelona. Y en los penaltis, una de las formas más dolorosas.

Cuatro terceros puestos y tres segundos puestos en Liga, cinco cuartos de final de la Copa de la Reina, y dos subcampeonatos. Lejos de parecer derrotas, son grandes logros dignos de admirar en un equipo tan joven, apenas una docena de años desde que se fundó.

Cuando Irene Paredes no conseguía anotar la segunda pena máxima en la tanda de penaltis, todo volvía a repetirse. Después de un magnifico año en la Superliga las vascas se quedaron a escasos once metros de volver a sentir la gloria.

La suerte siempre es caprichosa y a la vez impredecible. La diferencia tan minúscula que hay entre ganar y perder es algo inherente en el deporte, y sin embargo la forma en la que lo miramos siempre es abismal. Derrota y caos, victoria y eternidad. Si al siguiente año o partido no se consigue triunfar, todo son tinieblas. Y si al contrario se vuelve a ganar, no faltan los aplausos. Las cosas no son blanco o negro, hay matices. Los ordenadores funcionan con ceros y unos, pero para simplificar el arcoíris de colores que podemos ver en la realidad. No todo es malo, no todo es bueno.

En la derrota es normal estar triste, al igual que en el éxito alegre, pero hay que ir más allá y reflexionar sobre el camino recorrido y todo lo que ha sucedido hasta llegar al final.

Cada una de estas chicas es una demostración de valores, deportividad, respeto y esfuerzo que no pueden ser olvidados. Los titulares de crueldad y maldita fortuna empañan lo que son estás leonas, autenticas campeonas.

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Fin de semana de Fórmula1 en Austria, la casa de Red Bull. Todo parecía apuntar a que en este circuito iban a hacer todo lo posible para evitar que los Mercedes acabaran otra vez en lo más alto. Aunque no siempre lo que quieres es lo que sucede. En los entrenamientos libres los Mercedes se imponían dejando claro al resto de escuderías que la pole iba a ser suya y nadie se la iba a quitar.

Pero claro, como ya sabemos no siempre lo que quieres es lo que sucede. El sábado, en la Clasificación todo apuntaba a que la lucha por la primera plaza de la parrilla de salida iba a ser entre Hamilton y Rosberg. Los compañeros de equipo pisarían el acelerador al máximo para conseguir el ansiado primer puesto. Pero quizás esa seguridad que te da el haber conseguido la primera línea en todos los circuitos hasta ahora hizo que no tuvieran su mejor actuación. Hamilton cometía un error y caía hasta la novena plaza. Y Rosberg, al no tener la presión de su compañero, no estuvo fino y quedó tercero.

La primera línea en Austria era de los Williams. Massa, que desde 2008 no era poleman, seguido de su compañero Bottas daban la sorpresa en el Red Bull Ring. Pero no todo acaba como empieza. Una pésima estrategia de Williams evitó la victoria de Massa que terminó cuarto, justo detrás de Bottas. Williams podría haber conseguido un doblete y acabar con la hegemonía de Mercedes en lugar de ver a uno de sus pilotos al lado del doblete de la escudería inglesa.

La salida de Hamilton fue espectacular. De la novena a la cuarta posición en un par de curvas. Quería ganar. Tenía que hacerlo para recortarle puntos al líder del mundial que encima es su compañero de equipo. Rivalidad máxima entre los dos. Tantas ganas y entusiasmo le puso a la carrera que sus frenos estuvieron a punto de desfallecer, de dejarle tirado.

En Ferrari se ha visto un ligero cambio, a mejor, y Fernando consiguió la mejor posición de salida de la temporada. Según el asturiano esta ha sido "la mejor carrera del año para mí". Las piezas que han llegado desde Maranello han funcionado y parece que los cambios en la escudería italiana no han hecho nada más que empezar. Según cuenta la prensa italiana el nuevo jefe, Mattiacci ha tenido una fuerte discusión con Pat Fry, responsable de chasis. Al parecer el jefe del equipo quiere cambios, mejoras, y para eso necesita que todos se impliquen en conseguir llevar a Ferrari a lo más alto de donde no debería haber bajado nunca.

Mattiacci lleva unas semanas en su nuevo cargo en las que ha aprovechado para ver lo que hace falta y tomar decisiones. Parece que no le va a temblar la mano para destituir a quien haga falta. No le importa tener que empezar de cero. La idea es renovar o morir, construir un nuevo Ferrari competitivo y exitoso. La parte positiva que tiene Marco, y que es una de las razones por la que Montezemolo le eligió, es que no tiene amistad ni le debe nada a nadie dentro de la escudería. Lo único negativo con lo que se puede encontrar Mattiacci es el tiempo. Para conseguir esa renovación ansiada se necesitan meses o incluso años. Y puede que Alonso no esté dispuesto a esperar para ver al nuevo Ferrari.

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Estamos en el inicio del verano, es época de Mundial, y ahí es donde están centradas todas las miradas, y más aún después de nuestra reciente y temprana eliminación, de la eliminación de otras grandes o de las ‘cenicientas’ de los grupos convertidas en sorpresa. Brasil es el centro del Universo desde hace algo más de una semana, y aún le quedan muchos días por serlo.

No obstante, no sólo se vive de fútbol y, a pesar de que nuestra repentina vuelta a casa ha levantado murmullos y críticas por todos los rincones del país, también ha dejado espacio para que se vuelva la mirada hacia el resto de deportes.

En Fórmula Uno, Red Bull vuelve a acercarse y, aunque Mercedes siga arriba, no puede confiarse. En motociclismo, Marc Márquez sigue imparable, y tiene pinta de que seguirá siéndolo mucho tiempo, mientras que Jorge Lorenzo sorprendió a todos con un “La Roja tiene más posibilidades de ganar que yo”… Pues Jorge, que comience el siguiente Mundial entonces, igual que para La Roja.

En la final de la ACB, Barça y Madrid están dando espectáculo a raudales, dos de los mejores equipos del continente frente a frente en una lucha sin cuartel con un único objetivo: La Liga.

Y la NBA, una vez finalizada, dominada por unos excelsos Spurs, que acabaron con los Chicago Bulls de Jordan de esta época (los Heat de LeBron), borrándolos del mapa con cierta facilidad, comienza a dar paso al mercado de traspasos.

Los rumores y conjeturas son tantísimos que hasta podríamos ver a LeBron James vestido de oro y púrpura en Los Ángeles de la mano de Carmelo Anthony, lo que sería una revolución a gran escala por parte de Lakers, que es justo lo que necesita tras dos años a la deriva.

El ‘Big Three’ de Miami tiene toda la pinta de que dejará de serlo. Perder la final ante San Antonio, y de esa manera, ha desencadenado un cataclismo que puede desembocar en el repetido en todos los deportes ‘fin de ciclo’. Interesante cuando menos.

Kevin Love se ha convertido en una golosina para todos los equipos. Boston Celtics, Golden State y Denver Nuggets pujan por él antes de la llegada del Draft en apenas una semana. Quieren al Ala-Pívot intercambiando jugadores y regalando rondas de la elección del Draft. Será una negociación dura.

Y el último rumor, que puede acabar en un nuevo ‘Big Three’, pero esta vez no en Miami, está en Houston. Los Rockets quieren juntar a sus dos estrellas, Harden y Howard, y a ‘King’ James, para poder optar al anillo el año que viene con más fuerza que nunca. Y dos balas en la recámara: Chris Bosh y Carmelo Anthony.

Parece que tendremos un verano movidito, con un gran movimiento de estrellas y muchas sorpresas. La primera llega en forma de bomba en el Draft. Joel Embiid, posible número 1 de este año, estará lesionado en el momento de la elección. Y claro, aquí surge la duda: ¿Le elijo y meto la pata o meto la pata al elegirle? Parece que habrá más de un quebradero de cabeza este verano y no precisamente por el adiós de ‘La Roja’.

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Hace muy poco tiempo, tuve la oportunidad de asistir en directo al Gran Premio de España de Fórmula 1. En Montmeló podía contemplarse que Ferrari sigue siendo, con una amplia diferencia, el equipo más querido y con mayor número de seguidores de toda la parrilla. El color rojo es el dominante en casi todos los lugares en los que se celebra una carrera de Fórmula 1. Visto esto, podía comprobarse también la tremenda impotencia y tristeza que en estos momentos hay en el entorno de la escudería italiana. La impotencia que siente un grande del deporte (porque Ferrari es uno de los equipos con más peso de todo el mundo, y no solo en el automovilismo) al verse constantemente superado y sin encontrar soluciones a sus numerosos problemas.

La fiel imagen de esta impotencia es Fernando Alonso. El piloto asturiano lleva años detrás de su tercer título de campeón del mundo. Tras su bicampeonato con Renault, siempre ha habido alguien o algo que se ha interpuesto en el camino del ovetense. En McLaren fue una inesperada guerra civil con Hamilton que acabó con Raikkonen siendo campeón, el último piloto que ha logrado subirse a lo más alto con el mono rojo. Otra vez al amparo de Renault, no logró ni siquiera optar al pódium: un coche muy poco competitivo impedía ver a Alonso entre los primeros. En su llegada al gigante Ferrari todo era optimismo e ilusión. El equipo que había visto correr a leyendas como Niki Lauda o Michael Schumacher acogía a Alonso con los brazos abiertos.

Esto sucedió en 2010. Han pasado cuatro años y todavía seguimos esperando el idilio entre Ferrari y Alonso. Todas las temporadas han aparecido problemas, sean del tipo que sean, y las caras largas son siempre habituales en el box de los italianos. Red Bull les superó ampliamente en los tres primeros años de Alonso vestido de rojo. Y en la vigente temporada, cada día parece más claro que Mercedes no tiene rival. Otro año más sin nada que llevarse a la boca ni para Alonso ni para Ferrari; otra campaña de análisis, de eterna búsqueda de soluciones y de resignación en cada carrera.

Fernando Alonso es un gran piloto, incluso se podría decir que el mejor actualmente, y así pasará a la historia de la Fórmula 1. Sin embargo, a este paso será más recordado por las múltiples desgracias que han ocurrido a su alrededor, las cuales han evitado que un corredor con una gran preparación, talento y capacidad haya salido campeón más de dos veces.

Solo el tiempo puede corroborar este hecho. Mientras tanto, la temporada sigue sin atisbos de mejora en Ferrari. Da lo mismo, porque España seguirá apoyando al asturiano hasta que se retire. Y es que la Fórmula 1 en este país sigue siendo, en un porcentaje altísimo, Fernando Alonso.

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Coincidiendo con la llegada del verano, muchos están pensando ya en unas merecidas vacaciones. Otros, sin embargo pueden cogerse unos meses de relax casi obligados porque hagan lo que hagan no va a servir para rendir más en su trabajo. Es el caso de Fernando Alonso. Da igual lo que trabaje todo el año o durante los meses estivales porque de él no depende que el caracol rampante corra más y gane alguna carrera.

Son ya varios años los que pretemporada tras pretemporada nos emocionamos e imaginamos un año prospero de éxitos del asturiano y de la fábrica italiana. Sin embargo tras siete grandes premios disputados es hora de tomarse unas vacaciones y pensar en el próximo mundial y en si “Magic” debe continuar con los italianos o necesita un cambio de aires.

El Gran Premio de Austria da inicio a la gira europea con un circuito nada favorable para Ferrari. Es la casa de Red Bull y tras diez años sin correr ahí desean más que nunca conseguir la victoria. Lo que sucede es que Mercedes, gran dominadora del campeonato, aprovechará para sacar el máximo partido a su velocidad punta para no dar opciones a Vettel y Ricciardo.

El problema de Fernando es que al llegar cada carrera, los jueves y viernes nos ilusiona con su gran trabajo al volante de su monoplaza pero cuando llega la clasificación de los sábados la realidad se apodera de la parrilla de salida. El problema no es que Alonso consiga la quinta plaza, algo razonable por la superioridad de las otras dos escuderías ya nombradas, si no que siempre se cuelan otros coches a priori muy inferiores. Cuando no es un Sauber, es un Force India y si no un Renault o un Toro Rosso. Esto implica que vaya detrás de estos coches gran parte de la carrera, no teniendo opción a alcanzar a los favoritos.

Otro año de calvario para Fernando y otro año de penitencia para Ferrari. ¿Será el último juntos? De momento sólo nos queda esperar, disfrutar de las carreras sin ningún español en los primeros puestos y desear que cambien ciertas normas que han convertido este deporte en algo aburrido, sin adelantamientos y sin espectáculo. Pedir desde aquí que den más importancia al piloto, a su potencial y a sus habilidades y no a las marcas, patrocinadores y empresas, porque esto hace que cualquiera que tenga mucho dinero se siente al volante de un Formula 1 y pilotos como Fernando lleven la tortuga a cuestas todo el año.

Al menos este verano podremos disfrutar más de la playa, la piscina y los chiringuitos y no tendremos que dejar todo corriendo para ver las salidas o las carreras completas ya que no podemos esperar más milagros del asturiano. No con este coche. No con esta escudería.

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En octubre de 2002, Martina Hingis, decidía retirarse con tan solo 22 años de edad y habiendo ganado todo cuanto un tenista podría desear. Cuatro ciudades: Australia, Paris, Londres y Melbourne habían sido testigos de la actuación de una de las mejores tenistas de la historia de este deporte y desde su primera retirada de las pistas, aún lloran el adiós de la helvética.

Pudiendo haber sido más grande, las lesiones y un positivo por cocaína en un control antidopaje, terminaron por dejarla en el más absoluto olvido y es que por más que lo intentara en su vuelta al circuito en 2006, su nombre ya no iba a ocupar el puesto más alto del ranking mundial de jugadoras. Tras su prematuro éxito, Martina ya no volvería a ser la misma.

Hingis posee dos records inigualables en el mundo del tenis. El primero es haber ganado Wimbledon con tan solo 15 años de edad en la categoría de dobles, acompañada de la mítica Helena Sukova y el segundo, es ser la tenista más joven en ser la número del mundo a la edad de 17 años. Pero hay un record que pudo haberla coronado como la mejor de las mejores y todavía sin tener la mayoría de edad.

Martina en 1997 llegaba a las cuatro finales de los cuatro grandes consiguiendo la victoria en Wimbledon, US Open y Australian Open. En París la suiza tendrá siempre guardado un amargo recuerdo. Frente a la croata Iva Majoli perdía la final y más tarde sabría que si hubiera ganado ese Grand Slams hubiera pasado a la historia por haber conseguido los cuatro grandes en tan solo un año y siendo una niña de 17 años, algo que solo Steffi Graf puede presumir de ello pero en este caso con tan solo 19 años.

Martina Hingis regresó al circuito en 2013 pero esta vez en la categoría de dobles en la que tantos éxitos obtuvo en el pasado. Ahora disfruta de su deporte preferido a sus 33 años de edad sin presión alguna. A pesar de la mala fortuna que tuvo con las lesiones y por circunstancias personales de la vida, todo lo que logró será reconocido y a buen seguro, siempre tendrá un sitio guardado en el libro de historia de este deporte. Lo que consiguió la suiza siendo una niña, hasta ahora, no lo ha logrado nadie y su casi proeza, no tachará el éxito que obtuvo.

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Este año se disputa el mundial de baloncesto en nuestro país y España quiere alzarse con el título. Para ello ha realizado una gran labor en la organización de una gran gira en la que jugará en todas las ciudades que sean sede en este campeonato. Esta Ruta Ñ, tiene el objetivo de preparan la Copa del Mundo de España 2014. Comenzará el 6 de agosto en A Coruña y terminará en Madrid tras pasar por Sevilla, Granada, Gran Canaria y Badalona.

A Coruña, Sevilla, Granada, Gran Canaria, Badalona (con dos partidos) y Madrid serán las ciudades españolas que recorrerá el equipo que dará a conocer el seleccionador, Juan Orenga, el próximo 1 de julio. Una concentración que vivirá su primera fase en Madrid, a partir del 23 de julio, y que tendrá su primer desplazamiento a tierras gallegas.

En A Coruña, España debutará contra Canadá el miércoles 6 de agosto. Los dos siguientes partidos de preparación serán en Andalucía. El primero el domingo 10 de agosto en Sevilla ante Angola y después en Granada, sede inicial de España en la Copa del Mundo, ante Turquía el 12 de agosto. Dos días después, los de Orenga viajarán a Estambul para ‘completar’ el partido de ida y vuelta ante los turcos.

Senegal será el siguiente rival de España. Ambos equipos jugarán en el nuevo Gran Canaria Arena el domingo 17 de agosto.
Ya en la recta final de la preparación, la Selección regresará a la península para disputar el I Torneo Ciutat de Badalona en el que jugará dos partidos; primero ante Croacia el 20 de agosto y después ante México o Ucrania el día 21, dependiendo de los resultados de la primera jornada. Por último, como también es habitual, España cerrará la RutaÑ2014 en Madrid ante Argentina el 25 de agosto.

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Deporte y mujer son palabras que, hasta hace poco, no estaban relacionadas. La lucha de la mujer por tener un reconocimiento en el mundo del deporte ha sido larga, complicada y llena de problemas. Solo hay que observar su evolución a lo largo de los Juegos Olímpicos para comprobarlo. 

En el año 1896, cuando en Atenas se celebraron los primeros Juegos Olímpicos modernos, Pierre de Coubertin, el propulsor de los mismos, estaba totalmente en contra de la inclusión de la mujer en las competiciones deportivas. Según él, las mujeres solo debían coronar a los vencedores. No obstante, y a pesar de la oposición de Coubertin, cuatro años después, en París 1900, 11 mujeres participaron en los Juegos aunque solo en tres categorías: tenis, críquet y golf. Ese año, la británica Charlotte Cooper se convirtió en la primera mujer en ganar una medalla de oro en tenis.

Con el paso del tiempo, las mujeres fueron participando más en los Juegos y en la gran mayoría de las disciplinas. También se creó en Atlanta 1996 el Comité Atlanta, cuyo objetivo era la lucha contra la discriminación de las mujeres en el deporte. Actualmente, este comité, ya evolucionado, pide que se haga lo mismo que se hizo con Sudáfrica en la época del apartheid: que se les prohíba participar a los países que no envíen a mujeres a los Juegos.

La lucha de este comité ha ayudado en gran medida al aumento de presencia femenina en los Juegos. En Atlanta, cuando se creó el comité, aún había 26 países que no llevaban a ninguna mujer. Cuatro años después, en Sidney, solamente 9 países no tenían presencia femenina. Esta cifra siguió disminuyendo hasta llegar a Londres 2012, donde todos los países tenían al menos una mujer entre sus deportistas y donde además se introdujo el boxeo en categoría femenina, lo que desembocó en la presencia de mujeres en todas las disciplinas olímpicas.

El número de mujeres en el año 2012 ascendía a 4 850, el 46% del total de deportistas, un número que se espera que crezca en Río 2016. Además, en la delegación estadounidense había más mujeres que hombres, otro gran resultado por parte de las mujeres.

Los últimos países en introducir mujeres en la delegación olímpica fueron tres países musulmanes: Arabia Saudí, Catar y Brunei. Cabe señalar que la mayoría de estas atletas árabes acuden como wild card, es decir, con invitación y no tras pasar por las duras clasificaciones. Por supuesto, sus marcas no son lo suficientemente buenas como para conseguir algún logro importante, pero para ellas, lo más importante es estar allí, en un lugar en el que hasta hace poco les era prohibido.

Cada una de las mujeres que participaron en los Juegos tiene su propia historia, una historia de miedo, de discriminación, de lucha, de sacrificio, de superación. Lorna Johnstone, que con 69 años se convirtió en la deportista con más edad en participar en los Juegos; Nawai El Montawakel, la primera mujer africana y musulmana en la competición olímpica; Joan Benoit, primera ganadora de un maratón; Nadia Comaneci, que con solo 14 años consiguió el primer diez de la historia en gimnasia… No todas triunfaron, no todas son conocidas y recordadas, pero todas han aportado mucho en la lucha de la mujeres por ser reconocidas. Es increíble que la presencia de la mujer en los juegos fuera marginal hasta bien entrado el siglo XX y que haya sido necesario esperar hasta 2012 para ver la presencia femenina en todos los países. Es increíble además, que, a pesar de que la Carta Olímpica estipula que “toda forma de discriminación con respecto a un país o una persona, ya sea por razones raciales, religiosas, políticas, sexo u otras es incompatible con la pertenencia al Movimiento Olímpico”, haya sido la amenaza de expulsión formal de los juegos lo que haya determinado el final de la lucha. O el principio de la siguiente, ya que se ha ganado una batalla, pero no la guerra. La guerra ha durado siglos y no terminará hasta que se reconozca la igualdad total entre hombres y mujeres. Depende de todo el mundo solucionar este conflicto y conseguir por fin lo que las mujeres han estado buscando desde el principio. La igualdad en el deporte.

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Así podríamos resumir lo que llevamos de campeonato mundial de Moto GP. El español Marc Márquez con siete carreras ganadas de siete disputadas pone prácticamente el mundial al pie de sus manos a no ser por un grave contratiempo que le impida seguir corriendo o algo parecido. Pero sin preámbulos, el piloto de Honda volvió a ganar y dominar en el Gran Premio de Cataluña dejando a sus rivales cada vez algo más lejos por la lucha por el título mundial.

"Hoy ha sido mucho más difícil que cualquier otra, porque los pilotos de Yamaha han tenido un muy buen ritmo al principio. La verdad es que lo hemos sufrido. Estoy muy cansado. No he parado de empujar durante toda la carrera y cuando lo tenía medio controlado, he cometido un error al final de recta. Allí he decidido adelantar luego cuando he visto a Valentino. He podido seguir su rueda", comentaba el joven piloto a la finalización de la carrera.

En una carrera vibrante como las disputadas a lo largo de este año, el español tuvo la duda de adelantar con bandera amarilla y por ello dejo pasar a sus rivales para posteriormente en las últimas vueltas volverles a pasarles y acabar por delante de ellos apoyado y arropado por una afición que se involucró y unió con su ídolo en la carrera a la perfección.

"Ha sido muy especial competir así en esas últimas vueltas. No sabía si había realizado los adelantamientos con bandera amarilla. Así que les he dejado recuperar posiciones otra vez y luego he apretado de nuevo. Ante la duda, cortamos gas y ya adelantamos de nuevo. Delante de la afición ya era todo o nada. Ya dije que tenía dos comodines y de momento no hemos gastado ninguno", aclaraba el piloto sobre la acción de las últimas vueltas en el GP de Cataluña.

Tras la victoria del domingo 15 de Junio en el GP de Cataluña de Marc Márquez el también piloto español ya ha comentado algo al respecto sobre sus posibilidades de cara a seguir luchando por el mundial de motociclismo y proclamarse campeón de Moto GP. "España tiene más opciones que yo de conseguir el Mundial", comentaba el español Jorge Lorenzo sobre sus opciones en el campeonato mundial.

Con todo esto, vemos una favorable opción muy alta de que Marc Márquez se proclame por segunda vez campeón mundial de Moto GP. Mientras sus grandes perseguidores tanto Rossi como Pedrosa seguirán al pie del cañón del joven piloto español para intentar acercarse en la clasificación mundial. 7 victorias de 7 carreras es un alto porcentaje para sentirse casi campeón del mundo. Pero, sin más, Marc no quiere hablar sobre esta remota posibilidad ya que todavía queda mucho mundial por disputar y para nada todo esta decidido.

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Seis meses ha durado la incertidumbre. Solo dos días antes de acabará el año recibíamos la noticia de que Michael Schumacher se nos iba. Accidente de esquí, un final sin glamur ni focos.

'Schumi' ha salido hace escasas horas del coma que le ha mantenido dormido durante medio 2014. Ha pasado de todo: Se llegó a especular con que había muerto e incluso periodistas disfrazados intentaban colarse en el hospital para hacerle una foto. El cariño e interés de la gente se llegó a tonar en agobio y ansiedad que fueron transmitidos a la familia.

Al tercer día del suceso, se tuvieron que anular los partes médicos ya que no había novedades que contar. Después de las primeras semanas el tema quedo en segundo plano, pero siempre latente y con atención a cualquier noticia nueva.

Una vez cada siete o diez días saltaba un rumor sobre su mejoría o empeoramiento. En los grandes premios los pilotos mandaban ánimos al káiser, y de vez en cuando algún médico sentaba cátedra sobre lo imposible de su recuperación. 

Pues aquí está, ha vuelto. Aun no sabemos mucho más que su salida del coma, pero es el primer paso. Ya responde a estímulos, aunque no se sabe si todo volverá a ser igual que antes.

Ha cambiado el hospital de Grenoble por una clínica privada y desde ya comienza su rehabilitación. Todo el mundo del deporte, y en especial el de la Formula 1, espera que Michael vuelva por completo. Después de la carrera más larga de su vida, que el alemán vuelva a disfrutar, y nosotros con él.

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La novena corona ya está en Alcalá de Henares. Después de unos cuantos años sin poder alzarse con el título de Liga, el Inter ha vuelto a alzarse con el trofeo. El noveno que colocan en sus vitrinas. Los de Jesús Velasco han hecho una temporada perfecta, no se les puede poner ninguna pega. Primero consiguieron la Copa de España y tras una temporada muy regular han conseguido el título de Liga.

Nadie ha dicho que haya sido fácil. Se disputaban el título con El Murcia, en la final a cinco partidos. El que consigue más victorias gana. Los dos primeros se disputaron en tierras alcalaínas con victorias para los locales. A los murcianos se les ponía difícil la victoria pero les quedaban todavía opciones. Los dos siguientes partidos los jugarían en casa y allí suelen ser muy duros.

Llegó el tercer partido. Podía ser el definitivo para el Inter o la primera victoria para los murcianos. El club por excelencia en Alcalá de Henares hizo todo lo posible para sentirse arropado en un territorio que sabían que iba a ser hostil. Para ello pusieron autobuses gratuitos para todos aquellos que quisieran vivir estar final con su equipo.

El Murcia quería ganar este partido para seguir vivo y para quitarse esa espinita que tenían clavada. Si perdían no sería la primera final que no ganaban y eso no se lo merecían sus aficionados, por eso iban a hacer lo imposible por ganar este partido y el siguiente para obligar a jugar el quinto y definitivo.

Y con esas ganas de victoria de ambos equipo comenzó el partido. El Murcia se adelantó en el marcado a escasos 5 minutos del inicio del partido. El gol de Kike les dio ánimo que veían con cierto miedo la gran intensidad con la que estaba jugando el Inter. La cosa estaba muy igualada pero la reacción interista no tardó en llegar y empataba el partido 10 minutos después. Llegó el descanso y quedaban otros 20 minutos en los que todo podía pasar.

Al principio de la segunda parte los murcianos se ponían por delante gracias a un gol en propia puerta del Inter. Los interistas no se vinieron abajo y buscaban el gol de manera incesante. Y así llegó el empate, con ocasiones de uno y otro equipo. Después las faltas acumuladas le dieron al Inter un doble penalti que no desaprovecharon y minutos después otro gol de Órtiz sentenciaba el partido.

El Murcia lo intentó pero ante este Inter es imposible. Los interistas demostraron su garra y no dieron respiro a su rival. Querían la Liga que llevaban sin ganar desde la temporada 2007-2008. Se ha hecho rogar, ha costado sudor y lágrimas pero la novena ya está en Alcalá de Henares. ¡Enhorabuena campeones!

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El Inter llega al tercer partido de la final ante el Murcia con un cómodo marcador de 2-0. Ganó el primer choque tras un duelo de infarto, en el que hubo absolutamente de todo, y se llevó el segundo con holgura y superioridad. Lo habitual en una eliminatoria al mejor de cinco encuentros es pensar que la balanza está muy desequilibrada a favor de los de Alcalá de Henares, pero la locura de un deporte como el fútbol sala ayuda a creer que la remontada murciana todavía es posible.

Este sábado a las 13:00 comenzará el partido que puede decidir dos cosas: el título de Liga para los verdes o el primer triunfo de la serie para los rojos. Lo que está claro es que el Palacio de los Deportes de Murcia es un escenario especial en el que todos los resultados son posibles, a veces los grandes tópicos deportivos son ciertos. El Inter se hizo fuerte en su casa, hizo valer el factor cancha para situarse con un marcador muy favorable. El 2-0 parece muy difícil de remontar para los de Duda, que tienen la posibilidad de jugar dos partidos como locales con un margen de error mínimo, si pierden el primero no habrá más oportunidades y los madrileños serán campeones. Personalmente, creo que el Inter es favorito por lo que ha demostrado a lo largo de toda la competición (no sólo durante el play off, que también). Jugadores como Batería (del que el año que viene disfrutará el Barcelona), Ricardinho, Rafael o Jesús Herrero están a un nivel altísimo y no quieren tener que volver a jugar en el Caja Madrid esta campaña, lo cual sucedería si los de Jesús Velasco perdiesen los dos partidos en el Palacio de los Deportes.

Aunque favorito, el Inter no tendrá en frente a una comparsa. El Murcia ya sabe lo que es remontar una eliminatoria en esta fase por el título, precisamente lo hizo ganando dos partidos como local ante el Barça. No es pista fácil el Palacio, que quiere ver retirarse al gran Kike Boned levantando su último título como jugador. Difícil papeleta también para los Miguelín, Raúl Campos (uno de los pocos que rindió a su nivel en el segundo partido de Alcalá), Rafa o Álex. Delante estará el que ha sido sin duda el mejor equipo de la vigente temporada.

Los milagros en el deporte son posibles, y a eso se aferra el Murcia, que ahora ejerce de anfitrión. Primer match ball (término del tenis, ya que otra vez ha vuelto a ser protagonista gracias a Nadal) para el Inter, que no quiere dar pie a la remontada murciana. Sería una sorpresa que el Murcia no ganara al menos un partido de los cinco posibles, aunque también parece muy improbable que el título no se vaya a las vitrinas del Inter. Pero ya se sabe que en el mundo del fútbol sala, lo más inverosímil a veces se convierte en realidad.

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Tras ganar la final de Roland Garros por novena vez, quinta consecutiva, Rafa Nadal quiere seguir aumentando su palmarés, esta vez en la superficie menos adecuada para el y conseguir por tercera vez el torneo de Wimbledon.

Este Grand Slam esta considerado como el más importante por todos los aficionados al tenis y ganarlo siempre es algo especial. Por el clima, por la superficie, por los espectadores, por las costumbres, por su historia e incluso por el uniforme blanco de todo el que quiere levantar el trofeo final.

Nadal ha conseguido ganarlo dos veces. La primera de ellas en el que puede que sea el mejor partido de la historia, en una épica final ante el maestro de maestros en Wimbledon, Roger Federer. Rafa viene crecido tras conseguir ganar en Paris a su máximo rival, Novak Djokovic, pero hay que reconocer que el tenista español  lo va a tener muy complicado al disputarse los partidos sobre hierba. Por eso ahora vienen una serie de torneos que servirán para ver si el de Manacor llega en buen momento a la competición. En el primero de ellos las cosas no han ido bien. Un desconocido, Justin Brown, le ha vencido en dos sets en apenas 59 minutos. Pensaremos que esta de resaca aún tras Roland Garros.

Roger Federer, Pete Sampras y William Renshaw tienen el record de títulos en el torneo con siete ediciones ganadas. Rafa aspira a su tercer entorchado. Ni las lesiones, ni los problemas personales ni el gran momento de forma de sus rivales parecen ser u obstáculo para el tenista español. Ha superado mil barreras y para él no hay anda imposible. Puede que estemos ante el mejor deportista español de todos los tiempos y ha conseguido todo en el tenis salvo el torneo de maestros, su próximo objetivo.

El exigente público del All England club sabe apreciar a los grandes y Rafa es uno de ellos, puede que cuando se retire sea el más grande, pero ahora lo que toca es ganar Wimbledon y demostrar que Rafa está de vuelta y esta vez para quedarse.

Preparen su televisor para disfrutar del mejor tenis que puede haber. El día 23 empezaremos a disfrutar del tenis en toda su esencia y cómo no, de Rafael Nadal, que dará todo en cuanto salte a la pista. Vuelve a Wimbledon el cortador de césped.

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Fiji ha hecho que los aficionados al surf se vuelvan a sorprender. Este 2014 está siendo el año de las nuevas caras y sobretodo de las grandes sorpresas. Como principales protagonistas los más veteranos han perdido influencia y ahora todos los ojos están apuntando a los más jóvenes, al futuro de este campeonato del mundo de la ASP.

Gabriel Medina volvió a ganar en una de las paradas más difíciles del campeonato. El brasileño está absolutamente intratable y ya en el inicio de campeonato dejó muestras de querer ser un referente este año.

En el Fiji Pro comenzó a lo grande dando muestras de querer llevarse el campeonato desde primera ronda ganando cómodamente a Atkinson y Andino. En tercera ronda tuvo serios problemas para deshacerse de Patacchia Junior al que ganó ajustadamente por una diferencia de 0,53. En cuarta se coronó dejando sentado a Parkinson y Florence en la repesca por 4,27, devastador el brasileño.

En cuartos de final y semifinales lo que no sabía es que se iba a encontrar de nuevo con el hawaiano Florence que, ya había ganado a en la repesca anterior y, en semis, a Andino que también había ganado en la primera repesca. La revancha para estos dos no pudo ser y el brasileño Medina se ganó un puesto en la final merecidamente. En ella le esperaba el americano Nat Young con el que tuvo un comienzo regular pero que acabo de forma espectacular ganando por 3,63 puntos. 

La nueva hornada de surfistas está dando mucho que hablar este campeonato 2014 y es que a la vista esta las cinco paradas que llevamos. Medina, Young y Andino tienen menos de 25 años y comienzan a pedir paso entre los veteranos de este deporte.

Salvo Slater, que sin haber ganado ningún campeonato sigue ahí arriba, los demás apenas han tenido notoriedad este año. Ni Joel Parkinson, ni el actual campeón Mick Fanning han aparecido y los jóvenes están aprovechando su oportunidad teniendo enfrente de los grandes mitos del surf.

Medina y Bourez son los que se están repartiendo el pastel en estos cinco campeonatos llevados hasta ahora. Dos victorias para cada uno. Primero y segundo respectivamente y que a buen seguro se jueguen el campeonato a final de temporada. El futuro son ellos, lo están demostrando y poco a poco van ganando terreno a los más veteranos. La nueva generación en el mundo del surf empieza a ser una realidad.

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Nadal arranca su particular temporada de hierba en la que quiere mejorar los resultados de sus últimos años. Una superficie que no se le da realmente bien pero que con gran esfuerzo y preparación ha conseguido ganar el Gran Slam más importante disputado en hierba, Wimbledon.

Pero no arranca muy bien, ya que en el primer torneo disputado sobre esta superficie, Nadal ha caído derrotado en primera ronda. Rafa cayó en su debut sobre el césped de Halle ante Dustin Brown. El reciente campeón de Roland Garros firmó su derrota número 14 en esta superficie y tendrá que esperar a Wimbledon para firmar su victoria número 700 en el circuito.

No habían transcurrido 100 horas desde que Rafa Nadal se emocionara sobre la tierra batida de la Philippe Chatrier donde el pasado domingo conquistó su noveno Roland Garros hasta que debutara por tercera ocasión sobre el césped de Halle. El balear y número uno del mundo no puso superar la transición de la tierra batida al verde al ceder a las primeras de cambio ante el alemán Dustin Brown por un marcador de 6-4 y 6-1 tras 59 minutos.

Rafa no se libró de su tercera derrota consecutiva sobre hierba: Lukas Rosol (Wimbledon 2012),Steve Darcis (Wimbledon 2013) y Dustin Brown (Halle 2014).

Nadal se despide de Halle con una derrota que no le restará moral de cara a Wimbledon, su próximo gran reto, si bien no podrá acumular en pista más que una hora de competición sobre su superficie maldita.

Esta pronta eliminación condiciona mucho las posibilidades de Nadal en Wimbledon, ya que todos sus rivales habrán visto sus fallos y la moral que trae tras no ganar en esta superficie desde hace más de dos años.

Una racha que el español tendrá que cambiar si quiere seguir al frente de la ATP en la carrera de campeones, ya que Djockovic está muy cerca. Ahora Rafa dispondrá de una semana de descanso y preparación para poder afrontar con garantías la siguiente cita, en la cual no puede fallar tan pronto.

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El Gran Premio de Canadá iba a ser el punto de inflexión para Ferrari. Desde Maranello llegaban nuevas piezas que iban a conseguir que los monoplazas rojos fuesen más competitivos y poder luchar así por el subcampeonato de constructores (sí, habéis leído bien, subcampeonato). El fin de semana comenzó bien. En los Libres parecía que Alonso tenía más ritmo que el resto, pero luego llegó la hora de la verdad y llegaron los problemas. Cruzó la meta con el séptimo mejor tiempo y eso que aspiraban a podio.

Cuando salió al "corralito" todos esperaban el mismo discurso de siempre. Escuchar eso de que la carrera es el domingo y que estaba claro que los Mercedes estarían delante. Pero no en lugar de eso Fernando contestó con la verdad. Con eso que lleva viendo y sufriendo un tiempo y que no dice porque no entra dentro del discurso italiano. “Tuve que hacer algunos cambios en el volante en la Q2 y Q3, teníamos que bajar la potencia, pero la verdad es que tampoco demasiado y Kimi no tenía problemas y mira, así que tampoco es excusa. Esto  es lo que hay, intentaremos hacerlo mejor en la carrera y recuperar alguna posición”.

Habló de recuperar alguna posición. Nada de milagros ni posibilidad de ganar carreras. Parece que el ovetense se ha cansado del discurso ferrarista. Ese en el que siempre se prometen cosas que no se cumplen, se habla de mejoras que luego nunca llegan. Ese que siempre dice y asegura que el coche del año próximo va a ser el mejor de la parrilla. Y así llevan más de tres años.

Fernando ha apostado por ser sincero. Puede que sea por frustración o porque realmente está cansado de maquillar los resultados de Ferrari gracias a su potencial individual. Se ha cansado de seguir la corriente y ser partícipe de la mentira que el equipo italiano vende.

Quizás el español creó y confío en ese discurso. Cuando Montezemolo llegó el primer y el segundo año y le dijo eso de "el año que viene te daremos el coche que  te mereces", Fernando le creyó, se tomó en serio su palabra y siguió luchando con todas sus fuerzas para conseguir lo que tanto ansía: un título vestido de rojo.

Pero pasa el tiempo y todo sigue igual. Las promesas se quedan sólo en eso y el entusiasmo y las ganas de ganar comienzan a quedarse a un lado dejando pasar a la decepción. Decepción por sentirse engañado. Y frustrado por engañar a todos los ferraristas.

El español parece que q pesar de los malos resultados va a continuar a Ferrari. Este tema ya no preocupa en el equipo. Lo que si les debería preocupar es saber si continuará la decepción o volverá la competitividad  y las posibilidades a los de Maranello. Como bien dijo Fernando: esto es lo que hay.

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¿Quién nos diría hace bastantes años atrás que un español conquistaría Roland Garros por novena vez? Más de alguno pensaría que estaríamos locos pero el domingo 8 de Junio de 2014 quedará marcado, especialmente para Rafa Nadal, como su novena conquista en tierra parisina ante Novak Djokovic, su gran rival en la actualidad. Pero a pesar de esta gran victoria, el tenista español sufrió mucho durante la gran final que, finalmente, acabo ganando por novena vez.

"Es la final que más he sufrido de todas. Hubo momentos en que me sentía muy vacío. No sé qué hubiera pasado en cinco sets. Estaba realmente muy al límite físicamente. La ilusión, la motivación, las ganas de ganar te mantienen en la pista con la mentalidad de querer hacerlo”, aseguraba el tenista español a la finalización del partido.

Cierto es que este año últimamente el español se está encontrando con más dolores musculares y demás que le merman físicamente para estar al 100% de condición física y mantener un buen ritmo en dichas competiciones. Pero la gran fortaleza del español es la fuerza mental que derrocha en cada partido para debilitar a su rival hasta el máximo y permitirse ganar por novena vez Roland Garros.

"Pase lo que pase el resto del año, yo ya he hecho un gran año. Diez años seguidos ganando un Grand Slam significa que mi carrera a nivel alto ha sido muy larga. Eso da tranquilidad, pasas un verano mejor. Saber que durante muchos años has sabido estar mentalmente al máximo. Había perdido la final del Abierto de Australia, en la que me había preparado mucho y no pude competir. Después tuve un bajón de energía, tenía la ilusión, pero me faltaba la energía. Esta semana creo que la he vuelto a recuperar", comento Rafa Nadal durante la rueda de prensa posterior al encuentro.

El español no solo logró su noveno Roland Garros sino que también vatio a su máximo rival que venía de ganarle en la final del Abierto de Australia y quería resarcirse en su pista favorita logrando un triunfo muy importante para su carrera deportiva. Una vez más, numerosas informaciones salen a lucir después de que Rafa gane de nuevo en Paris sobre la posibilidad de ser nombrado el mejor tenista/deportista de la historia en España. Siempre ha demostrado mucha lucha y entrega en cada partido pero las lesiones le han fastidiado en momentos muy importantes para él.

"Era un momento muy bonito, venía de cuatro derrotas contra él (Djokovic), he logrado romper esa racha en el momento adecuado, jugando bien, escuchaba el himno nacional, el público del lugar más importante de mi carrera,... todo eso hace que te emociones", indicó Rafa Nadal tras la conquista de su noveno Roland Garros en París.

Finalmente, Toni Nadal declaro sobre la posibilidad de haber llegado al quinto set en donde las fuerzas hubieran llegado demasiado justas para poder vencer a Djokovic en esta gran final.
Incluso afirmo haber terminado con calambres y al límite lo que le pudo jugar una mala pasada en ese hipotético quinto y definitivo set del choque. No paso eso y Rafa supo ganar y jugar los últimos juegos del cuarto set dándole la victoria final de su novena conquista en París.

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A veces en la vida solo hace falta una buena sonrisa para hacerte ver las cosas de otra forma. El día puede ir torcido, las cosas pueden no salir como esperas, pero siempre puede cruzarse en tu camino una buena sonrisa que te haga ver las cosas de otra manera.

Eso ha ocurrido este domingo en Canadá. Una gran sonrisa australiana ha iluminado el alma de los aficionados formuleros. No ha sido cualquiera, ha sido la de Daniel Ricciardo. El piloto de Red Bull no tuvo el mejor desembarco en la máxima categoría a los mandos de su monoplaza de bebida energética, pero pese a ello hay una cosa que no le han podido quitar en todo lo que llevamos de temporada, y es precisamente esa sonrisa de la que hablamos.

Con su victoria en el trazado de Montreal, Daniel ha devuelto al gran circo el optimismo. Una temporada gris, por el dominio de Mercedes, y sorda, por el poco sonido de los V6, se olvidó por completo tras un magnífico Gran Premio.

Muchos estarán incluso contentos porque no es ni Hamilton, ni Rosberg, ni Vettel, pero solo hay que estar felices porque la F1 vuelve a sonreír de la mejor forma.

Mark Webber a buen seguro estaría en el sofá de su casa con otra gran sonrisa, pero sin llegar a igualar a la de Ricciardo tras su casco al ver la bandera a cuadros. Qué decir, si Fernando Alonso hubiera fichado por Red Bull en 2008 cómo se rumoreo en lugar de por Renault de nuevo, quizás tendríamos en todos los hogares españoles, y no solo los formuleros, una sonrisa completa.

La Formula más competitiva está de vuelta, y con la mejor salud posible. Solo nos queda rezar para que esa gran sonrisa que preside el paddock hasta la carrera de Austria no se borre nunca jamás, ojala.

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Otro duelo de titanes. Así podríamos calificar la disputa que se vivirá en las carreteras francesas a partir de esta tarde. Chris Froome y Alberto Contador se citan en los Alpes para la disputa del Critérium Dauphiné Libéré. La prestigiosa competición francesa servirá de antesala al Tour de Francia. La última gran prueba calificable para el Uci Pro Tour, junto con el Tour de Helvetie, que también arranca el próximo sábado.

Lyon dará el pistoletazo de salida con una contrarreloj individual de 10,4 kilómetros. Ocho etapas que servirán para medir fuerzas entre los dos principales favoritos al Tour de Francia. Tras confirmarse las bajas de Wiggins por una decisión de equipo y del ganador del Giro de Italia, Nairo Quintana, británico y español serán los principales referentes, con permiso de segundas líneas y de Vicenzo Nibali.

Froome llega a esta cita en grandes condiciones, después de superar los problemas de salud que marcaron su inicio de temporada. El británico lleva sin competir desde principios de mayo, cuando se impuso en la Vuelta a Romandía. El único triunfo que ha cosechado en este 2014 el ciclista de Team Sky. Chris afronta la Dauphiné con aires de reválida. Cabe recordar, que el keniata, con  nacionalidad británica, ya se impuso en esta carrera la pasada campaña y terminó llevándose el Tour.

Contador, por su parte, afronta el Critérium alpino en un gran momento de forma. El de Pinto se ha pasado un mes y medio entrenando muy duro. Sus triunfos en la Tirreno Adriático y en la Vuelta al País Vasco han devuelto la sonrisa al ciclista del Tinkoff Saxo Bank. Alberto afronta la recta final de cara a un Tour de Francia en el que pretende resarcirse y volver a mostrar que es uno de los mejores ciclistas de la historia.

Todo hace esperar que ambos se la jueguen en la séptima etapa. Una subida final a la presa suiza de Emosson, tras un paso por Forclaz. Escenario idóneo para cambios de ritmo, ataques e incluso pájaras. Eso sí, no deben despistarse los cabezas de cartel. Vicenzo Nibali llega también lanzado de cara a la Grande Boucle y no lo pondrá nada fácil. El italiano renunció al Giro, en un último intento por hacer una buena participación en el Tour.

La Dauphiné es montaña pura y dura. Habrá opciones para todos, pero con estos nombres en primera línea, parece complicado que los Hesjedal, Talansky, Van Garderen, Van der Broeck o Kwiatkowski pongan en apuros a los favoritos, aunque ya se sabe que en ciclismo no hay nada escrito. Una carrera llena de opciones para los escaladores y para lanzar el último órdago antes del comienzo de la gran cita del panorama ciclista internacional.

Y es que hacer un buen Critérium implica realizar un buen Tour. Los dos últimos vencedores de esta ronda alpina, terminaron llevándose la ronda gala. Fue el caso de Froome en 2013 y de Wiggins un año antes. Las carreteras ya están preparadas para que los amantes del ciclismo se empapen de espectáculo sobre los pedales. Un duelo entre dos titanes que se tienen muchas ganas y que pretenden seguir haciendo historia.

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A menos de una semana del comienzo del Mundial de fútbol en Brasil parece que hay competiciones míticas, normalmente de portada, que se han esfumado del panorama casi de repente.

Y es que para los amantes del fútbol, y de NINGÚN deporte más en general, cabría informarles de que en unas horas se celebra la final de Roland Garros entre las dos fieras más aguerridas del deporte de la raqueta actualmente, Rafael Nadal y Novak Djokovic.

No solamente es la final de un Grand Slam sino que además será la final número 42 entre ambos, que se dice pronto. Ésta está considerada como una de las grandes rivalidades dentro del tenis a lo largo de toda la historia, y razones de sobra hay para ello.

También será la novena final para el español de Manacor, con lo que, si gana, pondrá su noveno título de Roland Garros junto a los ocho anteriores, ganados en ocho finales en nueve años… Un pleno casi total…

Enfrente estará el balcánico… El tenista que más de quicio ha sacado a Nadal en toda su carrera (con permiso de Roger Federer y de Robin Soderling), el payaso (con tono cariñoso) de las pistas, Novak Djokovic.

Otro virtuoso de este deporte, otro más que nos maravilla cada vez que juega… Su manera de ajustar las bolas a las líneas, tan sutil y perfecta, va de maravilla con el estilo ‘correcaminos’ de Nadal, así que tiene toda la pinta de que la final pasará a la historia, se decante de un lado o del otro.

Nadal viene de perder demasiadas veces con Novak y eso quizá pueda pasar factura a nivel psicológico, aunque hay que recordar la capacidad mental que derrocha Nadal en estos casos.

“Es un oponente increíble, es un grande desafío, las últimas veces me ha ganado pero creo que estoy mejorando día a día. Tendré más opciones que en Roma. Siempre es complicado jugar con Djokovic, es tremendamente competitivo. Será muy difícil de ganar, pero voy a dar lo máximo”.

Palabras de máximo respeto del de Manacor ante su ‘Bestia Negra’. Ambos se reunirán en la ceremonia de trofeos con otra leyenda del tenis, Björn Borg, vencedor seis veces en París, que les entregará a los dos mejores tenistas del momentos sus respectivos premios… ¿Habrá novena o primera? Si le preguntases a cualquiera, te diría si estamos hablando de la pasada final de la Champions (décima o primera), pero no… Esto es tenis.

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Este fin de semana, Alcalá de Henares acoge los dos primeros partidos de la final a cinco de la Liga Nacional de Fútbol Sala. Y a esta ronda decisiva han llegado los dos equipos que más veces se han coronado en la historia de este deporte en España: Inter y Murcia, con ocho y cinco títulos respectivamente. Podría decirse que, tradicionalmente, es la final que más veces han visto los aficionados al fútbol sala desde que se inició la actual competición, allá por principios de los noventa. Sin embargo, la supremacía del Barcelona en los últimos años ha hecho que madrileños y murcianos lleven sin enfrentarse en la fase definitiva por el título desde la temporada 2008/2009 (saliendo victorioso el Murcia).

La vigente irregularidad culé provocará el cambio de rey del fútbol sala español, que este año vivirá en el este de la Comunidad de Madrid o en la Región de Murcia. El Inter busca el noveno, el Murcia el sexto (título de Liga, se sobreentiende). Los más puristas del fútbol sala estarán encantados con la primera final entre verdes y rojos en cinco temporadas, sobre todo luego de tres años en los que la Liga se terminaba siempre tiñendo de azulgrana.

El Inter ha llegado a la final tras lo que hasta ahora ha sido una fantástica campaña. Sólo dos derrotas en la liga regular y una promoción de ascenso que de momento ha sido un auténtico paseo, tras superar holgadamente las eliminatorias ante el Ribera Navarra y el Santa Coloma. Los Batería, Pola, Rivillos o Ricardinho han realizado un gran año y quieren redondearlo con una Liga que el club no conquista desde 2008. Sería el segundo logro para los interistas en la actual temporada, después del título de Copa obtenido, precisamente ante el Murcia, el pasado marzo.

En frente de los alcalaínos, su gran rival: Murcia. El equipo de Duda llega con ganas de revancha después de la dolorosa derrota en la final de Logroño, forjada en el último suspiro del partido. Los murcianos quieren completar una venganza que han comenzado a servirse en la fase regular, cuando en la penúltima jornada endosaron en el Palacio de los Deportes de Murcia un duro correctivo a los de Jesús Velasco (9-3). El Murcia ha perdido, además de la final de Copa de España, la Copa del Rey ante el Barcelona, de modo que la Liga es la gran oportunidad de llevarse un título a la boca en la vigente campaña.

La última vez que el título voló a Alcalá de Henares, fue también la última temporada que la Liga fue conquistada en play off por un equipo que no salió campeón de la fase regular. Desde entonces, el conjunto que ha logrado acabar primero conseguiría coronarse después. Inter y Murcia buscarán en cinco partidos escribir páginas de su historia, luchar contra datos y estadísticas, vengarse de los últimos golpes asestados. Es difícil pronosticar, lo que parece seguro es que, teniendo en cuenta los precedentes, quien vea la final no se aburrirá. ¡Comienza el espectáculo!

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El próximo jueves comienza el mundial de fútbol de Brasil, es decir se paraliza el mundo. Esto significa que antes de apoyar a “La Roja” tendremos un  último fin de semana para disfrutar de otros deportes y otras competiciones donde hay en juego muchas cosas importantes para otros grandes deportistas

El primero de ellos es Roland Garros. Rafa Nadal intentará llegar a la final  para conseguir su noveno título y mantener el número uno mundial ante la presión de su máximo rival, Novak Djokovic.

Fernando Alonso quiere hacerse un hueco entre el dominio absoluto de los Mercedes de Rosberg y Hamilton siempre y cuando su Ferrari y las mejoras que llegan al circuito de Canadá se lo permitan.

En Baloncesto tenemos doble acontecimiento. Por un lado, las semifinales de la Liga ACB. El Real Madrid quiere olvidar la derrota de la Euroliga adjudicándose la máxima competición nacional. Málaga, Barcelona y Valencia tratarán de impedirlo. Por otro lado, comienza la final de la NBA. Miami Heat con Lebron James a la cabeza luchará por ganar su tercer anillo consecutivo ante los “europeizados” San Antonio Spurs.

También arranca la final de la Liga Nacional de Fútbol Sala. Inter y Murcia ofrecerán un gran espectáculo de cara a conseguir el triunfo final.

La Liga Mundial de Voleibol arranca con nuestra selección luchando por hacer un buen papel y optar a importantes cotas. Eslovaquia y China los primeros en cruzarse con los nuestros.

También los fanáticos del Boxeo podrán disfrutar del campeonato del mundo de peso medio que enfrentará al argentino Sergio “Maravilla” Martínez contra el portorriqueño Miguel Cotto en el Madison Square Garden.

Volviendo al deporte rey, la Segunda División se decide con las plazas de liguilla de ascenso y descenso sin resolver aún y numerosos equipos metidos en la pelea por ascender o por salvarse. Un final no apto para cardiacos.

Pero si el mundial ya te tiene totalmente absorbido, este fin de semana también se disputan amistosos la mayoría de las selecciones que participarán en el Mundial, incluida España que jugará ante El Salvador antes de partir rumbo a Brasil.

Antes de que el Tsunami mundialista nos atrape hay que aprovechar para disfrutar de todos estos acontecimientos ya que luego, “La Roja”, Messi, Neymar, Diego Costa y el resto de jugadores entrarán en nuestras casas de forma ininterrumpida y no se irán hasta que dé comienzo otro nuevo campeonato de Liga por lo que a disfrutar del último aperitivo y que comience el espectáculo.

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Una vez se ha conocido la noticia de la abdicación de S.M. Don Juan Carlos I, la gente menos indicada para hacerlo, habla y habla poniendo en duda todos estos años reinados. Pero aquí vamos a daros a conocer al Rey más deportista, el cual ha estado presente en la mejor época, sin duda alguna del deporte español.

Un Rey que siempre ha inculcado a sus hijos el espíritu de competición y deportivo. Felipe de Borbón y Grecia, que reinará tras la abdicación de Juan Carlos I, fue el abanderado de España en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 y su condición de olímpico y amante del deporte le han llevado a estar cerca de los deportistas e implicarse de lleno en la defensa en la candidatura de Madrid 2020. Diploma olímpico por el sexto puesto que ocupó en la clase Soling de vela en los únicos Juegos celebrados hasta ahora en España, Don Felipe ya vivió la experiencia olímpica como espectador en Seúl 1988, donde compitió su hermana Cristina.

Una familia totalmente ligada al deporte. Un rey que ha podido disfrutar en una época dorada del deporte español donde hemos sido campeones de todo y en cualquier modalidad en estos últimos 8 años.

Se destaca el gusto del monarca por las regatas y el esquí. Y también su afición a la caza, aunque a veces tal práctica le conllevó algún percance. Sin duda alguna es una figura imprescindible para entender el deporte español de los últimos 30 años. Pieza fundamental de los JJ.OO. en Barcelona y que siempre ha respondió a las necesidades de los deportistas españoles.

 Tan ligado estaba al mundo del deporte que era habitual verle en entregas de premios y recepciones. Todo el mundo destacaba no sólo su apoyo al deporte español sino lo cercano que era, lo campechano que era con los deportistas. Quizá sea precipitado pero el Rey de la transición, el Rey de la democracia, para algunos pasará a la historia como el Rey deportista.

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Está claro que en la competición de MotoGP hace ya años que las diferencias entre las motos son abismales. Esta situación llegó hasta el punto en el que se creó, en el año 2012, una subcategoría llamada CRT (Claiming Rules Team). Eran motos más económicas, normalmente de equipos privados y que contaban con mucha menos potencia que las motos oficiales o de fábrica. Dos años después, Dorna decidió normalizar la situación un poco más, sustituyendo la categoría CRT por la categoría Open, que cuenta con unas características específicas (mayor depósito, más número de motores por temporada y neumáticos mejores para la jornada de clasificación) que permiten que se aproximen al rendimiento de las motos de fábrica.
 
Es complicado que una moto Open supere a una de fábrica, sobre todo en la carrera, por lo que también se creó otra clasificación en la que solo se encontraban los pilotos que corren con estas motos. Y, claro está, el que terminase primero al final de la temporada, se proclamaría campeón de las CRT/Open.
 
Así sucedió y, el primer piloto en conseguir esta hazaña fue un español, Aleix Espargaró, cuya historia siempre ha estado plagada de complicaciones y lucha. Este catalán de 24 años fue desde un principio una gran promesa del motociclismo español, al convertirse, en el año 2004, en el ganador más joven del Campeonato de España de Velocidad, título que ha conservado hasta hace unos meses. Lógicamente ascendió a la categoría de 125 al año siguiente, consiguiendo muy buenos resultados. Sin embargo, su gran envergadura le suponía un hándicap, así que decidió subir a 250, donde estuvo varios años compitiendo hasta que la mala suerte llegó a su carrera: el equipo en el que corría se disolvió a mitad de temporada y, con 19 años, se quedó sin forma de competir. Fueron momentos duros, pero Aleix no se rindió y consiguió encontrar su propio camino. Mientras ayudaba a desarrollar las Moto 2, que sustituirían al año siguiente a las 250, cosechaba buenos resultados cada vez que reemplazaba a pilotos en cualquiera de las categorías.

Fueron esas grandes carreras en las pocas oportunidades que tuvo las que le consiguieron un puesto en Moto GP para el año 2010. Realizó un buen trabajo en su primer año en la categoría reina, pero a finales del mismo dio un paso atrás al bajar a Moto 2. Y allí volvieron los problemas, de nuevo relacionados con su envergadura no compatible con motos más pequeñas.

El resultado: apostó de nuevo por la categoría máxima, pero bajo el nuevo formato de las CRT. Partía como segundo piloto de su equipo, pero no por mucho tiempo. Su gran rendimiento en carrera, su regularidad (es uno de los pilotos que cuentan en su haber con menos caídas) y su afán de lucha, dieron lugar a que se convirtiera en el primer campeón de CRT de la historia. Repitió la hazaña un año después y ya en ese momento mucha gente se empezó a preguntar: ¿por qué no consigue un contrato con una moto oficial? En esas dos temporadas, estuvo siempre peleando (dentro de las limitaciones propias de su moto) con las máquinas de fábrica e incluso llegó a liderar varias carreras por delante de estas motos oficiales. ¿Cómo sería su pilotaje y sus resultados en igualdad de condiciones?

Este año, con la entrada de la categoría Open que trata de acercar un poco más los dos polos opuestos, Aleix vuelve a ser el mejor en lo suyo. En todas las carreras está luchando con motos muchísimo mejores y, aunque no consigue alcanzar a las más rápidas ni conseguir un pódium, el resultado con la Yamaha Open es mucho mejor de lo esperado. Está en lo alto de su clasificación, es un fijo del parque cerrado al finalizar las carreras y continúa con la racha de buenos resultados a pesar de las limitaciones. Entonces,  ¿no es hora ya de que se le reconozca todo el trabajo realizado y que le den la ocasión de probar su valía? ¿No son suficientes los logros que ha conseguido con una moto infinitamente menos potente? Está claro que se trata de un piloto regular, luchador y que controla muy bien su máquina. Ahora solo falta que le den la oportunidad de demostrar su verdadera valía en una moto con la que pueda sacar todo su potencial: el conocido y el que queda por conocer. Esperemos que los altos cargos de las principales fábricas de motociclismo se den cuenta de esto y, por lo menos, le den una oportunidad. Su historial y su espíritu, sin duda, lo merecen.

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La eterna lastima del deporte español es que si no hay triunfo no hay gloria. Si no hay triunfo no hay interés. El fútbol es un mastodonte todopoderoso que pisa a cualquier otra disciplina porque cada fin de semana hay un ganador y un perdedor. Nadie puede con él. Pero para despejarnos de tanta pelota tenemos más deportes.

Tenemos tenis, juega Nadal, juega Ferrer. Tenemos ciclismo, corre Contador, corre Purito. Y así con otros tantos. El fenómeno de la Formula 1 en concreto en España será digno de estudio en los años venideros. Eran muy pocos los que seguían de cerca las hazañas de Fangio, Lauda, Prost, Senna, Schumacher o Hakkinen. ¿La razón?, puede que sea que cómo pueden comprobar no figuraba ningún español en la lista de ganadores.

Es normal, no criticable, pero una realidad. La Fórmula 1 es Alonso, es la carrera del domingo en la que "Magic" gana o al menos da batalla, y eso que en los últimos años la cosa está muy complicada.

Solo hay que comprobar las audiencias en las pocas carreras en las que Fernando ha abandonado, en el momento en el que el asturiano desaparece de la pista la carrera desaparece en la mayoría de las teles de los espectadores. La audiencia cae si no está Alonso, la F1 muere en nuestro país mediáticamente si no está él.

Algunos románticos incluso bailaran el día que se acabe la "moda Alonso" y el circulo se vuelva a cerrar en torno a los verdaderos apasionados formuleros. Pero para el resto que han comenzado a amar este deporte más tarde por Alonso necesitarán un nuevo héroe sobre el que volcar sus sentimientos cada domingo de Gran Premio.

Ese nuevo héroe tiene un nombre común y un apellido con mucha gasolina: Carlos Sainz Jr. El chaval de Sainz 'Senior' este fin de semana lo ha bordado en Spa (Bélgica) y ha conseguido 2 victorias, 2 poles y 1 vuelta rápida en las dos mangas de las World Series Renault (Formula 3). Si alguien está interesado en que la Formula 1 sobreviva en nuestro país cuando Alonso ya no esté, que apueste por el chico cuanto antes para que recoja el testigo. De no ser así "la máxima categoría del mundo del motor" volverá a su antiguo segundo plano para los españoles. No lo permitan.

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El Real Madrid y el Zaragoza se medían en los cuartos de final de los playoff de la ACB tras el primer partido disputado en territorio merengue que dio ventaja a los jugadores de Pablo Laso en ese primer choque. Esta vez en territorio visitante los blanco se han tenido que esforzar de una manera grandioso para acabar ganando el choque ante el conjunto maño.

“El Zaragoza es un equipo que juega muy bien en ataque. Tiene bien cogidas las situaciones, posiciones y espacios. Eso es mérito de su entrenador. Reitero que no es un equipo cómodo. Estamos hablando del semifinalista de Liga del año pasado, semifinalista de Copa, ha jugado el playoff”, aseguraba el técnico del Real Madrid a la finalización del encuentro.

Un Real Madrid que se ha visto reforzado e este partido gracias a la entrada de Rudy Fernández tras dos semanas fuera. Pero los blancos han sabido llevar su estabilidad que ha predominado durante toda la temporada a los cuartos de final de la liga ACB. Un partido muy intenso, físico y con una alta tasa de acierto por parte de ambos equipos en el cual finalmente los blancos han tenido que superar la barrera de los 100 puntos para seguir avanzando hacia sus aspiraciones ligueras.

“Teníamos previsto que Rudy saliera. Llevaba casi dos semanas fuera siempre valorando el estado físico de todos, ya que llevamos más de 70 partidos. Creo que Carroll ha hecho muy buen partido y la entrada de Dani en el quinteto nos ha dado mucha energía. Creo que hemos llegado lo suficientemente frescos de ideas. Para mí todos son importantes porque los necesito a todos. Felipe ha hecho buen trabajo; Niko ha estado bien ofensivamente. Creo que puedo resaltarlos a todos porque ese es el valor que ha de tener un equipo", comentaba Pablo Laso sobre la participación de sus jugadores a lo largo del encuentro frente al Zaragoza.

Con lucha y firmeza, un año más los blancos buscan revalidar su título de Campeones de Liga. Un año difícil ya que no han podido ganar la tan ansiada Final Four que apunto estuvieron de rozar el cielo de Milán. Sin embargo, el equipo formado por jugadores de gran categoría no se rinde y lucharán cada partido, cada minuto, cada segundo por volverá conquistar la ACB

Los jugadores tienen claro cuales son sus objetivos ahora. Primero les quedará las semifinales y obviamente reponerse físicamente de estos partidos ante Zaragoza que ha demostrado ser un gran equipo complicándole mucho las cosas al actual campeón de la ACB.

Es por ello una razón que Nikola Mirotic dejo las cosas muy claras a la finalización del choque: "El Zaragoza es un rival muy complicado, que nos ha puesto las cosas difíciles. Tienen a jugadores con gran acierto y se ha visto, han metido 95 puntos. Ahora tenemos un par de días en los que podemos pensar ya en la semifinal. Queda lo mejor, que es luchar por la Liga. Estamos con ganas e ilusión".

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Hay deportistas que marcan a una generación de aficionados. Caras y nombres que terminan convirtiéndose en auténticos iconos, gente inolvidable. Esos deportistas que marcan a generaciones también tienen, aunque a veces no lo parezca, fecha de caducidad. Y cuando ésta llega queda un vacío difícil de cubrir.

Eso es lo que va a suceder con Kike Boned. A sus 36 años, el mítico cierre del Murcia ha anunciado hace algunos días su decisión de retirarse del fútbol sala profesional. Un jugador que durante temporadas y temporadas ha protagonizado algunos de los mejores momentos de este deporte a nivel nacional, tanto vistiendo el rojo del club murciano como el de la selección española. Kike se va “agradecido” y sintiéndose “afortunado y privilegiado” por todo lo vivido en la élite, según dijo en su emotiva despedida. Un nombre que los aficionados al fútbol sala en España no olvidarán nunca, y que siempre será relacionado con el deporte del balompié sobre parqué.

Y es que Kike deja el mundo de la élite después de 180 partidos como internacional, jugador que más veces ha vestido la camiseta de España, y tras 13 temporadas con el Murcia, al que llegó en 2001 procedente del Valencia FS. Talavera fue la otra ciudad que le vio jugar.

Su palmarés, tanto internacional como a nivel de clubs, es envidiable. Con el Murcia ha conquistado 4 ligas, 3 Copas de España, 3 Supercopas de España, una Copa Ibérica, una Recopa de Europa y 4 Copas Presidente (título autonómico). Además, puede presumir de haberse coronado en 2 Mundiales (2000 y 2004) y 5 Eurocopas (2001, 2005, 2007, 2010 y 2012) con la selección española, además de haber sido subcampeón del mundo en 2008. Kike todavía puede agrandar su leyenda si consigue que su equipo logre el actual título de liga: el próximo fin de semana comenzará la final de la Liga, con el gran clásico que enfrentará a los murcianos con el Inter.

A nivel individual, Kike guarda el premio al “Mejor Jugador del Mundo” de 2009 y la Medalla de Oro al Mérito Deportivo en 2013. El próximo 9 de junio le será condecorada otra medalla de oro, en este caso la de la Región de Murcia. Ha sido balón de plata de la Copa del Mundo de 2012, tres veces nombrado mejor jugador de la temporada por la Liga Nacional de Fútbol Sala y otras seis el mejor cierre.

Queda claro pues, que el valenciano no es otro jugador más que se retira para dejar paso a los que vienen detrás. Kike es el cierre por antonomasia del fútbol sala español. Un deportista que se ha cansado de ganar títulos, que ha sido un ejemplo a seguir dentro y fuera del campo por su profesionalidad y que ha marcado toda una época. El capitán de uno de los mejores equipos como el Murcia, el español que más veces ha sido internacional, se retira dejando un legado difícil de borrar. Nadie le va a olvidar.

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La competitividad y la intensidad son dos palabras íntimamente ligadas al deporte. Sin ambas, la práctica deportiva profesional no tendría sentido y tampoco se alcanzarían los objetivos fijados.  Intensidad y competitividad que no tiene el Barcelona de balonmano en España. Una temporada redonda a nivel nacional con la conquista de la Liga, Copa del Rey, Supercopa y Copa Asobal, además del Mundial de clubes. Títulos que se han ido devaluando con el paso de los años, ante la falta de rivales que puedan hacer frente a un gigante formado a base de talonario y salarios estratosféricos en los tiempos que corren para este deporte en nuestro país.

Los pupilos de Xavi Pascual han vuelto a demostrar que necesitan competencia a nivel doméstico. En la tarde de ayer, los azulgranas caían ante el Flensburg en las semifinales de la Final Four de balonmano. Un fracaso mayúsculo para un conjunto hecho para alzarse con la Liga de Campeones y que solo podrá luchar por el tercer y cuarto puesto. Un drama en toda regla, que viene a corroborar la falta de intensidad y competitividad de los azulgranas a lo largo del año, salvando por supuesto las excepciones en determinados encuentros.

Un equipo que cuenta en sus filas con jugadores de la talla de Saric, Rutenka, Sterbik, Víctor Tomás, Juanín García, Sorhaindo, Noddesbo, Raúl Entrerríos, Viran Morros o Dani Sarmiento. A ellos se sumaron el cañonero Kiril Lazarov y la estrella mundial Nikola Karabatic. Un equipo con un solo objetivo, alzarse con la Liga de Campeones, pero que un año más vuelve a tropezar con un conjunto alemán. En esta ocasión en una ronda antes, ante un rival más asequible y tras desaprovechar una ventaja de 6 goles.

Un guion macabro para un equipo que ha vuelto a defraudar. Ganar todos los títulos en España no tiene mérito. El panorama del balonmano español es desolador y tras la desaparición de históricos como Portland San Antonio o BM Atlético de Madrid (antes Ciudad Real), los azulgranas son los amos y señores con plantillas que superarían con facilidad a un combinado de los mejores jugadores de Asobal. Solo Naturhouse y Granollers parecen empeñados en intentar hacerles frente, aunque sigan sin acercarse a su sombra.

Si a estos alicientes sumamos la decisión de Xavi Pascual de dar oportunidades a los menos habituales en unas semifinales de Liga de Campeones, el desenlace solo puede ser fatal. Pasqui tentó al destino y este se tornó caprichoso para castigar a los suyos. A veces, es mejor asegurar y dejar los experimentos para los partidos domésticos, en los que un tropiezo es casi imposible y de darse, apenas influiría en el resultado final.

Así es el balonmano, si tu liga no es competitiva, corres el riesgo de naufragar en Europa. El Rhein-Neckar Löwen ya había avisado a los pupilos de Pascual en cuartos de final. Un aviso que sirvió para obrar una remontada espectacular en el Palau, pero que no ha hecho efecto de cara a la Final Four. Como dice el refrán: “cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar”. Ese ha sido el gran error del Barcelona, un exceso de confianza.

Con la Liga de Campeones perdida, los azulgranas tendrán que esperar un año más para conquistar una novena que se sigue atragantando. Y se atraganta por falta de partidos competitivos, en una Liga Asobal defenestrada  por los propios azulgranas y equipos ya desaparecidos, que con sueldos astronómicos y fichajes de perlas de otros equipos, destruyeron una competición que siempre generaba espectáculo por ver quien se llevaba el gato al agua. Parece difícil que se revierta la situación, pero seguro que en el Palau Blaugrana, ya han tomado buena nota de una nueva debacle histórica.

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Impotencia, rabia, decepción son algunos de las palabras que se han utilizado en las últimas semanas para hablar del estado de ánimo de Fernando Alonso. Dicen que está desganado, que ya ni tiene las mismas ganas de luchar. Aunque se dice también que desde Ferrari le han dado un toque para que no muestre ese derrotismo a la escudería italiana no les gusta que su piloto acepte ante los medios la superioridad de Mercedes y afirmar que El bólido rojo no va a poder alcanzarles nunca.

Pero claro mirando los datos se pueden entender los dos puntos de vista. Por un lado, mirando la clasificación, y viendo que Fernando Alonso es tercero en el Mundial de pilotos, no se puede aceptar el derrotismo. El asturiano está ahí, sólo por detrás de los Mercedes, ha puntuado en todas las carreras y eso que el Ferrari no es el segundo mejor coche de la parrilla. Además de cara a los siguientes grandes premios llegarán mejoras porque se está trabajando duro desde el simulador y desde la fabrica para que Fernando Alonso y Kimi Raikonen tengan un coche con el que poder competir por subir a lo más alto del podio.

Por otro lado está la teoría de Fernando y de los 'alonsistas'. Bajo su punto de vista Alonso es tercero,  sí, eso se ve al mirar la tabla de clasificación, ¿pero qué diferencia de puntos tiene Fernando con el primero? El doble. Rosberg tiene justo el doble de puntos que el asturiano. 61 puntos del español frente a 122 del alemán. Este dato deja clara la diferencia clara existente entre los Mercedes y el resto de la parrilla.

Desde Ferrari le dicen a Fernando lo que bien dice nuestro refranero:"mal de muchos consuelo de tontos". Pero claro Montezemolo no se da cuenta de que Fernando puede ser muchas cosas pero no es tonto. Por eso quizás este barajando la idea de cambiar de equipo la temporada que viene o puede que sólo haya sido una táctica para ver si desde Maranello reaccionan y le dan lo que tanto ansía: su tricampeonato vestido de rojo.

Se ha hablado mucho sobre supuestas conversaciones del piloto número 14 con Mercedes, Red Bull e incluso McLaren. Se da por hecho que se irá de Ferrari si este año es otro año en blanco. Aunque realmente para saber eso no haría falta esperar hasta final de la temporada porque hoy por hoy se sabe que Mercedes ganará el Mundial, ya sea con Rosberg o con Hamilton. La posibilidad de que  Alonso llegue a Abu Dhabi con opciones es tan improbable como que los jóvenes encuentren trabajo en España.

Realmente la posición de Fernando es muy complicada. Aunque yo si fuese él se lo que haría. Esta temporada seguiría luchando al máximo como hasta ahora, que está claro que es lo que va a hacer porque es un luchador nato. Luego hablaría seriamente con Montezemolo, le haría partícipe de mi malestar y de la posibilidad de abandonar la escudería si no se consigue un coche competitivo y ganador. Y miraría las opciones que tengo pero siempre y cuando no se repitan los errores del pasado, porque con tropezar una vez con la piedra basta .

Y tendría clara una cosa, si ninguna de las propuestas me aseguran nada, si no lo veo claro,  me quedo en Ferrari. Porque una cosa está clara es más fácil que te recuerden por haber sido piloto de la Scuderia que por haber ganado dos Campeonatos con Renault. Esto lo sabe bien Fernando, que más vale Ferrari conocido que lo bueno por conocer.

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Qué suerte estamos teniendo de poder disfrutar de esta época del deporte, repleta de profesionales que están sembrando sus semillas para convertirse en leyendas, si es que ya no lo son.

En fútbol, el duelo ‘Messi-Cristiano’ quedará marcado para siempre como una de las rivalidades que ha generado una competitividad espectacular. También los éxitos de la Selección Española de fútbol quedarán grabados en la retina no solamente de todos los españoles, sino también del resto de aficionados por la manera en la que consiguieron sus triunfos.

En tenis, Federer, Nadal, Djokovic… Todos ellos son ya leyendas de este deporte. El primero de ellos siendo el mejor de la historia, el segundo siendo el que lo destronó (¡y de qué manera!) sumando récords impensables y convirtiéndose en el mejor jugador de tenis español de todos los tiempos. Y qué decir de Nole, que él solito consiguió comerse a ambos mostrando un tenis imparable, al alcance de muy pocos.

En automovilismo podríamos nombrar a una cantidad muy grande de deportistas, tanto por lo que han significado para este deporte en sí como por cómo repercutieron en el mismo para su país. Fernando Alonso, Sebastian Vettel, Lewis Hamilton, Marc Márquez, Jorge Lorenzo… Todos ellos envueltos en un aura de triunfo absoluto.

En baloncesto es mucho más fácil encontrar a grandes estrellas, por lo general la mayoría de equipos disfruta de una, e incluso dos. Es más sencillo que un jugador destaque y, por ello, es más difícil vislumbrar a los que se convertirán en auténticas leyendas.

Ahora mismo estamos disfrutando del heredero directo del jugador de más grande de todos los tiempos, Michael Jordan. Primero fue Kobe, que fue (y aún es) una copia perfecta de MJ, y ahora es LeBron James. Una auténtica fuerza de la naturaleza, un jugador que, para mí, ya es leyenda, y eso que aún le quedan muchos años de carrera por delante.

Su irrupción en la NBA como número uno del Draft de 2003 por los Cleveland Cavaliers fue sólo el principio de una carrera que está siendo (y promete seguir siendo) meteórica.

Las condiciones de ‘King James’, apodado así desde sus inicios, son tan buenas que podría jugar en cualquiera de las cinco posiciones, aunque su posición natural es la de alero. Año tras año sigue demostrando que lo tiene absolutamente todo para entrar en el ‘Basketball Hall of Fame’, acumula innumerables registros tanto de anotación como de títulos y reconocimientos, y, junto a los Heat, forma un tándem tan letal como el que formaron ‘Air Jordan’ y los Bulls en su momento.

Y por detrás viene otro que también está llamado a estar entre los más grandes, Kevin Durant… Lo que nos espera, amigos, lo que nos espera…

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