No sé si somos conscientes de que no es fácil y sí muy complicado vivir lo que hemos vivido estos días con la consecución de la Copa del Mundo. Es muy fácil ahora subirse al carro cuando se consigue semejante título, es más, gente que odia el fútbol vibró con la final ante Holanda, ¡qué cosas!
El 11 de julio del 2010 será uno de esos días difíciles de olvidar porque siempre recordaremos dónde estábamos y con quién en el momento en que Casillas levantaba el “Trofeo de Oro”, por lo menos a mí no se me olvidará, os lo aseguro.
Para valorar más si cabe lo logrado no deberíamos quedarnos sólo con este mundial, ya que pienso que la base del mismo han sido los palos que hemos recibido en ediciones anteriores. Empezaré con el primer mundial que recuerdo, el de México´86, con el penalty de Eloy ante Bélgica, el codazo de Tassotti a Luis Enrique contra Italia en EEUU´94, la cantada de Zubizarreta ante Nigeria en Francia´98, Al-Ghandour ante Corea y el penalty de Joaquín en Corea y Japón 2002 y como no, me acordaré de Francia en Alemania en 2006.
Por todo esto, tendré presente toda mi vida dónde viví la primera final del mundial de España y con quién, y evidentemente me acordaré de con quién sufrí las decepciones en otros mundiales y que ya no están con nosotros para vivirlo, o de quién pudo estar y por alguna razón no estuvo. Es lo que tiene experimentar estos momentos así. Disfrutemos hoy de lo conseguido, ya que seguramente nunca más volvamos a repetir otro momento igual y mañana ya veremos cómo salimos de la crisis.
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