Miriam Zamora: ‘Cada día que salía del fisio me sentía motivada porque notaba mejoras constantes

Fede Scalvini / 30-04-2025

 
 

Desde que era pequeña, Miriam Zamora, jugadora de fútbol sala de La Boca Te Lía Futsal, siempre ha llevado un balón pegado al pie. Aunque comenzó jugando en el equipo de su colegio, ya que este deporte captó su atención desde muy joven, su andadura más profesional comenzó en el club en el que milita actualmente, al que llegó con apenas trece o catorce años. A día de hoy, espera que siga siendo su casa durante muchos años más.

La elección del fútbol sala no fue fruto de una decisión racional, sino el resultado de una pasión que lleva dentro desde niña. No obstante, cuando Miriam estaba en la escuela, le resultaba difícil encontrar referentes femeninos en el deporte debido a la escasa visibilidad que tenían en aquel entonces. Afortunadamente, eso está cambiando cada vez más.

Pese a no ser futbolista, uno de sus ídolos de juventud fue Rafa Nadal, a quien admiraba por los valores que proyectaba. En cuanto al fútbol, Miriam siempre ha sido seguidora del Real Madrid, y una figura que marcó su infancia fue Cristiano Ronaldo, a quien considera un jugador que definió una era.

Su mayor logro deportivo hasta la fecha ha sido el ascenso a Primera División con el club de su vida. Un hito que les costó años conseguir y que, para ella, supuso un sueño hecho realidad. Esta hazaña la impulsó a seguir marcándose nuevos objetivos. Actualmente, su meta es continuar disfrutando del fútbol sala y, en lo posible, seguir sumando logros a nivel estadístico.

Entre los recuerdos más especiales de su trayectoria, Miriam destaca la semifinal de la Copa de la Reina. A pesar de la derrota, recuerda aquel encuentro como un partido muy bonito y un auténtico espectáculo para el fútbol sala. Más allá de la competición, lo que más valora de este deporte son los valores que le transmite y, sobre todo, las personas que ha conocido a lo largo del camino.

Sin embargo, no todo ha sido fácil. En 2021 sufrió una rotura del ligamento cruzado anterior, una dura lesión que la mantuvo alejada de las pistas durante un año. A pesar de ello, nunca se rindió. El objetivo de volver a jugar y disfrutar fue su motor durante los momentos más difíciles. “Cada día que salía del fisio me sentía motivada porque notaba mejoras constantes en mi recuperación”, recuerda.

Miriam observa con optimismo el crecimiento del fútbol sala, un deporte que en los últimos años ha ganado visibilidad y que podría convertirse no solo en una pasión, sino también en la profesión de muchas personas. Aun así, desea que con el tiempo se sigan mejorando las condiciones para acercarse, poco a poco, al mundo del fútbol, del que aún lo separa una notable distancia.

Por último, Miriam confiesa a HA10 que uno de sus proyectos de futuro es convertirse en árbitra, una función que ya desempeña desde hace varios años. Aunque también le apasiona la formación y educación de niñas, siente que su futuro está más vinculado al arbitraje. “Algo que siempre digo a todas las niñas que están comenzando en el fútbol sala es que se olviden de los comentarios negativos de la gente y jueguen felices, con compromiso e ilusión”.

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Dani Macià, del éxito en el karting al compromiso con las nuevas generaciones del motor

Fede Scalvini / 30-04-2025

 
 

Tras cosechar numerosos títulos en una dilatada y exitosa trayectoria en el karting —incluyendo cinco subcampeonatos de España— y destacar en diversas disciplinas del automovilismo, Dani Macià ha dado el paso de formar a jóvenes talentos del motor. En una entrevista exclusiva con HA10, Macià repasa su carrera, su vocación como formador y las dificultades actuales para llegar a lo más alto en el automovilismo.

Natural de Santa Pola (Alicante), Dani no procede de una familia vinculada al motor, algo poco habitual en este mundo. Todo comenzó tras una experiencia con un kart de alquiler, cuando varias personas del entorno del karting advirtieron su talento. Fue entonces cuando sus padres decidieron dar el primer paso. “Para mi cuarto cumpleaños, mis padres me compraron un kart, y a partir de ahí empecé dando vueltas en el campo de mis abuelos y el resto es historia, ya que hasta hoy en día sigo sin bajarme del coche”, cuenta Dani con una sonrisa que refleja la pasión intacta por el automovilismo.

A lo largo de los años, su estilo de conducción ha ido evolucionando. Macià se considera un piloto tranquilo y constante, de esos que destacan por la suavidad al volante y el control. Sin embargo, reconoce que no siempre fue así. “Antes sí que era un poco más explosivo, conducía con los sentimientos y lo hacía sin pensar en la consecuencia, pero ahora sí me considero un piloto más conservador, más tranquilo. También el año pasado que corrí en LMP y me ayudó bastante a eso, a saber conservar, a esperar el momento adecuado aunque me considero también un piloto agresivo cuando hay que serlo”, reflexiona, mostrando la madurez adquirida con la experiencia.

Pese a su exitoso paso por el karting, uno de sus recuerdos más especiales llegó al debutar en la Fórmula 4, concretamente en el Campeonato de España de 2021. El paso a los monoplazas supuso para él un sueño hecho realidad. “El año que debuté en F4 realmente fue un año increíble. Cuando estás en karting nunca te imaginas correr en monoplazas, hasta que el Centro Especializado de Tecnificación Deportiva del Motor me otorgó una beca durante dos años. Me daban la oportunidad de correr en circuitos míticos como SPA o Portimao. El sentimiento de simplemente estar allí rodando era insuperable”, recuerda emocionado.

En la temporada 2024, Macià tomó la decisión de compaginar su actividad en prototipos LMP con el coaching a jóvenes pilotos. Fue una transición natural, fruto de las circunstancias y del deseo de compartir lo aprendido. “Lo del coaching se me ocurrió el año pasado, porque al final yo dejé de correr en karting en el 2024 y me dediqué solamente a correr en prototipos. Entonces tenía tiempo libre para dedicarme un poco al coaching más profesionalmente en el campeonato de España de karting, y así surgió, como una oportunidad de compartir mi experiencia y explotarlo”, explica.

Además de su labor con pilotos en España, Dani también colabora como coach en el prestigioso equipo AKM, fundado por la familia del actual piloto de Fórmula 1, Kimi Antonelli. Esta oportunidad surgió gracias a una antigua relación profesional. “Carlos, el jefe de equipo de mis últimos años de karting ahora colabora con ellos y me llamó para ver si podía hacer de telemetrista y de coach de los pilotos. Cuando me llamó de momento no tenía asiento ni programa deportivo para este año así que dije, bueno pues voy e intento echar una mano. De momento bien, me está gustando. Poco a poco vienen más pilotos y los resultados poquito a poquito van llegando”, comenta con entusiasmo.

Respecto a la situación actual del automovilismo en España, Macià se muestra crítico, especialmente con el papel determinante que juega el dinero en la progresión de los pilotos. “Ya que es una situación que me afecta a mí personalmente, cada año lucho por conseguir un asiento. Simplemente porque tengas talento no es suficiente, porque a lo mejor hay otro piloto que tiene talento y tiene más dinero que tú, así que un equipo siempre irá a por ese, porque, al fin y al cabo, los equipos son empresas”, lamenta con resignación.

Finalmente, reconoce que el automovilismo no goza de la visibilidad que merece en España, donde históricamente el motociclismo ha acaparado la atención. Por ello, defiende la necesidad de dar mayor proyección a este deporte para que las empresas puedan fijarse en los pilotos con más talento y ofrecerles las oportunidades que se merecen.

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Alicia Perroni, del desconocimiento de la esgrima a la representación de la Selección Argentina sable en mano

Nerea Martínez  / 29-04-2025

 
 

Alicia Perroni nos ha compartido, en una entrevista para HA10, el sacrificio, esfuerzo e inversión que supone practicar un deporte como la esgrima durante dieciocho años, primero en Argentina y ahora en España, donde continúa representando con orgullo a su país natal.

Descubrió esta disciplina gracias a la serie El Zorro, protagonizada por Guy Williams, y quedó fascinada por los movimientos, las posturas y el sonido de las hojas de los sables. Aunque comenzó practicando florete, apenas dos meses después, tras participar como voluntaria en una competición de sable, comprendió que esa era su verdadera disciplina.

Sin referentes y en un entorno donde la esgrima era completamente desconocida, nada la detuvo. Comenzó a entrenar en su ciudad natal y, cuando llegó el momento de competir, tuvo que hacerlo con el material prestado por sus compañeros. En Argentina —nos explica— la cuota del club era asequible, pero el equipamiento resultaba muy costoso. Para su primer torneo viajó dieciséis horas en autobús hacia el este del país y, cuando ya estaba lista para regresar, recibió una llamada inesperada en la que le comunicaban que iba a recibir la medalla de bronce: “Yo no entendía bien qué estaba pasando. Era mi primer torneo y ya había ganado algo. Fue un momento que me marcó mucho en mi vida”.

Meses más tarde participó en su primer torneo internacional —también con medalla— y, con el tiempo, recibió la llamada para entrenar con la selección argentina, a la que sigue perteneciendo y representando a día de hoy.

Actualmente entrena en España, en el Club de Esgrima de Madrid, donde se prepara diariamente tanto a nivel físico como mental. Subraya cómo el sable ha evolucionado hacia una modalidad cada vez más rápida, que exige una gran velocidad de reacción y concentración para minimizar errores: “Muchas veces los combates se definen por esos detalles”, afirma.

Al hablar de las diferencias entre España y Argentina, destaca el impacto que le causó al principio la cantidad de clubes y la amplia participación que hay en este país: “Está más profesionalizado y visibilizado. Hay más cantidad de torneos y eso hace que la motivación no disminuya nunca”.

Uno de los momentos más duros de su carrera ocurrió en un Panamericano en Costa Rica, donde sufrió un esguince de segundo grado durante los entrenamientos. Pese a las indicaciones médicas de no competir, decidió hacerlo, y logró la primera medalla panamericana por equipos para el sable femenino de Argentina. Narra con emoción cómo escuchar el himno desde el podio es una experiencia incomparable, y cómo cada medalla encierra una historia de sacrificio físico, lesiones, presión y autoexigencia. Según sus palabras, “las medallas traen detrás un historial de sacrificio físico, lesiones, presión, autoexigencia y mil dificultades más que hacen que la victoria aporte una sensación increíble de alivio”.

También abordamos las dificultades que ha enfrentado por ser mujer en un deporte históricamente masculino. Aunque su familia nunca le prohibió practicarlo, al principio hubo algunas diferencias debido a la preocupación por la posible “masculinización” de su cuerpo. Además, en sus inicios, tuvo que competir en varias ocasiones contra hombres por la falta de mujeres, lo que le generaba cierta desventaja: “Sí que al principio tuvimos diferencias por la posibilidad de que el deporte masculinase mi cuerpo”, recuerda. “Al inicio, algunas competiciones se tenían que hacer también contra hombres debido a la falta de mujeres, lo que llegó a hacerme sentir en condiciones desfavorables”.

Pese a todo, lanza un mensaje claro a las chicas que estén considerando iniciarse: que lo hagan sin dudar. “Hacer esgrima no es un deporte más. Yo lo tomo como un estilo de vida”, asegura. Agradece especialmente a todas las personas que ha conocido y los lugares que ha podido visitar gracias a la esgrima. “Cuando tengo un buen día, entrenar me lo mejora; cuando tengo un mal día, hacer esgrima me cambia el humor”, confiesa.

Concluye reconociendo que aún le queda un gran reto pendiente: conseguir una medalla panamericana individual. Y añade, sin perder la ilusión, que su mayor sueño es lograr una clasificación olímpica: “Es el objetivo más alto que puede tener cualquier deportista”.

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Mariangel Vivas: “Representar a Venezuela es lo más lindo que me ha pasado”

Daniella Sarango / 29-04-2025

 
 

Mariangel Victoria Vivas compartió su inspiradora historia en una entrevista exclusiva para HA10, recordando cómo su carrera en el voleibol empezó casi por casualidad. Todo comenzó en 2015, cuando ingresó en un colegio deportivo en Venezuela. Tal como relata, “me inscribieron en un colegio de deporte y había que elegir una disciplina. Elegí voleibol porque mi hermana mayor ya estaba ahí, y quería estar con ella”. En aquel momento, su interés era mínimo: “ni siquiera me gustaba aún, lo hacía porque era obligatorio”.

Con el paso del tiempo, lo que inició como una obligación escolar se transformó en pasión. Mariangel confiesa que “no tuve una inspiración clara cuando empecé. Solo sabía que quería mejorar, ser mejor cada día, superarme a mí misma”. Más adelante, comenzó a admirar a jugadoras del panorama internacional, pero su crecimiento no fue sencillo, ya que como ella misma reconoce, “desde que empecé, ya el país estaba complicado. Mi mamá no tenía los recursos para apoyarme en los viajes y muchas veces fueron entrenadores o padres de compañeras quienes me ayudaron. Fue muy duro, pero aquí estoy”.

Uno de los momentos clave de su carrera llegó cuando tuvo que decidir entre dos opciones muy distintas: entrenar en Argentina o empezar a jugar directamente en Albania. Mariangel recuerda: “Argentina me ofrecía entrenar para prepararme para la siguiente temporada, mientras que en Albania me daban la oportunidad de jugar ya, aunque no fuera la mejor oferta. Fue difícil porque no sabía cómo era la situación fuera del país, pero elegí Albania. Gracias a Dios me fue bien, mejoré muchísimo y ahora sigo en Europa”.

Actualmente, forma parte del Haro Rioja Vóley, en España, donde ha vivido una etapa de enorme crecimiento. “Aquí el nivel es más alto y la preparación más intensa. Mi entrenadora, Esther, me ha ayudado muchísimo. He mejorado mucho mi nivel en solo un año”, explica. Además, cumplir el sueño de representar a su país ha sido uno de los momentos más especiales de su vida. “Para mí es lo más lindo, la sensación más satisfactoria que puede existir. Desde pequeña, mi meta era llegar a la selección nacional”.

Ese objetivo se concretó en los Juegos del ALBA, donde Mariangel no solo formó parte de la selección, sino que se destacó como una de las máximas anotadoras. “Fue uno de los mejores momentos de mi vida”, asegura con emoción. Respecto a la evolución del voleibol femenino en Venezuela, destaca que “hace unos años te habría dicho que no había apoyo, pero ahora sí. Han creado una liga nacional menor, y las selecciones están concentradas. Se está trabajando”.

En cuanto a su presente en el club español, la jugadora admite que la temporada ha superado sus expectativas: “no pensé que llegaríamos tan lejos por todas las lesiones que sufrimos al principio. Mi objetivo era entrar en playoffs, y ahora estamos en semifinales. Estoy muy feliz”. Sin embargo, no pierde de vista sus sueños más ambiciosos, y ya piensa en nuevos desafíos: “me encantaría jugar en las mejores ligas del mundo como Italia o Turquía. Eso es lo que me motiva a entrenar cada día”.

Mariangel también tiene rituales muy definidos antes de cada partido. Con fe y determinación, explica que “hablo con Dios en mi habitación antes de salir de casa. Le entrego todo a Él. Ya en la cancha, grito fuerte el primer punto para soltar los nervios. Y después, todo fluye”. Fuera del deporte, disfruta de actividades sencillas como ver películas y pasar tiempo con su familia. “Me encanta pasar tiempo con mi familia, ver películas, series... creo que me he visto todo el catálogo de plataformas”, comenta entre risas. Además, añade: “no soy fiestera, prefiero estar en mi habitación relajada”.

Para finalizar, Mariangel deja un mensaje motivador dirigido a todas aquellas jóvenes que sueñan con alcanzar el éxito en el deporte: “que luchen por lo que quieren. Que entrenen. Que se tapen los oídos ante quienes les dicen que no pueden. No hay que competir con otras, sino contigo misma cada día. Si tienes talento y trabajas duro, llegarás”.

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¿Se vende el Espanyol? Todo sobre el interés americano y los nuevos inversores

29-04-2025

 
 

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El Barça conquista la Copa del Rey 2025: voces de una nueva era azulgrana

David Muriana / 29-04-2025

 
 

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Pablo Zaballa, un sueño sobre hielo que se construye con esfuerzo

Simón Piñeiro Blanch  / 26-04-2025

 
 

Para Pablo Zaballa, el hockey sobre hielo no ha sido simplemente un deporte, sino un camino lleno de sacrificio, ilusión y crecimiento personal. Todo comenzó cuando apenas era un niño. Su padre, que jugaba desde los quince años, lo animó a probar suerte en San Sebastián. Aquella primera toma de contacto con el hielo fue más que positiva, y pronto Pablo se inscribió en la escuela para comenzar su formación deportiva.

Con el tiempo, su familia se trasladó a Pamplona, una ciudad que jugaría un papel clave en su desarrollo. Justo en ese momento inauguraron la pista de hielo, lo que le permitió entrenar de manera más constante. “Al principio lo vivía como una extraescolar más, pero pronto empecé a destacar, se me daba bien patinar y los entrenadores vieron algo en mí”, recuerda para HA10.

Tras dos años de entrenamiento, ya era evidente que lo suyo iba más allá del entusiasmo: había talento y compromiso. Poco a poco, Pablo empezó a soñar con lo que parecía inalcanzable: convertirse en jugador profesional. Aunque es consciente de que en España las oportunidades en este deporte son escasas, nunca dejó que eso lo desanimara. Al contrario, lo convirtió en una motivación más para esforzarse cada día.

A los 16 años dio un paso fundamental al compaginar la liga de su categoría con la liga absoluta española, jugando en Logroño. Fue su primer contacto con el nivel senior. Dos años más tarde, se incorporó al equipo senior del Txuri Urdin, donde vivió una temporada inolvidable: comenzó con un rendimiento brillante y culminó levantando el título de liga. “Fue una experiencia muy especial que marcó un antes y un después”, comentó con orgullo para HA10.

En el plano internacional, Pablo ha defendido los colores de la selección española durante varios años. Ha pasado por las categorías sub-18, sub-20 y lleva ya seis temporadas con la selección absoluta, compitiendo en los mundiales de la tercera división. “La diferencia entre categorías es abismal. A medida que subes, todo se vuelve más serio y profesional. En los entrenamientos se nota quién está para jugar y quién no. El ritmo es muy exigente, especialmente cuando compites contra selecciones como Ucrania. Ahí ves el nivel real”, exclamó para HA10.

Su carrera dio un giro importante cuando decidió probar suerte en Francia, donde actualmente compite en la División 1, una liga que, según él, está muy por encima de la española en cuanto a nivel y profesionalización. “Aquí hay cuatro divisiones senior y todo está mucho más estructurado”, declaró. Nuestra liga está en el puesto treinta y siete del ranking mundial, mientras que la española figura en el noventa y nueve. “Eso frustra, porque hay talento en España, pero muy pocos recursos”, agregó. Además, las ligas extranjeras solo permiten siete jugadores no nacionales, lo que limita mucho las oportunidades de salir fuera”.

Para Pablo, este ha sido el mejor año de su carrera deportiva. “Nunca en mi vida había entrenado tanto. Paso todo el día en el hielo, cuidamos cada detalle físico y mental. Siento que estoy marcando diferencias en el equipo”, comentó. En septiembre vivió uno de los momentos más difíciles, cuando se presentó a unas pruebas exigentes y emocionalmente duras. “Al final del mes me ofrecieron un contrato, fue un momento que no olvidaré nunca, sentí que todo el esfuerzo había valido la pena”, añadió.

El camino no ha sido fácil, pero Pablo no pierde la motivación. Sueña con seguir creciendo y, también, con ayudar a que otros jugadores españoles puedan hacer lo mismo. “A todos los jóvenes les diría que no se rindan. En España es difícil, pero no imposible. Si luchas, si insistes, al final llega esa prueba que te permite demostrar lo que vales”, comentó. “Yo quiero poner mi granito de arena, compartir contactos y abrir puertas para otros. Aunque a veces parezca que no hay salida, siempre hay una luz al final del túnel”.

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Miguel De La Fuente, de la portería del barrio al show de la Kings League

David Muriana / 26-04-2025

 
 

A veces, los grandes sueños nacen en los lugares más humildes. Así comenzó la historia de Miguel De La Fuente, actual portero del equipo 1K en la Kings League. Su camino no siguió el recorrido habitual por academias o clubes profesionales, sino que fue una historia de amor por el fútbol, resiliencia frente a las lesiones y una oportunidad inesperada que hoy está sabiendo aprovechar al máximo.

Desde pequeño, Miguel vivió el fútbol como una pasión. Empezó jugando con los amigos del colegio en el equipo del barrio cuando tenía unos siete u ocho años. Curiosamente, su destino bajo los tres palos se selló el día que faltó el portero del equipo y él, sin pensarlo dos veces, se ofreció para ocupar el puesto. Desde entonces, no volvió a moverse de la portería.

Durante un tiempo, compaginó esa pasión con su rutina diaria, hasta que las lesiones y las exigencias laborales lo alejaron del fútbol federado. Sin embargo, nunca dejó de jugar: seguía compitiendo en una liga de empresa con sus amigos, y fue precisamente ese grupo quien le animó a enviar un vídeo al draft de la Kings League. Lo que parecía un simple intento acabó siendo el primer paso hacia una nueva aventura.

En declaraciones para HA10, Miguel reconoce que la Kings League ha supuesto para él una segunda oportunidad. Lo que más le atrajo del proyecto fue la posibilidad de vivir experiencias inéditas que no había tenido en el fútbol tradicional, además de compartir espacio con figuras a las que antes solo veía tras una pantalla. El dinamismo, las reglas innovadoras, los dados, las cartas sorpresa y los penaltis uno contra uno son, según él, elementos que diferencian por completo a esta competición y la hacen especial.

Su momento más emocionante hasta ahora fue, sin duda, el día del draft. Ser elegido, saber que formaría parte de la Kings League y conocer a sus compañeros y al cuerpo técnico fue una experiencia inolvidable que marcó el inicio de esta nueva etapa.

En cuanto al ambiente dentro del equipo 1K, Miguel destaca la seriedad y competitividad con la que se vive cada jornada. Aunque aún no ha tenido la oportunidad de hablar personalmente con Iker Casillas, presidente simbólico del club, sí mantiene una gran relación con Baptistao, quien está siempre presente, apoyando y pendiente del grupo.

Sobre el futuro del fútbol, Miguel es claro: cree que el formato tradicional seguirá siendo conservador y que, aunque la Kings League representa una revolución, el cambio en el fútbol más clásico aún tardará en llegar, si es que llega. Sin embargo, confía en la evolución del proyecto y espera que se consolide a largo plazo: “Me gustaría que durara muchos años, eso significaría que las cosas se están haciendo bien”, declaró en la entrevista para HA10.

A quienes sueñan con formar parte de la Kings League, Miguel les lanza un mensaje claro: “Que lo intenten. Nada es imposible. Si yo entré por simplemente probar suerte, cualquiera puede hacerlo. Lo importante es trabajar, prepararse para el draft y, sobre todo, disfrutar del camino”.

Miguel De La Fuente es el reflejo de que el fútbol no solo se juega en grandes estadios, sino también en parques, ligas de barrio y en cualquier rincón donde haya una pelota y ganas de soñar. Ahora, bajo los focos y con el escudo de 1K en el pecho, sigue escribiendo su propia historia en una liga que ha llegado para cambiarlo todo.

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Pedro Bonofiglio, la voz que enciende el Palacio

Pablo Sánchez / 25-04-2025

 
 

Pedro Bonofiglio es la voz que, en cada partido del Real Madrid de baloncesto como local, resuena con fuerza y emoción en el Palacio de los Deportes. No es solo el speaker del club blanco, sino una parte esencial del espectáculo: una figura que acompaña, motiva y conecta con los aficionados. Desde su llegada en 2008, se ha convertido en un referente tras el micrófono, aunque su historia comenzó mucho antes y a miles de kilómetros de distancia.

Nacido en Argentina, Pedro inició su trayectoria en el mundo de la comunicación en emisoras locales de San Nicolás, su ciudad natal. Trabajó para Torneos y Competencias, una de las cadenas deportivas más importantes de Sudamérica, y también pasó por ESPN. Sin embargo, fue el “hambre profesional”, como él mismo lo define en su entrevista para HA10, lo que lo impulsó a cruzar el Atlántico en busca de nuevas oportunidades. “Pensaba que iba a estar uno o dos años en España y ya hace veinticinco que estoy aquí. Estuve a punto de volverme varias veces, pero jamás me arrepentí de quedarme”, reconoce. Su adaptación no fue fácil. En 2004, durante uno de sus momentos más complicados, su padre le recomendó no regresar a Argentina: “Estaba todo complicado, y al final me quedé”.

La oportunidad de formar parte del Real Madrid marcó un antes y un después en su carrera. “Yo pensé que iba a ser algo circunstancial y ya van dieciséis años en el club”, recuerda. Desde entonces, su presencia en el Palacio se ha vuelto indispensable. “Trabajar ante quince mil personas, pedir algo y que te hagan caso es increíble”, asegura. Pero también hay exigencia: “Una vez mi jefe me dijo que tenía que trabajar para sacar un quince para que luego me quedara el diez como nota final. Es presión constante, pero yo lo veo como algo positivo”.

Pedro tiene muy claro su papel dentro del equipo: contribuir a que los jugadores se sientan cómodos y puedan rendir al máximo. “Yo trabajo para ellos, no con ellos. La relación es cordial y profesional, no me interesa estar muy cerca ni pedirles fotos. Lo más importante es que ganen”, afirma.

Más allá del baloncesto, la música ha sido otra gran pasión que le ha acompañado toda la vida. “Desde que tengo uso de razón escucho música. Era DJ de joven, técnico de sonido con mi padre en la radio, y siempre he soñado con subirme a un escenario”, cuenta. Aunque no pudo desarrollar una carrera profesional en ese ámbito, reconoce que, si tuviera que elegir entre ambas pasiones, el baloncesto ganaría por necesidad: “Es lo que me ha dado de comer”.

Su espíritu inquieto también lo ha llevado al mundo de la docencia. Actualmente, es profesor en la Universidad Francisco de Vitoria, donde imparte clases de narración deportiva. “Aquí no hay una teoría de la narración en el mundo hispano, y sentía la necesidad de empezar a contar cómo lo hacía”, explica, convencido de la importancia de formar a nuevos narradores que estén preparados para los desafíos tecnológicos actuales.

Si tuviera que resumir su carrera en una sola palabra, lo tiene claro: “Pasión. Todo lo que hice, lo hice con todo. Creo que tengo la misma capacidad y talento que cualquiera, pero entro una hora antes y salgo una hora después”.

Pedro Bonofiglio es, sin duda, mucho más que una voz en el pabellón. Es el ejemplo de que la constancia, la entrega y el amor por lo que uno hace pueden llevarte tan lejos como estés dispuesto a luchar.

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Fernando Carro: "Acuerdo de caballeros para dejar ir a Xabi Alonso si lo llama un ex equipo"

Jesús Mesa y Nerea Martínez / 24-04-2025

 
 

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Óscar Díaz, bicampeón de Europa en superwélter: "El boxeo necesita más visibilidad y apoyo de las televisiones"

Álvaro Sutil / 24-04-2025

 
 

Óscar Díaz, boxeador bicampeón de Europa en la categoría superwélter, concede una entrevista exclusiva a HA10. El combatiente repasa los momentos más destacados de su carrera y reflexiona sobre el problema de visibilidad que arrastra su disciplina.

El boxeo, como recalca el propio Díaz, es un deporte que necesita del respaldo del público para crecer. Natural de Alcalá de Guadaíra, reclama una mayor implicación por parte de las televisiones para dar visibilidad a un deporte que, a menudo, queda relegado a un segundo plano. Recuerda con especial cariño el campeonato de España celebrado en su pueblo, donde fue arropado por más de 1.100 personas.

En su trayectoria también ha vivido momentos difíciles, como cuando le tocó ser el “villano” en su último título europeo, disputado como visitante ante una afición entregada al rival. Lejos de afectarle, esa situación le dio un impulso extra: considera ese combate como el más importante de su prometedora carrera.

Actualmente más cerca que nunca de la élite, sus comienzos no fueron sencillos. Se inició en el boxeo con solo doce años, como una forma de combatir los problemas de sobrepeso. En sus inicios, su gran referente fue el puertorriqueño Miguel Ángel Cotto. Su primer gran éxito llegó con el campeonato de España, que conquistó tras un KO técnico en el segundo asalto.

Catorce victorias —seis de ellas por KO— son el aval de un luchador invicto con un futuro prometedor. ¿Su secreto? El entrenamiento. Díaz se levanta cada día a las 7:00 para entrenar y vuelve a hacerlo a las 14:00. El resto del tiempo lo dedica a desconectar en el campo, disfrutando de la compañía de sus animales.

Con la vista puesta en su próxima pelea, el 7 de junio, ‘El Toro’ afronta un enfrentamiento clave en su carrera. A largo plazo, sueña con disputar grandes combates y conquistar títulos de prestigio. Su meta más ambiciosa: los mundiales intermedios, donde espera medirse con la crème de la crème del boxeo mundial.

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Alaa Soaudi, una promesa del medio fondo español que no deja de crecer

Yanira Rubio / 24-04-2025

 
 

Alaa Soaudi, joven atleta español, descubrió el mundo del atletismo en 2018 mientras asistía a la escuela. Su talento no pasó desapercibido para sus profesores de educación física, quienes vieron en él un potencial especial y convencieron a sus padres para que lo federaran un año más tarde, en 2019. Así comenzó una carrera que, con esfuerzo y pasión, lo ha llevado a lo más alto del medio fondo nacional.

Desde pequeño, Alaa confiesa que su referente siempre ha sido el mediofondista marroquí retirado Hicham El Guerrouj, actual plusmarquista mundial de 1.500 metros y de la milla, además de exrécord mundial de los 2.000 metros. Otro de sus ídolos actuales es el atleta noruego Jakob Ingebrigtsen, campeón olímpico en Tokio 2020 y también vencedor en el pasado verano en París.

Aunque el atleta comenzó compitiendo en la distancia de 600 metros, fue en la categoría Sub-18 cuando empezó a probar los 800 metros, 1.500 metros y el cross. Su progreso ha sido constante: si al principio no era capaz de finalizar los entrenamientos, hoy se siente más fuerte que nunca. Parte fundamental de su evolución ha sido el apoyo de su entrenador y de su grupo de entrenamiento, de quienes aprende cada día.

Uno de los momentos clave en su trayectoria fue el Campeonato de España Sub-16, donde se proclamó campeón nacional en los 600 metros. Ese título supuso un punto de inflexión en su motivación y le ayudó a seguir creyendo en sus posibilidades dentro del atletismo. Más recientemente, en la categoría Sub-23, obtuvo la medalla de plata en los 800 metros en Sabadell, una carrera tras la cual terminó muy satisfecho al quedarse muy cerca del oro.

No todo ha sido fácil en el camino de Alaa. También ha tenido que superar obstáculos, como una grave lesión que sufrió en la categoría Sub-18. Se trató de una rotura de fibras en el isquiotibial que lo obligó a parar durante un tiempo y le impidió rendir a su máximo nivel.

De cara al futuro, Alaa tiene sus metas muy claras: por un lado, conquistar el Campeonato de España Sub-23; por otro, lograr la marca mínima que le permita participar en el Campeonato de Europa que se celebrará en Bergen (Noruega) a mediados del mes de julio.

Por último, desde HA10 le preguntamos qué consejo daría a quienes desean iniciarse en el atletismo, y Alaa lo tiene claro: “Lo más importante es disfrutar del proceso y no importa tanto si se gana o se pierde”. Además, el joven atleta cree que “cada cosa llega a su tiempo y que la clave está en mantenerse constante y pasarlo bien mientras se aprende”.

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Katarina Witt: “Participar en los Juegos Olímpicos es mi mejor recuerdo”

Jesús Mesa y Nerea Martínez / 24-04-2025

 
 

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Sofía Cisneros, campeona de España de esgrima: "Compaginar el trabajo y el alto nivel deportivo es el mayor reto de mi vida"

Nerea Martínez / 23-04-2025

 
 

La esgrimista Sofía Cisneros Gavín, campeona de España en 2023, compagina cada día su exigente trabajo como Manager de Comunicación y Contenidos a tiempo completo en Crescenta con sus entrenamientos como deportista de alto nivel y su vida personal. En una entrevista para HA10, nos ha contado cómo llegó al mundo de la esgrima, el impacto que este deporte ha tenido en su vida y su visión sobre la situación de la esgrima en España.

Sofía comenzó a practicar esgrima con tan solo diez años, después de pasar un año observando a su hermana mayor en este mismo deporte. Lo que empezó como una actividad por curiosidad infantil se ha convertido en una destacada trayectoria en una disciplina poco conocida, pero de enorme exigencia física y mental. Su arma es la espada, y aunque no tuvo la oportunidad de elegirla, asegura que “la hubiese elegido si volviese a empezar”.

Desde el inicio, su maestro le inculcó la cultura del alto rendimiento, lo que hizo que la esgrima dejara de ser una actividad extraescolar de dos días por semana para convertirse en una rutina “casi diaria y obligatoria”, aunque siempre “en el buen sentido”. Sofía recuerda que el momento en el que tomó conciencia de su potencial fue cuando consiguió su primera medalla importante en un criterium nacional para menores de doce años.

Respecto a la influencia de este deporte en su vida personal, destaca cómo ha fortalecido su relación con su hermana, a pesar de los seis años de diferencia entre ambas. Practicar la misma disciplina las ha unido aún más, permitiéndoles convivir mejor y apoyarse mutuamente. Han aprendido, afirma, a separar lo “meramente deportivo” de su vínculo familiar.

En el ámbito profesional, Sofía considera que dar el salto al mundo laboral tras licenciarse en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid ha sido el mayor reto al que se ha enfrentado. Compaginar un empleo a jornada completa con los entrenamientos y las competiciones del equipo nacional no es tarea fácil, aunque se siente afortunada por contar con el respaldo de su empresa, que respeta y apoya su carrera deportiva.

Su rutina es un ejemplo de compromiso: trabaja de 08:00 a 17:30 y después acude a entrenar durante otras tres horas. A esto se suma el desgaste emocional de la propia exigencia laboral, las competiciones y el esfuerzo constante por cuidar su entorno personal: pareja, familia y amigos. Todo ello le obliga a sacrificar descanso y vacaciones, aunque afirma convencida que es un esfuerzo que, “de momento merece la pena”.

En cuanto a la situación de la esgrima en España, señala que “falta mucha cultura sobre otros deportes” y considera necesarias las iniciativas que visibilicen disciplinas menos mediáticas. Según ella, esto permitiría que quienes se acercan a la esgrima no lo hagan por “casualidad”, sino por un verdadero interés desde el principio.

Además, si pudiera cambiar algo del mundo de la esgrima, menciona “la incertidumbre que hay y que generan desde la federación”, y subraya la importancia de un mayor esfuerzo en la promoción del deporte, de modo que el número de federados crezca como ha sucedido en otras disciplinas.

Finalmente, al hablar sobre la salud mental y el bienestar de los deportistas, Sofía sostiene que en España “se pone excesiva presión en los deportistas” y que cuando no llegan resultados de forma sistemática, “se trata de un problema más profundo”. Cree que es responsabilidad de los “responsables y entendidos” revertir esta situación y garantizar un entorno más saludable para quienes dedican su vida al deporte.

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Pancho Lombardi, el alma luchadora del Guadalajara que no olvida sus raíces

Fede Scalvini / 23-04-2025

 
 

Tras toda una vida dedicada al balonmano y después de haber dado el salto a Europa, Francisco ‘Pancho’ Lombardi se ha convertido este año en una piedra angular para que su club, el Impulse BM Guadalajara, siga soñando con mantener la categoría. En una entrevista exclusiva con HA10, Pancho repasa su exitosa trayectoria, siempre con la mirada puesta en su Argentina natal.

Nacido y criado en el barrio bonaerense de La Plata, Pancho creció en una casa donde el balonmano era una pasión compartida. Casi toda su familia practicaba este deporte, incluido su padre, quien no solo lo animó desde pequeño, sino que fue su inspiración para empezar a jugar con apenas cuatro años. Aunque probó otras disciplinas en su infancia, el balonmano fue, desde siempre, su verdadera vocación.

“De pequeño tuve un breve paso por el tenis y claro que también me gustaba jugar al fútbol con mis amigos, pero al final siempre me iba a decantar por el balonmano por lo que significa este deporte en mi familia”, confiesa.

Pancho reconoce que los valores que lo definen como deportista le fueron transmitidos desde casa, donde siempre se luchó por cada objetivo.

“Me defino como un jugador alegre, intenso pero sobre todo muy trabajador y que siempre estoy preparado por lo que pueda venir. En mi familia siempre se ha luchado por todo y mi misión es ser también así”, explica satisfecho.

A lo largo de su carrera, el balonmano le ha regalado momentos inolvidables: disputar un Mundial con su selección o haber sido elegido mejor extremo izquierdo de la Liga ASOBAL en la temporada 2022/2023. Sin embargo, hay un recuerdo que supera a todos los demás.

“Cuando debuté en el balonmano, mi padre y yo jugábamos en el mismo equipo, donde tuve la suerte de jugar junto a él seis meses. No mucha gente puede decir que ha jugado con su padre y hasta el día de hoy, puedo decir que ha sido el mejor momento en mi carrera deportiva”, recuerda emocionado.

Tras su etapa en Argentina, Pancho dio el salto a Europa para jugar tres temporadas en Italia, donde empezó a hacerse un nombre en la escena continental. Aunque no tenía previsto marcharse, la pandemia y la posibilidad de entrar en la selección nacional cambiaron sus planes.

“Tras acabar el Covid, no tenía intención de marcharme de Italia, pero surgió el interés por parte del C.D Agustinos Alicante y me recomendaron ir allí si quería tener la oportunidad de jugar en la selección, que siempre fue mi sueño así que no lo dudé”, desvela.

Desde su llegada a Guadalajara hace cuatro años, Lombardi no ha dejado de crecer tanto personal como profesionalmente, y se muestra agradecido por el trato recibido.

“En el Guadalajara me siento como en casa, durante estos cuatros años siempre me han tratado súper bien. A nivel de deportista siento que también crecí un montón. Antes jugaba un poco en todas las posiciones y aquí me he podido definir como extremo izquierdo”, confiesa.

Fuera de la pista, Pancho se define como una persona activa y alegre, que valora mucho los momentos con su pareja para desconectar del ritmo competitivo. Aun así, su pasión por el balonmano no descansa nunca.

“Me considero un fanático del balonmano. Siempre que tengo un rato libre me gusta hacerme mi Mate y ver partidos de la ASOBAL, pero también de otras ligas como la francesa o la italiana”, comenta entre risas.

Sobre el presente del balonmano en España, Pancho celebra su crecimiento en términos de visibilidad y destaca la profesionalidad y el nivel de exigencia de la Liga ASOBAL. Sin embargo, se muestra más crítico con la situación en su país.

“Es verdad que después del Covid se está empezando a visibilizar más, pero desafortunadamente estamos muy lejos de que se profesionalice del todo. Hay pocos recursos y pocas infraestructuras. Esperemos que poco a poco se pueda reconducir esta situación, en la cual tengo confianza, pero el camino será largo”, concluye con tono esperanzador.

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Aritz Aranburu y el auge del surf en España: “Hay muchísimo talento y logros increíbles”

Jesús Mesa y Nerea Martínez / 22-04-2025

 
 

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Eva Llamas: “Con trabajo, constancia y disciplina no hay meta inalcanzable”

Jesús Mesa / 22-04-2025

 
 

Eva Llamas, jugadora del Sevilla FC, atiende en exclusiva a HA10 para repasar los pasos que ha dado a lo largo de su carrera futbolística. Entre el deporte y los estudios, ha forjado una figura clave dentro de su equipo, con un futuro que trasciende mucho más allá del balón.

Tras formarse en el Seagull, Espanyol B y Sant Gabriel, el destino le presentó una situación realmente curiosa. Sergio Batista, presidente de la Unión Deportiva Granadilla Tenerife, descolgó el teléfono para convencerla de jugar el playoff de ascenso en la campaña 2013/14. Eva, previo acuerdo con el Sant Gabriel —bajo la condición de regresar una vez finalizada la fase de promoción—, aceptó la propuesta. Sin embargo, una lesión le impidió disputar el último y decisivo encuentro frente al Fundación Albacete en el Carlos Belmonte, que terminó en derrota para las isleñas y frustró su ascenso a la élite. “Se me quedó esa espinita”, confiesa la defensa.

Cumplió su palabra y regresó a tierras catalanas, aunque al año siguiente volvió a Tenerife para jugar en Primera División. En territorio insular, la jugadora creció enormemente y asegura que sacó mucho provecho de aquella etapa, a pesar de lo que supuso separarse de su entorno más cercano. “Mis dos pasiones son el fútbol y el mar, así que disfruté muchísimo”.

En 2020, tras cinco años en Canarias, firmó por el Real Betis Féminas. No obstante, su primera temporada estuvo marcada por una grave lesión de ligamento cruzado que la apartó de los terrenos de juego. Preguntada por cómo vivió ese duro episodio, Eva reconoce que eligió verlo como una oportunidad de aprendizaje. Aunque se produjo en un momento personal complicado, logró sacar fuerzas para ofrecer una mejor versión de sí misma. “Me gusta hacer balances en la vida y ver qué cosas se pueden arreglar y cuáles no”. Desde el preciso instante en que se lesionó, activó la mentalidad competitiva que la caracteriza y comenzó a preparar su regreso. Diez meses después, lo consiguió. “Cuando volví a ponerme las botas fue una sensación única. Después de tanto tiempo, lo único que quería era volver a jugar y disfrutar, sin miedo”.

Una vez recuperada, permaneció una temporada más en el Betis. En la siguiente, llamó a su puerta el Sevilla FC. “Se interesaron por mí, me presentaron el proyecto y me gustó”, recuerda. Decidida a iniciar una nueva etapa, quiso actuar con la máxima transparencia posible: “Reuní a las jugadoras para decírselo, no quería que se enteraran por otros medios. Todos me despidieron muy bien en el Betis”.

En el curso 2022/23 comenzó su andadura en el conjunto de Nervión, y puede decirse que ha estado a la altura de las expectativas. De hecho, a lo largo de estas tres temporadas se ha consolidado como una de las jugadoras con más minutos disputados del equipo. Las lesiones en la zaga sevillista la llevaron a cambiar de posición: dejó su habitual puesto de mediocentro para ocupar un rol en defensa. “He conseguido disfrutar del fútbol de una manera diferente. De mediocentro me gustaba descolgarme y subir al ataque y en defensa hay que correr más hacia atrás”. Ante la pregunta de si tiene una posición favorita, responde que “depende del partido”.

Su rendimiento en el Sevilla ha sido tan destacado que su nombre ha sonado en varias ocasiones para la selección. “Nunca he hecho un entrenamiento, me gustaría entrenar con ellas algún día y que me vieran”. Consciente de lo difícil que es lograrlo, no se pone límites. “Hay jugadoras de mi edad en la selección, espero que eso no sea un impedimento”.

Eva también tiene claro que la carrera deportiva no es eterna, por lo que ya planifica su futuro más allá del fútbol. Cuenta con estudios en Criminología, dos másteres y actualmente cursa Psicología. “El fútbol algún día se acabará. Me encanta formarme”, señala. En cuanto a cómo compagina el binomio fútbol-estudios, la jugadora de treinta y dos años asegura tener una rutina bien estructurada que le permite ajustar su agenda adecuadamente. “Lo llevo muy bien, a veces hay complicaciones con la universidad pero me organizo de tal manera que pueda repartir bien el tiempo”.

Comprometida con su presente y con la mirada puesta en el futuro, Eva Llamas demuestra que con trabajo, constancia y disciplina, no hay meta inalcanzable.

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Álvaro López, de promesa nacional a referente internacional de la marcha española

Diego Elorza  / 21-04-2025

 
 

Desde que vio por televisión a Miguel Ángel López ganar el Mundial de Atletismo en Pekín en 2015, Álvaro López Núñez supo que la marcha atlética tenía algo especial. Tenía solo quince años, pero aquel momento encendió una chispa que, años más tarde, se convertiría en su pasión profesional. En una entrevista exclusiva con HA10, el marchador español comparte los hitos más determinantes de su carrera y sus ambiciones de cara a los próximos campeonatos.

Como muchos niños en España, Álvaro comenzó practicando fútbol a los doce años, aunque siempre estuvo rodeado del atletismo gracias a un amigo que lo animaba a participar en alguna que otra carrera. No fue hasta 2016 cuando decidió apuntarse a medio fondo, mientras seguía jugando al fútbol sala. Pero fue a los dieciocho cuando llegó el gran giro: recordando aquella prueba de 2015 y, coincidiendo con la presencia cercana del tío de un compañero que había sido marchador, se lanzó a probar la disciplina.“Me dio tres semanas para ver si me gustaba. Lo probé, me gustó mucho y aquí sigo”, cuenta entre risas. La conexión fue inmediata: en solo dos meses ya subía a un podio nacional, y en poco más de medio año lograba convertirse en internacional.“Álvaro y yo alucinábamos con la mejora, fue un inicio muy muy bonito”, recuerda.

Sin embargo, no todo fue fácil. Uno de los momentos más duros lo vivió en 2021, cuando tuvo que retirarse del Europeo sub-23 de Tallin tras lesionarse tres semanas antes.
“Fue muy triste, me planteé todo”, confiesa. Ese punto de inflexión lo llevó a trabajar tanto el aspecto físico como el mental, con la ayuda de su psicólogo, su entrenador y sus compañeros. Fue un cambio clave que supuso un antes y un después en su rendimiento y fortaleza.

El año 2024 marcó otro punto de inflexión en su trayectoria. Sin beca económica y tras una temporada decepcionante, decidió compaginar sus entrenamientos con un trabajo de media jornada en el quirófano del Hospital Clínico San Carlos.“Desconectar al 100% del atletismo fue lo que mentalmente me cambió”, admite. Lejos de convertirse en un obstáculo, esa rutina le permitió entrenar con mayor libertad mental, y los resultados no tardaron en llegar. Alcanzó su mejor marca personal y se clasificó octavo en el Campeonato del Mundo de Selecciones.“Perdí el miedo a sentir que tenía que elegir entre entrenar o trabajar. Me abrió la mente. Vi que el día que se acabe mi carrera deportiva, también puedo encontrarme conmigo mismo en una operación”, reflexiona.

La marcha atlética, explica, tiene una complejidad especial:“Da igual lo rápido que vayas si vas mal técnicamente, y viceversa. Eso es lo bonito y duro de nuestra disciplina”.
La clave, según él, está en tres pilares fundamentales: la mente, el físico y la técnica.

En el pasado Campeonato de España de los 20 km marcha, Álvaro decidió arriesgar. Ya clasificado para el Europeo por Naciones en los 35 km, su objetivo era ganar o lograr la mínima para el Mundial de Tokio. Ante un ritmo inicial lento, cambió la estrategia y lanzó un ataque en el kilómetro once que le permitió despejar la lucha por las medallas.
“Me encontré muy fuerte y decidí mantener el ritmo hasta el final. Fue una grata sorpresa”, comenta.

Su rutina semanal de entrenamiento ronda los 100 kilómetros, con rodajes largos de hasta 25 km, series y sesiones de entre 12 y 14 km.“Puede parecer poco, pero el desgaste de marchar es mucho mayor que correr”, explica. Otra parte crucial de su día a día es la alimentación: sencilla pero efectiva, basada en fruta, verdura, proteínas, carbohidratos y mucha agua. Y, por supuesto, su jornada de descanso es intocable.
“Desconexión total de atletismo”, asegura.

Sobre la presión, Álvaro lo tiene claro:“El deporte de alto nivel viene con presión. Hay que saber gestionarla”. Trabaja este aspecto junto a su psicólogo del Centro de Alto Rendimiento, buscando siempre llegar a las competiciones sin una “mochila en la espalda”. Y lo resume así:“Si has entrenado bien, descansado bien y dado todo en la competición, es con lo que te tienes que quedar”.

Con la mirada puesta en el Campeonato de Europa por Naciones del próximo 18 de mayo en Podebrady, su objetivo a corto plazo es claro: demostrar que lo del año pasado no fue casualidad. A largo plazo, lo tiene aún más definido: quiere estar en los Juegos Olímpicos.
“Es mi gran sueño y mi gran objetivo como atleta”, concluye con ilusión y determinación.

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María Delgado triunfa coronándose con el bronce en París

Cristina Quintela / 19-04-2025

 
 

María Delgado Nadal cuenta su inspiradora historia en esta exclusiva entrevista para HA10, donde relata su trayectoria de vida y sus experiencias en los Juegos Paralímpicos.

“La natación para mí lo es todo”, confiesa. Ocupa gran parte de su día, y en ella encuentra una forma de superarse y sentirse libre. La natación llegó a su vida impulsada por el deseo de sus padres, pero pronto ese juego se transformó en pasión, y la piscina se convirtió en su segundo hogar.

A lo largo de su carrera, María ha aprendido a valorar algo que va más allá de los títulos: “Detrás de cada logro hay mucha gente”. Su familia, que nunca dejó de creer en ella; sus entrenadores y compañeros, quienes le demuestran su apoyo y: “Me empujan a mejorar día a día”.

No ha sido solo el talento lo que la ha llevado hasta aquí, sino la constancia, la capacidad de mantener la ilusión incluso en los momentos difíciles: “La clave está en la perseverancia y en confiar en uno mismo”, asegura.

Ha participado en los tres últimos Juegos Paralímpicos: Río, Tokio y París. En cada uno de ellos vivió una experiencia distinta: “Río fue el sueño de una niña hecho realidad, Tokio presentaba el reto de la pandemia y París la madurez deportiva”. A la capital francesa llegó fuerte, preparada y más segura que nunca.

El bronce en París 2024 es un recuerdo imborrable: “Recuerdo el toque en la pared, mirar al poyete, y ver las tres luces encendidas.” No podía ver bien el marcador, pero esas luces fueron suficientes. Las emociones estaban a flor de piel: lloró, rió... y allí se dio cuenta de que todo había valido la pena.

Además, esta vez su familia y amigos pudieron acompañarla. La cercanía de la ciudad lo hizo posible, lo que hizo la experiencia aún más especial: “La atmósfera fue mágica”, recuerda. Fue el resultado de años de trabajo, sacrificios y de creer cuando nadie más lo hacía.

Actualmente, María está centrada en el presente. Su próximo objetivo es el Mundial de Singapur y, a más largo plazo, los Juegos de Los Ángeles 2028. Al mismo tiempo, ha comenzado un doctorado, compartiendo su experiencia con las nuevas generaciones y aportando al deporte desde una perspectiva educativa.

Recientemente ha dado un paso valiente al mudarse a Heidelberg, Alemania, para entrenar en un entorno nuevo y exigente que la empuje fuera de su zona de confort. Una oportunidad para seguir creciendo, tanto dentro como fuera de la piscina.

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Rosa Márquez y una vida dedicada al verdiblanco

David Muriana / 18-04-2025

 
 

Rosa Márquez no concibe la vida sin fútbol, ni el fútbol sin el Real Betis. Desde que era una niña, los colores verdiblancos forman parte de su identidad. Incluso antes de tener uso de razón, ya pedía a los Reyes Magos la camiseta de su equipo del alma. Empezó a jugar con apenas cinco años junto a su hermano y su primo en el equipo de su pueblo. Allí dio sus primeros toques al balón, hasta que, con once años, el Betis llamó a su puerta. Ese momento marcó el inicio de un camino que la ha convertido en una de las figuras más queridas y respetadas del conjunto femenino.

Para Rosa, vestir la camiseta del Betis no es solo un sueño cumplido, sino una auténtica forma de vida. Desde pequeña soñaba con defender esos colores, y cuando ese deseo se hizo realidad, la emoción fue indescriptible. No solo ella lo vivió con intensidad: para su familia, y en especial para su padre, fue un orgullo inmenso verla formar parte del club con el que siempre han estado profundamente ligados.

De entre todos los momentos vividos como jugadora bética, hay uno que brilla con especial intensidad: el ascenso con el primer equipo cuando tenía tan solo quince años. Con la ilusión de una niña y el talento de una veterana, vivió ese logro como algo único, sabiendo que estaba escribiendo historia junto al club de sus amores.

Sin embargo, el camino no ha sido siempre fácil. A los veinte años, en un partido contra el FC Barcelona, sufrió una de las lesiones más temidas por cualquier deportista: la rotura del ligamento cruzado anterior. Aunque supo desde el primer instante lo que le había ocurrido, no permitió que el miedo se apoderara de ella. Fueron meses duros, pero también de mucho aprendizaje. Gracias al apoyo de personas como Rafa Alonso, su fisioterapeuta y pilar fundamental durante la recuperación, afrontó el proceso con constancia, paciencia y una escucha activa hacia su cuerpo. Hoy, anima a quienes atraviesan lo mismo a no rendirse, a entenderlo como una etapa más del camino, y a no perder la fe: “la rodilla”, afirma con seguridad, “vuelve a jugar”.

Desde pequeña, Rosa admiraba a Andrés Iniesta. Su estilo de juego, su visión y su humildad fueron siempre un espejo en el que mirarse. Con el tiempo, sus referentes han evolucionado: figuras como Jesús Botello o Juan Rojo han sido claves en su crecimiento y continúan siendo una fuente constante de inspiración.

Consciente de que es un ejemplo para muchas niñas que sueñan con ser futbolistas, Rosa asume ese rol con naturalidad y responsabilidad. Su consejo es claro: que disfruten, que no tengan miedo y que sigan el camino que realmente quieran recorrer. Porque, aunque cada trayecto sea distinto, siempre hay una forma de llegar.

Aunque su prioridad es seguir en el Betis, Rosa es consciente de que el fútbol es incierto y el futuro, impredecible. Le encantaría continuar creciendo en el club que la vio nacer, pero no descarta que la vida le depare otros destinos. Por ahora, su corazón sigue latiendo al ritmo verdiblanco.

El presente inmediato no es sencillo. Tras una victoria vital ante la Real Sociedad que permitió al equipo salir de los puestos de descenso, se preparan para enfrentarse al Real Madrid. Consciente del nivel del rival, Rosa cree que es una gran oportunidad para medir fuerzas y demostrar de lo que son capaces: “Prefiero una ciudad deportiva llena que un estadio vacío”, afirma, en declaraciones a HA10, en alusión a la importancia de seguir apostando por el crecimiento del fútbol femenino.

A largo plazo, prefiere no hacer demasiados planes. El fútbol es así: imprevisible, cambiante. Pero si se le permite soñar, sueña con volver a vestir la camiseta de la selección y, sobre todo, con levantar un título con el Betis. Porque más allá de ser futbolista, Rosa Márquez es, ante todo, bética de corazón.

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Pablo Martínez, el hombre que cuida a las estrellas desde la sombra

Pablo Sánchez / 18-04-2025

 
 

Detrás del éxito de muchos deportistas hay profesionales que trabajan en silencio, con dedicación y pasión. Pablo Martínez Deza es uno de ellos. Fisioterapeuta deportivo de grandes figuras, además de profesor universitario y preparador físico, ha hecho del deporte su forma de vida, especialmente del tenis y el pádel, disciplinas que practica desde niño y que hoy le permiten vivir experiencias únicas dentro y fuera de la pista.

Desde las aulas de la Universidad Francisco de Vitoria hasta los torneos internacionales, Pablo combina sus tres grandes vocaciones: la docencia, la preparación física y la fisioterapia. Una mezcla poco común que refleja a la perfección su compromiso con el desarrollo integral de los deportistas. En una entrevista concedida a HA10, comparte: “Llevo toda mi vida ligada al deporte, sobre todo al tenis, ya que fui jugador. Poder transmitir los valores que me inculcaron desde pequeño es una de mis principales motivaciones”.

Actualmente, compagina sus clases en los grados de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y Fisioterapia con su trabajo junto a jugadores de pádel profesional y tenistas de élite, a quienes acompaña como fisioterapeuta en torneos nacionales e internacionales. Su agenda es exigente, pero habla con una energía contagiosa sobre todo lo que implica su labor: “Intento dedicarme a estos deportistas el mayor tiempo posible. Poder seguir creciendo y trabajar algún día en los cuatro Grand Slam sería un sueño para mí”.

Pablo también forma parte del equipo de fisioterapeutas del Madrid Open, torneo al que asiste desde hace ya siete años. Desde dentro, ha podido conocer a grandes figuras del tenis mundial y vivir momentos tan curiosos como emotivos: “Ahí hay un montón de anécdotas muy chulas. Al final, los jugadores no dejan de ser personas, más allá de lo que se ve por redes o por la televisión. Tienen sus problemas, sus días buenos y malos, y eso es lo bonito de trabajar con ellos tan de cerca”.

Su currículum impresiona: ha trabajado con Pedro Rodenas, campeón de España; con Pablo Vivero, quien llegó a estar entre los doscientos setenta mejores del mundo; y ha sido fisioterapeuta de una leyenda del tenis español como Fernando Verdasco. En la actualidad, acompaña a jugadores del circuito Premier Pádel situados dentro del top cien, y recientemente ha viajado con un tenista profesional por torneos en Bucarest y Nápoles.

En cada experiencia, Pablo reafirma su vocación y propósito: formar, cuidar y acompañar a los deportistas en su camino hacia la élite, pero también en su crecimiento personal. Porque para él, el deporte no es solo competición; es también una escuela de vida. Y en esa escuela, Pablo Martínez Deza se ha ganado, con esfuerzo y pasión, un lugar esencial.

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De Velilla al pódium mundial, la historia de Mara Santos

Yanira Rubio / 17-04-2025

 
 

Mara Santos, piragüista de la provincia de Palencia y cinco veces campeona del mundo, comenzó en el mundo del piragüismo a la temprana edad de seis años. Fue su padre quien la introdujo en este deporte, llevándola al Club Fuentes Carrionas, donde remaba junto a sus hermanos. El mayor de ellos ya destacaba en la categoría cadete. En sus inicios, Mara no contaba con embarcaciones propias y utilizaba las piraguas de su hermano. De hecho, cuando participó por primera vez en un Campeonato de España de cinco mil metros —competición que acabó ganando— lo hizo en una piragua prestada por Agustín Calderón.

Al principio, Mara se tomaba el piragüismo como un juego, motivada por su pasión por los deportes acuáticos. Disfrutaba saliendo los fines de semana a competir por toda España, ya que le permitía conocer a gente nueva. A lo largo de su carrera, el Descenso del Sella ha sido una prueba especialmente significativa para ella. Es la carrera que más emoción le genera, pues se celebra en un entorno muy próximo a su localidad, ya que Arriondas se encuentra a tan solo cien kilómetros de Velilla del Río Carrión.

Aunque su mayor logro deportivo fue proclamarse campeona del mundo en Halifax (Canadá) en el año 2000, la prueba que más la ha marcado fue su primer Campeonato de España de cinco kilómetros en la modalidad de K1, cuando tenía dieciocho años. “Esta ocurrió en invierno y nadie pensaba que fuera a ganar, ya que no tenía entrenador ni equipo. Entrenaba por su cuenta propia en Velilla del Río Carrión”.

Practicar piragüismo en su pueblo no era tarea fácil, especialmente en invierno, debido a la nieve. Por eso, Mara complementaba sus entrenamientos con esquí de travesía. Además, practicó otros deportes en los que llegó a sufrir lesiones; la más grave fue una luxación del astrágalo mientras corría por el monte. “Me decían que me iba a quedar coja”.

Más allá del piragüismo, Mara también disfrutaba de otras disciplinas como el atletismo, en el que llegó a ganar una carrera en Riaño, llevándose como premio ocho mil pesetas, una cantidad significativa en aquel momento.

Santos considera que el piragüismo es una de las disciplinas más potentes del deporte español, sobre todo por los éxitos logrados en los Juegos Olímpicos, especialmente en la categoría femenina, que comenzó a competir en este evento en 1992. “Dos referentes para mí que creo que marcaron la velocidad en las piraguas han sido Belén Sánchez y Beatriz Manchón; más tarde destacó Teresa Portela”.

Desde HA10, Mara Santos anima a los jóvenes a iniciarse en el piragüismo desde el disfrute, sin obsesionarse con los resultados ni con el material. “Cree que lo importante es aprender a competir y a superarse enfrentándose al propio río”. Aunque actualmente no tiene objetivos deportivos a corto plazo, continúa remando por placer y participando en competiciones en categoría veterana. Hoy en día, cuida de su padre y mantiene vivo el vínculo con el deporte que marcó su vida. No se plantea ser entrenadora, pero su ejemplo ya inspira a nuevas generaciones.

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Olga Huguet: "Vivir del voleibol en España es posible, pero solo en la élite"

Marcos Iglesias / 17-04-2025

 
 

Olga Huguet (Alaior, 2003) nació y creció en Alaior, donde empezó a jugar al voleibol con tan solo diez años. Su talento pronto llamó la atención en el Club Volei Alaior, lo que le abrió las puertas del Ciutadella en categoría juvenil. La transición no fue sencilla, pero marcó un antes y un después en su trayectoria. Fue en 2017, durante un campus de verano, cuando un entrenador del primer equipo se fijó en ella. Desde entonces, su camino en la élite no ha hecho más que consolidarse.

Aunque gran parte de su carrera ha estado vinculada a Menorca, vivió un paréntesis importante en Valencia. Allí jugó una temporada en la Primera Nacional Valenciana, una etapa que, según relata, le sirvió para crecer tanto dentro como fuera de la pista. Pero su destino estaba ligado a su tierra. El regreso al club menorquín no solo significó volver a casa, sino también reencontrarse con su entorno, su equipo y su propósito.

En conversación con HA10, Olga muestra una visión clara sobre la realidad del voleibol femenino en España. Reconoce que en la Superliga se puede vivir del deporte gracias al sueldo base que se ofrece, pero advierte de las dificultades que surgen a partir de la Superliga 2:
“El voleibol necesita tiempo”, asegura, convencida de que solo con paciencia, visibilidad y apoyo institucional el deporte podrá avanzar hacia una profesionalización real y sostenible.

Para Olga, el equipo de Menorca es mucho más que un club: es un símbolo. Es la única entidad de toda la isla, en cualquier disciplina, que compite en la máxima categoría nacional. Esa condición le confiere una dimensión social y emocional que va más allá de lo deportivo:
“Representamos a toda Menorca, y eso tiene un valor incalculable”, afirma.

Esta temporada, el equipo ha vivido uno de sus momentos más dulces tras proclamarse campeón de la Copa de la Reina, y lo hizo en casa. Pero la temporada aún no ha concluido. Ahora el objetivo es aún mayor: conquistar la liga y lograr un doblete histórico. El conjunto menorquín se enfrentará al Heidelberg, precisamente el mismo rival al que vencieron en la final copera. Llega a esta fase tras eliminar al potente CV Olímpico, y la confianza en el vestuario está en su punto más alto.

Olga Huguet, con una madurez impropia de su edad, encarna el espíritu de una isla que sueña en grande. Es el presente y el futuro del voleibol menorquín, y su historia es una prueba de que el compromiso, el esfuerzo y el amor por una camiseta siguen siendo el motor del deporte.

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José Oliver: “Se tienen que dar muchas cosas para ser campeones del mundo”

Álvaro Sutil  / 16-04-2025

 
 

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Eduardo Cadarso, el talento español triunfando en Chartres

Juan Espinosa / 16-04-2025

 
 

Eduardo Cadarso Caballero, jugador profesional de balonmano, es el claro reflejo de alguien dispuesto a sacrificarlo todo por cumplir sus sueños. En su caso, esto significa vivir lejos de su familia en un país con costumbres e idioma diferentes, pero haciendo lo que más le apasiona: jugar al balonmano a nivel profesional. En una entrevista para HA10, Eduardo compartió sus experiencias, hablando sobre las diferencias entre el balonmano francés y español, sus referentes, los momentos más difíciles de su carrera y mucho más.

Los inicios de Eduardo en el balonmano fueron a una edad temprana, cuando aún era un niño inquieto por naturaleza, lo que le llevó a practicar varios deportes. Sin embargo, el balonmano le ofreció algo especial, algo que lo hacía distinto de los demás: “Era un deporte diferente que nunca había conocido. A medida que pasaban los años, iba viendo que me lo pasaba bien, así que decidí tomármelo más en serio”, comentó.

Actualmente, Eduardo juega en la primera división francesa, concretamente en el Chartres. El cambio a otro país supuso un gran desafío para él, pero lo afrontó de manera muy positiva, “sabiendo que iban a venir cosas muy bonitas”, explicó. “Vine aquí para seguir aprendiendo, formándome como jugador y evolucionando”, añadió.

El balonmano en Francia es visto como un deporte profesional, grande y reconocido, lo que sorprendió gratamente a Eduardo desde el primer momento. “Aquí, en Francia, el balonmano está considerado como un deporte profesional y muy importante. Vayas donde vayas, los pabellones siempre están llenos”, explicó sobre la diferencia con España.

El estilo de juego de Eduardo se caracteriza por su capacidad para analizar a los rivales y detectar sus puntos débiles, lo que le permite atacar de manera efectiva. Gracias a esta habilidad, ha tenido el honor de representar a España en varias ocasiones. Sobre esta experiencia, comentó: “Poder jugar con esta camiseta es una sensación muy especial, difícil de explicar con palabras. Es algo que, cuando sucede, te dejas todo por tu país, y es una sensación increíble. Creo que todo el mundo trabaja por sentir eso.”

Cuando se le pregunta por sus referentes, Eduardo recuerda a Nikola Karabatic, su ídolo desde pequeño. “Siempre me fijé en él desde niño. Veía sus partidos y quería hacer lo mismo. Empecé a jugar con el número 33 por él, y luego las cosas salieron bien y continué con ese número”, confesó.

La carrera de Eduardo no ha sido siempre un camino fácil; ha tenido que superar momentos difíciles, como una grave lesión en la rodilla. Sin embargo, ha mantenido siempre una actitud positiva, convirtiéndose en un referente tanto dentro como fuera de la cancha. “A los jóvenes les digo que lo principal es divertirse. Cuando nos obsesionamos demasiado con algo, a veces no valoramos el proceso. Así que disfrutar es lo más importante. Yo mismo me lo repito en los días en los que las cosas no van bien o después de un mal entrenamiento. Para mí, confiar en el trabajo, en lo que hacemos, y sobre todo disfrutar, es clave. Con trabajo, constancia y esfuerzo, todo lo que tiene que llegar, llegará”, concluyó Eduardo.

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Pablo Muñoz, leyenda viva del hockey hielo español: “Somos una pequeña familia, eso nos ha permitido ganar”

Fede Scalvini / 16-04-2025

 
 

Tras toda una vida dedicada al hockey hielo y siendo uno de los pioneros de este deporte en España, Pablo Muñoz, a punto de cumplir treinta y ocho años, sigue sin conocer límites. Este año fue una pieza clave para que su club, el CG Puigcerdà, levantara su séptimo título de Liga, demostrando que la edad es solo un número. En una entrevista exclusiva con HA10, Pablo repasa su longeva y exitosa carrera en el mundo del hockey.

Natural de Jaca, Pablo nació en un entorno profundamente vinculado al deporte: su padre fue profesor de educación física. Con tan solo cuatro años dio sus primeros pasos en el hielo, iniciándose en la escuela del CH Jaca, el equipo de su localidad natal. Desde el primer momento supo que aquel era su deporte.

“De pequeño también practiqué otros deportes como el tenis o el fútbol, pero al final, el que más me divertía era el hockey y hasta hoy en día siempre le he dado mi máxima preferencia”, confiesa.

Muñoz destaca que, a pesar de llevar más de tres décadas ligado al hockey hielo, nunca ha sufrido una lesión de gravedad, algo que ha sido determinante para prolongar su carrera con éxito.

“Me siento una persona afortunada con las lesiones, me ha permitido disfrutar de muchos momentos buenos en la competición nacional, ganando títulos de Liga o Copas del Rey y también con la selección", explica satisfecho.

En cuanto a su trayectoria con la selección nacional, rememora con orgullo los mundiales conquistados en las temporadas 2009/10 y 2013/14. Especialmente significativo fue el primero, en el que lograron el ascenso a la División I. Sin embargo, guarda un recuerdo aún más emotivo del segundo campeonato.

“El mundial de 13-14 en Jaca también ganamos, pero hacerlo en casa con toda la pista llena, fue una experiencia que se queda en la memoria”, recuerda emocionado.

A nivel individual, Pablo ha cerrado la temporada entre los máximos anotadores del campeonato. No obstante, lo colectivo sigue siendo su principal motor, así como el vínculo forjado dentro del equipo, con el que esta campaña ha conquistado Liga y Copa ante el CH Jaca.

“Tenemos la suerte de tener un grupo de jugadores de gran calidad y talento, pero, sobre todo, que somos una pequeña familia, que no siempre es fácil de conseguir. Esto ha sido lo que nos ha permitido ganar los dos títulos esta temporada”, desvela orgulloso.

Fuera del hielo, Muñoz se define como una persona activa y familiar. Le gusta aprovechar al máximo el tiempo con los suyos. Sus dos hijos ya siguen sus pasos sobre los patines, y Pablo no solo se dedica a formarles como futuros jugadores, sino que también les transmite los valores que, según él, acompañan al deporte.

Respecto al estado actual del hockey hielo en España, se muestra claramente frustrado.

“El hockey como deporte es de los mejores del mundo para poder ver y disfrutar, pero por desgracia, no tenemos suficientes medios para conseguir una mayor visualización en los medios y es un pez que se muerde la cola”, explica de forma inconformista.

Por último, muestra su esperanza de que haya un punto de inflexión en un futuro cercano y que alguien se dé cuenta de verdad del potencial que tiene este deporte, y apueste por él.

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El periodista Miguel Ángel Cazorla en el Curso Superior de Periodismo en Eventos Deportivos de la APDE

Nerea Martínez  / 15-04-2025

 
 

El periodista freelance Miguel Ángel Cazorla ha visitado a los alumnos de la 25ª edición del Curso Superior de Periodismo en Eventos Deportivos de la APDE (Asociación de Periodistas Deportivos Europeos), donde ha compartido su trayectoria profesional desde que participó en la 11ª edición de este mismo curso en 2018, así como su visión sobre aspectos clave del sector, como el papel de las redes sociales en el periodismo actual.

Miguel Ángel cursó el programa entre marzo y junio de 2018, realizando coberturas de todo tipo de deportes, como fútbol, baloncesto, rugby o Fórmula 1. Fue durante esta etapa cuando comenzó a desarrollar habilidades que siguen siendo fundamentales en su trabajo, como la grabación y edición de vídeos, la redacción de artículos de actualidad o la realización de entrevistas en diferentes formatos. A la par, estudiaba el grado en Periodismo en la Universidad Rey Juan Carlos.

Tras el curso, dio el salto a Radio Marca, donde trabajó como becario en la producción de programas como “A Diario”, “Directo Marca” o “Marcador”, además de cubrir partidos de baloncesto, narrar encuentros de fútbol internacional y comentar partidos de la Euroliga, ACB y de la Selección Española de baloncesto.

Actualmente colabora con Onda Madrid, donde participa como redactor y productor en los espacios “El Enfoque en el Deporte” y “El Partido de la Una”. También narra partidos de fútbol y baloncesto, realiza conexiones informativas en “Madrid al Tanto” y “El Partido de la Onda”, y cubre los encuentros del Real Madrid como enviado a pie de campo y en zona mixta.

Durante su charla con los alumnos, Cazorla subrayó que “el 90% del periodismo deportivo actual se basa en colaboraciones”, y animó a no tener miedo a trabajar como autónomos, asegurando que “todo es empezar”. También destacó la importancia de la confianza en uno mismo: “no hay que sentirse inferior al de al lado” y recomendó aprovechar los eventos para relacionarse con otros periodistas, ya que generar contactos en el entorno profesional puede abrir puertas a futuras colaboraciones, oportunidades laborales o incluso proyectos conjuntos.

Además, hizo hincapié en la importancia de cuidar las redes sociales, pero sin obsesionarse con alcanzar grandes cifras de seguidores: “todo llegará”. En un entorno tan competitivo como el periodismo deportivo, construir una imagen profesional coherente en redes puede marcar la diferencia, pero es un proceso que requiere tiempo y autenticidad. La clave está en mostrar el trabajo propio con constancia, más que en perseguir la viralidad.

En la misma línea, aconsejó continuar cubriendo eventos deportivos una vez finalizado el curso y no dejar de solicitar acreditaciones. Mantener la presencia activa en el terreno permite seguir ganando experiencia, ampliar la red de contactos y demostrar compromiso, factores decisivos para seguir creciendo dentro del sector.

En cuanto a su experiencia en el curso, rememoró especialmente las coberturas de baloncesto, afirmando que las salidas al Real Madrid le permitieron desarrollarse en un entorno más accesible, donde predominaban las radios y había menor presencia de medios. Además, aconsejó prestar atención a los equipos más modestos, ya que es más fácil ganar visibilidad con ellos con el paso del tiempo.

Como mensaje final, animó a los alumnos a poner pasión en cada cobertura, sin importar su dimensión, y a atreverse con todo tipo de deportes, ya que “nunca se sabe cuándo vas a trabajar en uno que, aunque de primeras parezca que no te interesa, luego pueda convertirse en tu favorito”.

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El Valencia CF, un gigante dormido al borde del abismo

Manuel Ferrer Silva / 15-04-2025

 
 

El Valencia C.F. es un club histórico del fútbol español. En la memoria colectiva de los aficionados perduran momentos imborrables: las dos finales consecutivas de Champions League, los seis títulos de liga o las ocho Copas del Rey. Por Mestalla han pasado leyendas como Mario Kempes, Roberto Ayala o David Villa. Sin embargo, ese pasado glorioso parece hoy un espejismo cada vez más lejano.

A lo largo de su historia, el club ‘che’ ha atravesado episodios oscuros como el desastre de Karlsruhe, el descenso en la temporada 85/86 o la polémica venta de Mijatovic. Pero el fútbol, como la vida, no permite detenerse demasiado en el pasado: solo importa el presente. Y el presente del Valencia C.F. roza lo trágico, como una pesadilla de la que es difícil despertar.

Lo paradójico es que esta pesadilla no empezó con señales de alarma, sino todo lo contrario. La mañana del 25 de octubre de 2014, Peter Lim era recibido en Mestalla con una ovación digna de un galáctico. La afición veía en él al salvador que llevaría al club de vuelta a la élite. Diez años después, esa ilusión se ha tornado en decepción.

Desde su llegada, la situación no ha hecho más que empeorar. La gestión de Lim ha sumido al club en una decadencia deportiva y económica sin precedentes. No es casualidad que, en cada minuto 19 de los partidos en casa, la afición coree con fuerza el ya célebre: “¡Peter, vete ya!”.

Durante sus nueve temporadas completas al frente, el Valencia solo ha disputado competiciones europeas en tres ocasiones. Más allá de los resultados, lo más alarmante es la ausencia de un proyecto sólido. Sin rumbo, sin visión, sin alma. Un club sin dirección difícilmente puede atraer talento ni construir un futuro. Y mientras la directiva permanece ajena a la realidad, son los canteranos los que mantienen vivo el orgullo ‘che’, a base de esfuerzo y sentimiento.

La realidad es tozuda: el Valencia ha cambiado de categoría en el panorama futbolístico. Ya no es ese aspirante habitual a la Champions que luchaba por títulos. Hoy celebra con entusiasmo estar diez puntos por encima del descenso. Su gran noche es aquella en la que logra plantar cara a uno de los equipos de la zona alta.

Nadie puede predecir qué le depara el futuro a este histórico del fútbol español. Pero sí está claro quiénes son los responsables de haber llevado al club a esta situación. Dicen que para solucionar un problema hay que identificar su origen. Tal vez ya sea demasiado tarde. Tal vez el Valencia tenga que atravesar más años de oscuridad, de abismo, de pesadilla. Pero la historia enseña que incluso los gigantes dormidos pueden despertar.

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Martín Presa: “Con el estadio que tenemos, el Rayo estaría fuera del fútbol profesional"

Jesús Mesa y Álvaro Sutil / 15-04-2025

 
 

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La historia de Pau Fer, el jugador que entró en la Kings League por probar suerte y que ahora trasciende el juego

Jesús Mesa / 14-04-2025

 
 

Los amantes de la Kings League disfrutan cada domingo de la magia de Pau Fernández. En una entrevista exclusiva concedida a HA10, el jugador de Jijantes repasa su trayectoria y nos cuenta el impacto que la novedosa competición fundada por Gerard Piqué ha tenido en su vida.

Como suele ser habitual, Pau Fernández —más conocido como Pau Fer— jugaba al fútbol desde niño. Lo hacía en uno de esos campos tan familiares: 105 metros de largo por 68 de ancho, cubiertos de césped, con gradas llenas de vecinos del barrio que, cada fin de semana, acudían fielmente a su cita con el fútbol amateur. Un entorno cargado de cercanía y pasión. Sin embargo, a finales de 2022, el destino le tenía preparado un giro inesperado. Aunque él aún no lo sabía, su vida estaba a punto de cambiar con la irrupción de la Kings League.

Mandó un vídeo junto a sus amigos, simplemente por probar suerte, sin expectativas. Pero tras ser seleccionado y comprobar que el proyecto tenía potencial real, su percepción cambió por completo. Las pruebas no fueron un simple trámite: la presión por destacar, la presencia de multitud de cámaras y la fuerte competencia convirtieron aquel día en una experiencia exigente. “Había mucha tensión”, recuerda el centrocampista.

Con dos años de experiencia a sus espaldas, Pau destaca el papel fundamental que ha jugado la audiencia en su crecimiento como futbolista. Hace especial hincapié en la pasión de las aficiones, sobre todo la de PIO, su primer equipo en la Kings League: “Están locos”, comenta entre risas. En un deporte donde lo emocional puede cambiar dinámicas, contar con un respaldo así impulsa a los jugadores a dar su mejor versión. Para Pau, gestos tan sencillos como regalar una espinillera pueden significar mucho: “Aunque no seas nadie para todos, eres alguien para alguien", reflexiona.

En cuanto a su relación con las redes sociales, el jugador de Jijantes reconoce que ha evolucionado notablemente en este tiempo. De no estar familiarizado con ellas, ha pasado a enfocar su presente y futuro en la creación de contenido. Junto a Bruno Gumá, lidera Inside Docs, un proyecto que busca mostrar la parte más humana de los deportistas de élite. “Queremos hacer un tipo de contenido que aporte algo al espectador, pero sin perder nuestra esencia, que es la broma”, explica. Además, colabora con diferentes marcas en el desarrollo de su imagen. “Todos tenemos una historia, y contarla bien es súper importante. Realmente creo en ello”, añade convencido.

A pesar de la enorme visibilidad que otorga la Kings League, Pau aclara que el sueldo en esta competición “no da para vivir”. No obstante, destaca que ofrece algo único: “Da visibilidad y la oportunidad de jugar en muchos estadios”, algo que considera un privilegio por el que hay que estar “totalmente agradecido”.

Como en tantos otros deportes, las supersticiones también forman parte del día a día. Pau no se define como supersticioso, pero admite que tiene ciertos rituales que le ayudan a concentrarse: aparcar siempre en el mismo sitio, lavarse los dientes antes de cada partido y realizar un pequeño juego con los pies antes de saltar al terreno de juego.

Tras su paso por PIO, fue fichado por El Barrio, el equipo dirigido por el periodista y tiktoker Adri Contreras, que desembolsó 90 millones (ficticios, por supuesto) por el futbolista. En las filas azulonas, Pau encontró el equilibrio psicológico que antes no tenía: “Te das cuenta de que esto es un juego, y que hay muchas cosas que escapan a tu control”.

Su mejor momento en la Kings League llegó al clasificarse para las finales celebradas en el estadio Riyadh Air Metropolitano, tras eliminar precisamente a Jijantes, su actual equipo. Una experiencia con la que sueña cualquier jugador. A pesar de haber fallado su penalti en la tanda del último partido ante XBuyer Team y acabar perdiendo, Pau afirma que el grado de satisfacción alcanzado ese día fue incomparable, y que lo recordará con orgullo cuando llegue el momento de dejar la liga.

Mirando al futuro, Pau quiere seguir creciendo y formándose. Profesionalmente, se ve aún un tiempo más en el Cupra Arena: “Creo que me quedan uno o dos años más en la Kings”, asegura. Le atrae especialmente la idea de disputar partidos en algún estadio andaluz. En lo personal, su objetivo es seguir transmitiendo sus valores aprovechando el altavoz que le brinda esta competición. Ya ha impartido algunas charlas a adolescentes, abordando temas como la adicción al móvil: “Decirle a alguien que no use el móvil no tiene sentido. Mi único objetivo es que cada uno reflexione y forme su propio criterio”.

Respecto al futuro de la Kings League, Pau es optimista: cree que tiene un largo recorrido por delante y revela que “se va a expandir a muchos países”. Confía plenamente en que el éxito se mantendrá, gracias al liderazgo cercano de Gerard Piqué y al trabajo de los presidentes, a quienes considera “la clave que hace funcionar todo el engranaje”.

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De Sevilla al éxito, Elías Beltrán y la discusión que cambió su vida

David Muriana / 12-04-2025

 
 

Elías Beltrán está viviendo una temporada de ensueño con el Peñíscola FS. El equipo ya ha levantado la Copa de España y se ha clasificado para la Final Four de la Copa del Rey, en uno de los momentos más brillantes de su historia reciente. A nivel individual, el jugador sevillano no se queda atrás: acumula una buena cantidad de minutos, goles y asistencias, todo ello mientras arrastra una lesión sufrida durante la Copa de España. “Estoy jugando mucho, aportando al equipo, y eso siempre motiva. A pesar de la lesión, trato de darlo todo cada vez que salgo a la pista”, asegura en declaraciones a HA10.

Su relación con el fútbol sala no fue inmediata, pero sí fulminante. Elías comenzó jugando a fútbol once, tanto en el equipo de su pueblo como en las categorías inferiores del Real Betis. Sin embargo, una discusión y la negativa del club a otorgarle la carta de libertad marcaron un punto de inflexión: “Probé el fútbol sala casi por obligación, pero terminé enamorándome del deporte”.

Dejar Sevilla no fue fácil. La llamada del Murcia llegó en varias ocasiones, aunque no fue hasta los veinte años cuando decidió dar el paso. “Me llamaron varias veces, pero no me veía preparado para el cambio. Al final, no quería quedarme con la duda y me lancé a vivir la experiencia. Al principio me costó mucho: era muy joven, me fui solo a Murcia y dejé en Sevilla a mis padres y a mi pareja, pero logré adaptarme”, recuerda.

En su trayectoria ya luce un palmarés notable, aunque hay momentos que guarda con especial cariño. “Si tengo que elegir uno, me quedo con el debut con el Murcia, ya con ficha del primer equipo, en la Supercopa de España contra el Inter, en 2026, en Antequera. Ganamos ese partido… eso no se olvida”.

El calendario aprieta y el próximo rival no es otro que el Murcia, un partido que llega con sabor especial: “Siempre es especial enfrentarme a ellos. Estuve siete años allí, el entrenador fue mi míster en el filial, conozco al encargado del material… le tengo cariño al club. Es un partido complicado, pero tengo muchas ganas de hacerlo bien”.

Después llegarán Jaén y Barça, dos duelos clave en la pelea por los puestos altos: “Tenemos un calendario complicado. Murcia y Barça en casa, y Jaén fuera, que es un rival durísimo. Vamos a pelear con todo para sacar los mejores resultados”.

Sobre fenómenos mediáticos como la Kings League, Elías también se muestra cercano y abierto a nuevas experiencias: “Sí que la sigo y, claro que me animaría a jugar. Me encantaría probarla, aunque la última palabra la tiene el club. Me daría igual el equipo, ya sea DjMaRiiO, Ibai, TheGrefg o los hermanos Buyer”.

El Peñíscola FS marcha segundo en la Liga Nacional de Fútbol Sala, con los playoffs asegurados. La pregunta inevitable es si hay alguna promesa si llegan a levantar el título. Elías, entre risas, lo tiene claro: “No tengo ninguna promesa hecha… siempre me ha ido bien así, y lo que va bien, no se cambia”.

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Juanjo Lacalle, la sombra imprescindible detrás del éxito de los Sainz

Pablo Sánchez / 11-04-2025

 
 

En el mundo del motor hay figuras que, aunque no siempre acaparan los focos, desempeñan un papel crucial en las carreras deportivas de los grandes campeones. Uno de esos nombres es el de Juanjo Lacalle, cuya vida ha estado estrechamente ligada a la de los Sainz, tanto padre como hijo. Ya retirado, Juanjo nos ha concedido una entrevista exclusiva para HA10 para contarnos más sobre su trayectoria, sus recuerdos y su pasión por el automovilismo.

La afición de Juanjo por el mundo del rally comenzó, como él mismo relata, “desde muy pequeño, en un verano con mis padres en Baiona. Pasó por allí el Rally Rías Baixas y ahí fue cuando me enteré de que este mundo existía, y desde entonces, hasta el día de hoy”.

¿Y cómo comenzó su relación con Carlos Sainz? El propio Juanjo nos lo cuenta: “En un campamento coincidí con un amigo del cole que vivía al lado de los Sainz. Un día me invitó a su casa, donde me encontré con la hermana mayor de Carlos. Desde entonces, cuando yo tenía doce años y él también, hasta hoy, con 62”.

Desde que Carlos Sainz padre dio sus primeros pasos en la competición, Juanjo fue su copiloto, su mánager y su confidente. Juntos superaron desafíos que pusieron a prueba tanto su talento como su capacidad de sacrificio.

En el deporte no siempre se gana, y Juanjo también guarda momentos difíciles en su memoria. “El día que peor lo he pasado y del que peor recuerdo tengo es aquel en el que perdimos el Campeonato del Mundo en el último tramo del rally”, confiesa con sinceridad.

Aun así, Lacalle no duda en afirmar que, si tuviera que repetir su carrera, lo haría sin pensarlo. Ha sido testigo directo de las dos coronas mundiales de rallies de Carlos Sainz, de sus cuatro victorias en el Dakar y de la consolidación de Carlos Sainz hijo en la Fórmula 1, habiendo pasado por varios equipos punteros. “No lo dudaría ni un instante”, asegura con convicción.

Pese a todos estos logros, Juanjo todavía guarda una ilusión por cumplir: “Poder ver a Carlos Sainz hijo ser campeón del mundo de Fórmula 1 algún día”.

Hablando del presente, reflexiona también sobre la evolución del automovilismo: “La forma de conducir que tenían los rallies en su día no tiene nada que ver con la actual, por el tipo de asistencias que tienen ahora los coches. Y lo mismo sucede con la Fórmula 1, que está en constante cambio. No se puede comparar un coche de hace 20 años con uno de hoy”.

Durante la conversación, Juanjo también compartió una anécdota que ilustra la crudeza de este deporte. Ocurrió durante el Rally de Australia de 1991: “Tras un montón de volteretas por el aire, el coche cayó. Yo fui el primero en abrir la puerta a Carlos. Me dijo que si no ponían el techo más duro no se volvería a subir a un coche. Pensé que estaba mal de la cabeza por el golpe. Pero más tarde, en el hotel, un periodista italiano me enseñó unas imágenes donde se veía a Carlos golpeando con la cabeza el suelo, fuera del coche. Se le había roto el cinturón en el accidente. Ahí entendí lo que me dijo sobre el techo”.

Hoy en día, Juanjo dedica su tiempo a asesorar a jóvenes promesas del automovilismo, orientándoles según sus habilidades y su talento. Sigue siendo una figura llena de ilusión, comprometida con dar visibilidad a este deporte y animar a las nuevas generaciones a que no tengan miedo de dedicarse a él.

En resumen, Juanjo Lacalle representa a la perfección la figura del mentor en el automovilismo. Su entrega y su compromiso con los Sainz han sido fundamentales en la construcción de dos carreras legendarias. Su historia es un recordatorio de que, detrás de cada campeón, hay personas discretas pero esenciales que, desde la sombra, guían el camino hacia la gloria.

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Cristian Eusse, invicto y determinado: "La disciplina marca la diferencia"

Álvaro Sutil / 11-04-2025

 
 

Cristian Eusse, invicto sobre el ring, se ha consolidado como una de las grandes promesas del boxeo español. Con esfuerzo, constancia y una mentalidad de acero, el joven luchador es hoy un ejemplo de superación en un deporte que aún arrastra ciertos prejuicios. En una entrevista para HA10, Eusse repasa sus inicios, las claves de su éxito y lanza un mensaje claro sobre la estigmatización que rodea al boxeo.

Diez combates, diez victorias —siete de ellas por K.O.— son las impactantes cifras que avalan la trayectoria de “Eusse”. ¿Su fórmula? Disciplina, entrenamiento, correr a diario y mantener una alimentación cuidada. "La motivación va y viene, pero la disciplina es lo que debes mantener. Eso es lo que marca la diferencia", afirma con contundencia el boxeador de L’Hospitalet.

Sus primeros guantes los calzó en su propio barrio, influenciado por sus amigos. Empezó boxeando en portales y parques hasta que dio el paso de inscribirse en el gimnasio Gallego Prada, donde empezó a entrenar de forma seria y a pulir su talento.

Entre sus referentes destaca al legendario Floyd Mayweather a nivel internacional. Pero también ha tenido figuras muy cercanas que le han inspirado, como Moussa Gholam. Verle competir, compartir entrenamientos y aprender a su lado ha sido clave en su formación. "Es un ejemplo a seguir para mí", reconoce.

Recuerda con claridad su primera vez sobre un ring: los nervios estaban presentes, pero los interpreta como una señal positiva. "Los nervios aparecen cuando algo te importa de verdad. En cada combate los tengo, porque quiero hacerlo bien y ganar", explica.

Su debut como profesional lo guarda como uno de los momentos más especiales de su vida: "Fue algo que nunca imaginé vivir, y hacerlo en mi ciudad, rodeado de mi gente, lo hizo inolvidable".

Aunque no tiene un rival concreto en mente, Eusse deja claro que está preparado para cualquier desafío. "Soy boxeador y me gusta pelear. Quiero que se vea mi verdadero nivel", afirma con determinación.

Más allá del ring, lanza una crítica constructiva hacia la imagen que se tiene del boxeo. "Muchos creen que esto va solo de subirse a pegarse, pero detrás hay mucho sacrificio. No siempre el esfuerzo se ve recompensado, y eso se agrava con la falta de apoyo de las televisiones o de las instituciones públicas", señala. “Organizar un evento de boxeo es carísimo, y los promotores no pueden asumirlo todo sin respaldo”.

Cristian Eusse representa a una nueva generación de boxeadores que luchan dentro y fuera del cuadrilátero: por sus sueños, por su deporte y por el reconocimiento que merece.

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Óscar Fernández, de las pistas de esgrima a la formación de la siguiente generación

Nerea Martínez / 10-04-2025

 
 

Aunque ya retirado de la alta competición, Óscar Fernández Albarracín sigue profundamente vinculado al deporte al que ha entregado más de cuarenta años de su vida. En una entrevista para HA10, nos revela los motivos por los que ahora se dedica a formar a las nuevas generaciones de esgrimistas, además de compartir anécdotas y reflexiones sobre su trayectoria.

Su historia con la esgrima comenzó casi por casualidad, durante su etapa en el instituto. “Un día fui a llevarle la ropa a mi hermano, que ya practicaba este deporte. Entré en la sala… y desde aquel momento no volví a salir”, recuerda con una sonrisa. Así nació una pasión que, décadas después, sigue muy viva.

Su arma fue (y continúa siendo) la espada, con la que logró participar en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988 y Atlanta 1996, así como en numerosas Copas del Mundo. Más adelante, compitió en el Campeonato del Mundo de Maestros de Armas celebrado en Alemania en 2002.

“A diferencia de otras, la espada es un arma más reflexiva. Desde fuera parece más tranquila, aunque los movimientos son igual de rápidos”, explica. Sus palabras reflejan que la paciencia, la estrategia y la lectura del rival son claves en esta modalidad.

Sobre la situación actual de la esgrima en España, Óscar es claro: “Está a un nivel muy bajo. Hay un gran desarrollo en las categorías inferiores, pero falta continuidad en las nacionales y, sobre todo, maestros con experiencia”. La brecha entre la base y la élite es, según él, uno de los grandes desafíos del deporte.

Desde su experiencia, lanza un consejo a quienes sueñan con llegar lejos: “Que hagan de su afición una pasión, y que le echen horas”. El camino al alto nivel, asegura, requiere entrega total.

Hoy, como maestro, encuentra su mayor motivación en transmitir la técnica que a él le llevó tan lejos: “Lo mejor de ser maestro es la pedagogía de la enseñanza, ver cómo aplican lo que les enseñas”. Entre risas, admite que lo más frustrante es saber que sus alumnos no vivirán el mismo contexto y tiempos que a él le tocaron.

Al preguntarle por un recuerdo que reviviría si pudiera, no duda: su primera final en una Copa del Mundo. “Me enfrenté a un tirador francés, campeón del mundo y campeón olímpico. Fue un asalto muy decisivo en mi carrera… y conseguí la victoria”. Un momento que, sin duda, marcó su vida deportiva.

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Jorge Alonso, campeón mundial de piragüismo: “La clave está en la constancia”

Yanira Rubio / 10-04-2025

 
 

Con tan solo once años y gracias a la cercanía del río Carrión, Jorge Alonso dio sus primeras paladas en el piragüismo. El palentino, que residía en la zona de la Catedral, comenzó a interesarse por este deporte al observar cómo la generación dos años mayor que él lo practicaba de forma habitual. Aquel verano decidió probar suerte con el remo, y poco después se apuntó oficialmente al club.

Antes de dedicarse al piragüismo, Jorge practicó otros deportes, como el fútbol, pero pronto se dio cuenta de que lo que realmente le apasionaba era competir, y qué mejor medio para hacerlo que en plena naturaleza. No empezó solo: sus hermanos ya se habían adentrado en este deporte. Sin embargo, su mayor inspiración fue su compañero de equipo Santiago Guerrero, tres años mayor, quien ya destacaba en campeonatos autonómicos cuando Jorge daba sus primeros pasos.

Su mayor logro llegó en el año 2000, cuando se proclamó campeón del mundo en la modalidad de maratón en Canadá. No obstante, la prueba más especial para él fue el Descenso Internacional del Sella en 2007. A pesar de no ser su título más prestigioso, lo vivió con gran emoción por la magnitud del evento —entre 200.000 y 300.000 espectadores— y por el hecho de ser televisado en una época en la que la televisión comenzaba a volcarse con el deporte.

Lo que le mantuvo enganchado al piragüismo fue su progresión. Desde joven se situó entre los dos o tres mejores de Castilla y León, lo que en aquel momento equivalía a estar entre los cinco primeros del país. Al llegar a la categoría sénior, surgieron dudas por el cambio de distancia, pero en 1999 decidió centrarse en la modalidad de maratón, disciplina en la que compitió hasta 2010.

El final de su carrera no fue sencillo. A partir de 2011, empezó a notar el desgaste físico y redujo su presencia internacional para centrarse en el panorama nacional, donde colgó el remo definitivamente en 2013. Sin embargo, su vínculo con el piragüismo no se rompió. De las diez sesiones semanales que realizaba en su etapa profesional, pasó a entrenar entre tres y cuatro por puro placer. Ya no compite regularmente, salvo en modalidad K4 si su club lo necesita o si le apetece participar.

Afortunadamente, nunca sufrió lesiones graves que lo apartaran durante largos periodos. Siempre contó con buenos médicos y, aunque el trabajo muscular era la parte del entrenamiento que menos disfrutaba, la cuidó con rigor. A pesar de su buen estado de forma, recuerda con especial dureza el campeonato del mundo de 2002, que se le hizo especialmente cuesta arriba.

El piragüismo ha sido siempre un deporte poco reconocido, pero exige sacrificio, disciplina y una entrega total: “Aquí no puedes esconderte detrás de un equipo. Si uno rema flojo, la piragua va despacio”, asegura Jorge. Aun así, valora que el piragüismo español atraviesa uno de sus mejores momentos, con referentes como Saúl Craviotto a la cabeza.

En este sentido, HA10 ha sido testigo del crecimiento de este deporte y del impacto de figuras como Jorge, quienes han demostrado que, con esfuerzo y dedicación, el piragüismo puede llegar a ser un deporte de élite.

Su consejo para los más pequeños que se inician es claro: “Tranquilidad y constancia. No hay atajos para llegar lejos”.

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Cristina García, bajo palos y con los pies en la tierra: “Soñar con el título está bien, pero vamos partido a partido”

Marcos Iglesias / 09-04-2025

 
 

Desde pequeña, Cristina García supo que su lugar estaba en la portería. A los ocho años, en las actividades extraescolares de su colegio, comenzó a jugar al fútbol, compartiendo equipo con chicos. Aunque reconoce que aún persisten ciertos estereotipos en torno al fútbol femenino, en su caso siempre se sintió acogida. “Me integraron muy bien, nunca me hicieron sentir diferente”, recuerda.

El fútbol sala ha sido siempre su gran pasión, aunque también probó suerte en el fútbol 11. En esta modalidad llegó a formar parte de la selección cordobesa y, más adelante, de la selección andaluza, siempre como portera. De aquella etapa conserva una anécdota que hoy recuerda entre risas: “La primera vez que me convocaron se me olvidaron los guantes y las botas”, comenta divertida. A pesar de estas experiencias, nunca dejó de sentir que el fútbol sala era su verdadero lugar.

La inspiración le vino desde casa. Su hermano, también guardameta, fue su gran referente. “Quería seguir sus pasos. Lo veía jugar y pensaba: ‘yo quiero estar ahí, hacer lo mismo que él’”, cuenta. Hoy, Cristina es mucho más que una portera: es una líder consolidada en el Roldán, equipo de la Primera División femenina de fútbol sala.

Desde su posición bajo palos, destaca la importancia creciente de la estrategia. “Se entrena muchísimo la parte táctica, más aún ahora con la nueva norma que impide sacar directamente de campo a campo sin que el balón bote primero. Nuestro entrenador, Kirian, le da mucho peso a ese aspecto”, explica. Para ella, el trabajo meticuloso en los entrenamientos es clave para competir al más alto nivel.

Su trayectoria profesional comenzó pronto. Con tan solo dieciséis años ya defendía la portería del CajaSur Córdoba. Desde entonces ha pasado por clubes como Estudiantes de Sevilla, UCAM Murcia y Alicante, hasta encontrar estabilidad en el Roldán, donde forma parte de un equipo con aspiraciones ambiciosas.

Actualmente, el conjunto murciano se encuentra en puestos de playoff por el título, aunque Cristina prefiere mantener los pies en el suelo. “Hay que ir paso a paso. Aún nos quedan seis jornadas y queremos centrarnos en eso. El nuevo formato abre mucho las posibilidades, pero no debemos confiarnos”, señala con cautela.

El sueño de conquistar el campeonato liguero está presente, y no solo por lo deportivo. “Sería algo muy bonito para el pueblo, muy especial. Ya vivimos algo increíble cuando llegamos a la final de la Copa de la Reina en la temporada 2022-2023. La afición nos recibió como heroínas. Imagínate lo que sería ganar la liga”, afirma la cordobesa. Ese título sería el segundo en la historia del club, tras el conseguido en 2018, y Cristina está decidida a seguir luchando para que ese sueño se repita.

Con humildad, trabajo y una firme vocación bajo los tres palos, Cristina García se ha convertido en un pilar dentro y fuera de la pista. Su historia, recogida por HA10, refleja la de muchas deportistas que, con esfuerzo y pasión, siguen dejando huella en el deporte femenino español.

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Jaime Capillas, del hielo al corazón del hockey español

Fede Scalvini / 09-04-2025

 
 

Con solo veinticuatro años recién cumplidos, Jaime Capillas se ha consolidado como una de las figuras más prometedoras del hockey hielo en España. Esta temporada ha sido clave en el CH Jaca, su club de toda la vida, y ha dado el salto a la selección nacional, confirmando una trayectoria que, aunque joven, ya es digna de admiración.

El deporte siempre estuvo presente en su entorno familiar. Su padre fue jugador y hoy continúa vinculado como entrenador. En 2007, con motivo de los Juegos Olímpicos de la Juventud en Jaca, se construyó una nueva pista de hielo. Aquel evento fue el impulso definitivo para Jaime, que dio sus primeros pasos sobre el hielo gracias a la influencia paterna.

“A raíz de eso, por lo que me había inculcado mi padre, empecé a probar el hockey. Desde el primer momento me encantó y quise seguir. A día de hoy, no lo he dejado”, recuerda.

Durante un tiempo compaginó el hockey con el fútbol, deporte que practicaba en un equipo local, pero con el tiempo se decantó por completo por el hielo. Así empezó una carrera que ya suma quince años de dedicación.

“Me describiría como un chico que se esfuerza, al que le gusta todo tipo de deportes. Soy un deportista que disfruta jugando a todo”, afirma convencido.

Capillas asegura que está viviendo uno de sus mejores momentos. El CH Jaca vuelve a levantar títulos y la selección nacional también avanza, dos señales claras de que el trabajo está dando frutos.

“Estos años están marcando el inicio de mi carrera. Después de un tiempo sin ganar títulos, hemos vuelto a hacerlo tanto con el club como con la selección, y eso me motiva muchísimo”, confiesa.

A nivel individual, se siente cómodo y en forma, aportando goles y asistencias. Sin embargo, su foco está puesto en los objetivos colectivos.

“Los objetivos con el Jaca son ganar todas las competiciones. Con la Liga Ibérica en marcha, si continúa el año que viene, habría tres títulos en juego. El objetivo colectivo es luchar por los tres”, explica.

Su experiencia con la selección también es motivo de orgullo. Hace un par de años vivió el ascenso a Primera B, un grupo donde todas las selecciones, salvo la española, son profesionales. Pese a la dificultad, consiguieron mantenerse.

“Conseguir la permanencia era el objetivo más claro. Estar en ese grupo es un privilegio, y competir contra selecciones profesionales nos exige al máximo”, cuenta.

Fuera del hielo, Jaime lleva un estilo de vida activo. Le gusta practicar otros deportes, ir al gimnasio y pasar tiempo con su familia y amigos. Esa rutina lo mantiene equilibrado y con la mente despejada.

Sobre el futuro del hockey en España, es realista, pero también esperanzador.

“Estamos lejos de que sea un deporte profesional, pero la evolución ha sido muy buena. Estar en el Mundial, en la división en la que estamos, ya dice mucho”, comenta. “Si este año volvemos a lograr la permanencia, creo que se le dará más visibilidad al hockey español”.

Desde HA10, seguimos de cerca la evolución de un jugador que ha hecho del esfuerzo y la pasión su bandera. Jaime Capillas representa el presente del hockey hielo en España, y su futuro apunta alto.

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De las botas al gorro, la historia de Álex Andión, MVP de las finales de la Nordic League

Jesús Mesa / 08-04-2025

 
 

El waterpolo y Álex Andión solo se entienden si van de la mano. A los doce años, el joven deportista gallego colgó las botas de fútbol para calzarse las chanclas y lanzarse a la piscina. En una entrevista exclusiva con HA10, el actual jugador del Tenerife Echeyde nos cuenta las experiencias que han forjado una carrera que, por ahora, no parece tener techo.

Como tantos niños, Álex empezó a jugar al fútbol a los tres años en el club Portero 2000, de su ciudad. Sin embargo, nunca llegó a establecer un vínculo real con ese deporte. Le incomodaba que “todos quisieran ser Messi” y sentía que “las expectativas estaban por encima de la realidad”. En medio de ese desencanto, dos figuras resultaron clave: un compañero de equipo que también jugaba al waterpolo y un primo que era guardameta del Club Waterpolo Pontevedra. Ellos encendieron la chispa.

Así fue como, con solo doce años, Andión se lanzó a la piscina y, una vez dentro, ya no quiso salir. Animado por su entrenador Kike Ordóñez y arropado por un ambiente donde se sentía verdaderamente cómodo, descubrió que lo suyo era el agua. Inició entonces un proceso de crecimiento que lo llevó, con apenas quince años, a debutar tanto con el equipo juvenil como con el absoluto, bajo la tutela de Javi de Saa, el técnico que continuó su formación.

Un año después, el Sabadell llamó a su puerta. Fue a través de Ferran Plana, en contacto con Ordóñez, tras unos entrenamientos organizados por la Federación Gallega en tierras catalanas. Pero no todo fue tan sencillo. Se abría un dilema importante para un adolescente como él: de un lado, la ilusión; del otro, el vértigo de dejar atrás su vida para emprender un camino totalmente nuevo. En medio de todo, la responsabilidad de tomar una decisión que marcaría su vida.

No estuvo solo, eso sí. La ayuda de un psicólogo deportivo y el apoyo incondicional de sus padres fueron su gasolina en aquella etapa. Tras un periodo de reflexión, llegó el momento de elegir su futuro, y la valentía propia de los jóvenes pesó más que el miedo. No fue nada fácil: “La decisión más dura fue separarme de mi familia”, confiesa, aunque no se arrepiente: “Lo que he vivido ha sido, a nivel personal, muy enriquecedor en todos los aspectos”.

El fichaje por el conjunto sabadellense fue un auténtico punto de inflexión. Supuso “dar un salto muy importante en lo deportivo y madurar como persona”. Esa etapa vino acompañada de grandes logros, como la conquista de la Eurocup en 2022. Tras su paso por el Sabadell, firmó por el Rubí y, actualmente, milita en el Tenerife Echeyde, a las órdenes de Albert Español, con quien comparte una curiosa anécdota: cuando Álex tenía apenas doce años, coincidieron en un campeonato en Zaragoza—él participaba en un torneo alevín y Albert estaba allí con la selección—. Se tomaron una foto. En aquella imagen, pupilo e ídolo; a 7 de abril de 2025, técnico y jugador. Otro ejemplo de cómo la vida puede dar giros inesperados.

Hoy, su papel en el equipo isleño es cada vez más determinante. En 2024, ganó la Nordic League siendo uno de los grandes protagonistas, algo que quedó refrendado con el premio al MVP en las finales.

El waterpolo es el epicentro de su vida, pero Álex siempre ha tenido claro que debía equilibrarlo con la universidad. Su rutina diaria incluye dos entrenamientos —uno matutino, de más de tres horas, y otro por la noche—, y dedica el resto del tiempo a sus estudios en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. “Lo más complicado es compaginar todo en épocas de exámenes o cuando hay asignaturas que requieren más esfuerzo mental”, nos confiesa. Pero para el atleta pontevedrés no hay obstáculo que no se pueda superar.

Además, lamenta que el waterpolo no tenga la visibilidad que merece. Reconoce que, en ocasiones, resulta frustrante que tanto sacrificio no se vea recompensado. En ese sentido, sugiere que el deporte podría dar un gran salto si contara con más apoyo económico, respaldo institucional, presencia mediática y mejores instalaciones, especialmente fuera de Cataluña, donde se concentra gran parte de la actividad.

Álex afronta el tramo final de la temporada con ambición y con objetivos muy claros: dar el máximo en cada competición y seguir creciendo como jugador. Y, por qué no, alcanzar algún día el sueño de representar a la selección. Trabajo no le falta. Perseverancia, tampoco.

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Levy Kibet Chematot vuela sobre el suelo de Madrid en una edición de récord

David Muriana / 08-04-2025

 
 

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Emmy Jepkemboi gana por primera vez una Medio Maratón y es en Madrid

Yanira Rubio / 08-04-2025

 
 

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José de Toledo: “Si pudiera ganarme la vida con el balonmano no hubiera salido de Brasil”

Leo Rey / 07-04-2025

 
 

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Beatriz Gaete, una vida sobre ruedas del hockey patines chileno al sueño español

Simón Piñeiro Blanch / 05-04-2025

 
 

Desde muy pequeña, Beatriz Gaete sintió una conexión especial con el hockey patines. A los once años, mientras aún estaba en el colegio, comenzó a interesarse por este deporte. Su primera experiencia fue con el equipo escolar y, más adelante, cuando el hockey patines femenino empezó a consolidarse en clubes, se incorporó a un equipo adulto. Aunque al principio no sabía patinar, su entusiasmo y perseverancia la llevaron a enamorarse de una disciplina que hoy define como “muy completa, con mucha coordinación física y mental”, contó a HA10.

El recorrido de Beatriz en el hockey patines comenzó en su país natal, Chile. A los trece años ya formaba parte de la selección nacional, en una época en la que el hockey patines femenino era minoritario y las oportunidades escasas. “Desde el principio tuvimos que luchar para poder jugar contra todo el mundo”, recordó. A pesar de la escasa preparación comparada con selecciones más consolidadas, el esfuerzo y la determinación del equipo chileno les permitieron conseguir logros destacados en el ámbito internacional.

El salto a España marcó un antes y un después en su carrera. Llegar a un país donde el hockey patines se vive con mayor intensidad supuso enfrentarse a un nivel de exigencia más alto. “Estar lejos de la familia y empezar una nueva vida no fue fácil, pero el nivel de exigencia en España te hace mejorar cada día”, explicó. Pese a los desafíos personales y profesionales, Beatriz supo adaptarse y consolidarse como una jugadora de alto nivel en un entorno competitivo.

A lo largo de su carrera, ha vivido momentos inolvidables con la selección chilena. Entre sus mayores hitos destacan los terceros puestos conseguidos en los Mundiales de 2014 y 2019. “Fue una experiencia preciosa y una sorpresa, porque éramos un equipo muy joven”, destacó. También guarda un recuerdo especial del Mundial de 2016, celebrado en su país: “Aunque los resultados no nos acompañaron, mi rendimiento fue más que bueno. Además, poder disfrutarlo en casa fue un plus”.

En el ámbito de clubes, Beatriz aún tiene sueños por cumplir. El más importante: conquistar la Copa de la Reina. “Me encantaría jugar y ganarla. Es una meta que tengo pendiente y por la que sigo trabajando”, confesó.

Sobre la pista, destaca por su intensidad y su capacidad para generar juego desde la defensa. Su visión táctica y liderazgo la convierten en una pieza clave en cualquier equipo, no solo por su rol defensivo, sino también como creadora de juego.

Jugar en Chile y en España ha supuesto experiencias muy distintas para ella. En su país natal, disfrutaba del calor del hogar y de compartir pista con amigas; en España, el alto nivel competitivo la ha obligado a superarse cada día. “Lo mejor de Chile era jugar con mis amigas y sentir el calor de casa. En España, en cambio, la intensidad del juego te exige más y más a diario”, expresó.

Con una trayectoria marcada por el esfuerzo, la adaptación y la pasión, Beatriz Gaete ha demostrado que el hockey patines es mucho más que un deporte: es su forma de vida. Ha competido con los mejores equipos del mundo, enfrentando cada obstáculo con determinación y entrega.

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Mario Tenorio, de Jerez a la élite del waterpolo con esfuerzo y pasión

Laura Solier / 05-04-2025

 
 

El jugador de waterpolo Mario Tenorio nos cuenta, en una entrevista en exclusiva para HA10, su trayectoria profesional, sus experiencias y algunos consejos para quienes sueñan con llegar lejos en este deporte.

Todo comenzó en un curso de natación en la piscina de su ciudad natal, Jerez de la Frontera. Un día, los ojeadores del Club Waterpolo Jerez se fijaron en él al observar su habilidad en el agua y que era zurdo, un perfil muy valorado en este deporte. A partir de ahí, decidió probar, le gustó... y con solo diez años, comenzó su camino en el waterpolo.

Sus padres querían que practicara algún deporte acuático, y él, con una personalidad muy competitiva, encontró en el waterpolo su lugar. Lo que más le atrapó, recuerda, fue el equipo con el que empezó: lo acogieron con cariño y rapidez, algo que valora profundamente y por lo que se siente afortunado.

Rememora con ilusión su primer partido: fue en el Campeonato de Andalucía, en Sevilla, cuando aún era alevín. Vivió aquella experiencia con inocencia, muchas ganas, nervios y una enorme motivación por competir.

Ser zurdo es, sin duda, una ventaja para él, especialmente en su posición. En la División de Honor apenas hay dos jugadores zurdos, incluido él, lo que convierte ese detalle en un gran valor añadido.

Un dato curioso: nunca se ha fijado en jugadores de waterpolo como referentes, pero sí en deportistas de otras disciplinas, como Rafael Nadal, por su mentalidad y ética de trabajo.

El punto de inflexión en su carrera llegó cuando tenía catorce años: el Club Natació Barcelona se interesó por él y le ofreció la oportunidad de incorporarse a su equipo. Fue un gran salto en su vida: dejó Jerez y se trasladó a Barcelona para dedicarse plenamente al waterpolo. Posteriormente, jugó durante seis años en el Club Sant Andreu, y desde hace dos temporadas forma parte del Club Mediterrani.

De cara al futuro, Mario se marca como objetivo descubrir hasta dónde puede llegar. Busca dar cada año un pequeño paso más, progresar con constancia y exigirse al máximo.

Su trayectoria con la selección ha sido amplia en categorías inferiores, habiendo formado parte de los combinados sub-16, sub-18 y sub-21. Sin embargo, todavía no ha debutado con la selección absoluta. Aun así, por sus condiciones físicas y técnicas, considera que tiene potencial para estar ahí y no pierde la esperanza.

Mario cree que el waterpolo merece un mayor reconocimiento mediático y social. Aunque cada vez es más visible gracias a los éxitos recientes, todavía queda camino por recorrer.

A quienes están empezando en este deporte les aconseja paciencia, mucho esfuerzo y, sobre todo, constancia: “Tarde o temprano, los resultados llegan”, asegura. Para él, el waterpolo no solo ha sido una pasión, sino una escuela de vida: le ha enseñado valores, disciplina y, por encima de todo, a superarse cada día.

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Paula Carpintero: “Mi sueño era llegar a la absoluta y ya lo conseguí, ahora mi reto es aprobar la oposición a policía”

Daniella Sarango / 04-04-2025

 
 

Paula Carpintero ha encontrado en el voleibol su gran pasión, un deporte que comenzó casi por casualidad y que la ha llevado a competir al más alto nivel en España. En una entrevista para HA10, la jugadora cuenta cómo fueron sus inicios, su evolución y los retos que ha enfrentado a lo largo de su carrera.

Desde pequeña, siempre fue muy activa y le gustaba el deporte en general, pero su primer contacto con el voleibol surgió cuando una compañera le comentó lo alta que era y la animó a probarlo. A los doce años comenzó a jugar y, aunque al principio solo destacaba por su altura y su capacidad de ataque, con el tiempo fue mejorando en otros aspectos del juego. "Tuve momentos de duda, llegué a pensar en dejarlo, pero mi madre me animó a seguir y gracias a eso continué".

A diferencia de otros deportistas, nunca tuvo un referente al que quisiera parecerse, sino que simplemente le gustaba moverse y practicar deporte. Sus inicios no fueron especialmente difíciles, aunque reconoce que el reconocimiento en el deporte femenino siempre es más complicado que en el masculino. Aun así, se siente afortunada porque nunca encontró trabas en su camino. "Siempre tuve el apoyo de mi familia y amigos, lo que me permitió seguir adelante sin problemas".

Su evolución en el voleibol ha sido constante y marcada por el esfuerzo. Tras destacar en su comunidad, fue convocada para una concentración de alto rendimiento, luego pasó a la selección júnior y más tarde llegó a la selección absoluta. Uno de los momentos más importantes de su carrera fue en 2021, cuando con el equipo Madrid Chamberí ascendieron a Superliga 1 y ganaron la Copa de la Princesa, donde fue elegida MVP. "Fue un momento increíble, nadie esperaba que ganáramos y lo conseguimos, así que es un recuerdo muy especial para mí".

Durante varios años jugó en Madrid Chamberí, un equipo que luchaba cada temporada por mantenerse en la categoría. Finalmente, cuando el equipo descendió, decidió cambiar de club para seguir creciendo como jugadora. La disciplina y el sacrificio han sido clave en su día a día. Su rutina es exigente, con entrenamientos de mañana y tarde, pero además tiene otro gran desafío: está preparando una oposición. "En cuanto vuelvo a casa, estudio. No tengo mucha vida social, pero me gusta mi rutina y tengo claro que es un esfuerzo que vale la pena".

Compaginar el voleibol con los estudios no es fácil, pero sabe que el deporte tiene una duración limitada y que no es suficiente para asegurar un futuro económico. Por eso, decidió estudiar una carrera, hacer un máster y ahora opositar para ser policía. "El mayor reto es la constancia, porque después de entrenar sería más fácil descansar o salir con amigos, pero hay que seguir estudiando y trabajando por el futuro".

Uno de los momentos más emocionantes de su carrera fue cuando recibió la convocatoria para la selección absoluta. "Fue justo después de ascender con Madrid Chamberí. No me lo creía, de repente estaba entrenando y compitiendo con las mejores jugadoras del país. Pensé que era una broma, pero era real".

En cuanto a su equipo actual, Haro Rioja Vóley, destaca la buena dinámica que tienen. "Empezamos la temporada de forma irregular, pero hemos remontado y ahora estamos entre los cuatro primeros. Hay muy buen ambiente, todas compartimos el mismo objetivo". A pesar de ser una jugadora experimentada, no tiene supersticiones ni rituales antes de los partidos. "Lo único que hago siempre es comer pasta antes de jugar, pero nada más".

Sobre la evolución del voleibol en España, señala que ha habido altibajos. "Hace años, la liga española era de las mejores y atraía a jugadoras extranjeras porque había más dinero. Luego hubo un bajón, pero ahora el nivel está mejorando otra vez". Sin embargo, sigue siendo difícil que el voleibol femenino tenga visibilidad en los medios. "Si no es una final de Copa de la Reina, apenas se emite en televisión".

Mirando hacia el futuro, su meta principal es aprobar la oposición. "Si no lo consigo, seguiré estudiando y compaginándolo con el voleibol. Pero en cuanto apruebe, me centraré en mi carrera como policía". Para las jóvenes que sueñan con llegar a jugar profesionalmente, su consejo es claro: "Que lo hagan con entusiasmo, porque, aunque es un camino complicado, es un deporte precioso que te da muchas experiencias y amistades. Si lo intentan con ganas, todo es posible".

Así, Paula Carpintero sigue construyendo su historia, combinando la pasión por el voleibol con el esfuerzo por asegurar su futuro más allá de la pista.

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Natalia Baldizzone, la perseverancia de una campeona mundial

Diego Elorza / 04-04-2025

 
 

Desde sus primeros pasos sobre ruedas hasta coronarse campeona del mundo, Natalia Baldizzone ha demostrado que la constancia y la pasión son claves del éxito. En una entrevista exclusiva con HA10, la deportista malagueña comparte los momentos más determinantes de su trayectoria.

Nacida en Fuengirola en el año 2000, la patinadora artística sobre ruedas comenzó su andadura en el deporte a una edad insólita: con tan solo 15 meses ya deslizaba sus primeros movimientos en la pista. "Conforme pasaban los años, me veía más capaz de ser campeona del mundo, y cuando fui a mi primer Europeo con once años, ya sabía que quería dedicarme a esto", recuerda. En ese torneo, Natalia destacó a pesar de competir en la modalidad de parejas y en una categoría superior a la suya.

El resto es historia. Desde entonces, ha logrado proclamarse campeona de España en veintitrés ocasiones, seis veces campeona de Europa (título que ostenta en la actualidad) y dos veces campeona mundial. No obstante, el camino hacia la élite no ha estado exento de dificultades. Cada temporada trae consigo nuevos retos técnicos y competitivos, pero uno de los momentos más duros de su carrera fue la pandemia. "Fue una etapa complicada, supongo que para todos. Nos confinaron justo la semana en la que íbamos a empezar a competir, con todo lo que ello implicaba. Sin embargo, al año siguiente conseguí ser campeona del mundo", explica con orgullo. Aquel título, el más especial de su trayectoria, le demostró que todo el sacrificio había valido la pena. "Saber que el esfuerzo de tantos años dio sus frutos, que todas las horas de entrenamiento y las lágrimas no fueron en vano... sin duda, fue el mejor momento de mi vida".

En un deporte donde la presión es una constante, la mentalidad juega un papel crucial. Natalia explica cómo ha aprendido a gestionarla y a sobreponerse a ella: "La presión siempre va a estar; depende de ti cómo reacciones. Cuando compites, tienes que abrazarla, no huir de ella", afirma con determinación. Para ello, se entrena cada día como si estuviera en una final, asegurando que su preparación sea lo más realista posible.

El patinaje artístico sobre ruedas ha experimentado una evolución significativa en los últimos años, con cambios en los reglamentos y sistemas de puntuación. Sin embargo, sigue enfrentándose a una falta de visibilidad. "El problema está en la escasa inversión para darle el reconocimiento que merece. Es un deporte muy atractivo, capaz de llenar pabellones como el Palau Sant Jordi, pero al no ser olímpico, no recibe la relevancia que debería tener".

A pesar de su exigente carrera deportiva, Natalia ha sabido compaginarla con su formación académica. Se graduó en Magisterio mientras entrenaba a nivel profesional, un logro que atribuye a una estricta organización y al apoyo de la Universidad de Málaga. "Tuve que renunciar a muchas cosas y organizarme lo mejor posible. Por suerte, la universidad facilita mucho los horarios", comenta. Consciente de su papel como referente del patinaje español, su mensaje para las nuevas generaciones es claro: "Que persigan sus sueños, que trabajen duro por conseguir lo que quieren y, sobre todo, que disfruten del camino. No todo son las medallas; el deporte te da mucho más: experiencias, viajes, amigos, además de valores y enseñanzas para la vida".

Con la nueva temporada en marcha, Natalia ya tiene un objetivo en mente: "Intentar mostrar mi mejor versión en pista, como cada año. Mi gran reto es el Mundial de China en septiembre". Con una mentalidad inquebrantable y la ambición de seguir sumando títulos, Natalia Baldizzone continúa consolidando su legado en el patinaje artístico sobre ruedas.

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Àlex Villarejo, una historia de superación y entrega

Cristina Quintela / 03-04-2025

 
 

Àlex Villarejo ofrece una íntima entrevista para HA10, donde comparte su trayectoria en el mundo del deporte y su experiencia en los Juegos Paralímpicos de 2024.

Desde muy pequeño, la natación fue su pasión. A los ocho años ya competía a nivel profesional, pero en 2021 su vida dio un giro inesperado cuando le diagnosticaron una discapacidad visual. Ese mismo año, inició su camino en la natación adaptada, enfrentándose a un nuevo desafío con determinación y valentía.

A lo largo de la conversación, Àlex expresa su profundo agradecimiento a sus padres: "Ellos me motivaron a seguir nadando y entrenando". Reconoce que recibir la noticia fue un momento difícil, pero el apoyo de sus compañeros y entrenadores lo impulsó a seguir adelante. "Representan todo lo que quiero ser de mayor", admite con admiración.

Para Villarejo, el éxito en el deporte no solo se mide en resultados, sino en el disfrute del proceso. Recuerda con nostalgia lo nervioso que se sentía antes de competir: "Era un saco de nervios", comenta entre risas. Sin embargo, cada obstáculo lo ha convertido en el atleta que es hoy.

El momento en que se enteró de su clasificación para los Juegos de París sigue grabado en su memoria: "Llegué a la pared, salí del agua y no tenía ni idea, pero mi compañero me dijo: ‘Lo has hecho, has conseguido la mínima’”. La emoción de ese instante aún resuena en sus palabras.

Su experiencia en la capital francesa fue intensa. Confiesa que todo sucedía muy rápido, y que a pesar de estar en un entorno soñado, tenía que recordarse constantemente la magnitud de lo que estaba viviendo. "Era como estar en un sueño", explica. Ver las gradas repletas y compartir ese momento con su familia y compañeros fue una sensación indescriptible. En la villa olímpica, el vínculo con sus compañeros se fortaleció aún más: todos compartían la misma emoción y se apoyaban mutuamente en cada paso.

Àlex tiene la mirada puesta en el futuro. Aunque Los Ángeles 2028 aparece en el horizonte, su próximo gran objetivo es el Mundial de Singapur, donde espera volver a subirse al podio tras haber conquistado el bronce en la edición anterior.

Su historia es un ejemplo de esfuerzo, resiliencia y superación. Cada caída ha sido un impulso para levantarse con más fuerza, y su carrera deportiva no hace más que vislumbrar un futuro brillante. Àlex Villarejo es, sin duda, una de las grandes promesas del deporte paralímpico.

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De un cambio de deporte a una carrera de éxito: la evolución de Álex Pérez Jimeno

Juan Espinosa / 02-04-2025

 
 

Álex Pérez Jimeno, inquieto y deportista por naturaleza, se ha convertido en un referente del rugby profesional en España. Actualmente, juega en el VRAC de Valladolid, equipo con el que ha alcanzado importantes logros. Alegre y bromista en su día a día, pero comprometido y trabajador en el campo, Álex compartió con HA10 los momentos más significativos de su trayectoria deportiva.

Sus inicios en el rugby fueron tardíos, ya que comenzó a practicarlo en la universidad, influenciado por su hermano mayor, quien jugaba en el equipo universitario. Hasta ese momento, el baloncesto había sido su deporte principal. Sin embargo, el rugby terminó conquistándolo. “Me cambié por su exigencia física, por la familia que genera... Me parece algo diferente al resto, y he practicado un montón de deportes”, explicó.

En el verano de 2023, Álex se unió al VRAC de Valladolid, equipo al que define como "el mejor de España". Desde su llegada, se ha consolidado como una pieza clave, contribuyendo a la consecución de varios títulos colectivos. “Es un club lleno de grandes jugadores que me han enseñado mucho. El año pasado ganamos la liga y la Copa Ibérica, y este año vamos a intentar repetirlo”, comentó con ambición.

Entre los momentos más especiales de su carrera, destaca dos en particular. “Uno de ellos fue cuando ascendimos a División de Honor con Pozuelo. En la semifinal, al remontar el partido, se me saltaron las lágrimas de alegría”, recordó emocionado. El otro fue más reciente, pero igual de significativo: “El año pasado, con el VRAC, cuando debuté con los 'Leones' en el REC. Salí en el descanso e hice un buen partido, con mi familia y mis amigos viéndome... Fue un sueño cumplido”, confesó.

El desafío más duro que ha afrontado en el aspecto físico ha sido su preparación para la modalidad "Seven", que exige un rendimiento constante al máximo nivel en un campo de grandes dimensiones con solo siete jugadores por equipo. “Tienes que estar siempre al cien por cien, y cambiar radicalmente mi físico fue muy duro. Pasé de pesar 113 kilos a 100”, reveló.

En el plano mental, Álex intenta desconectar del rugby en su tiempo libre para evitar una sobrecarga psicológica. Además, es un firme defensor del trabajo constante: “Al final, el trabajo está hecho a lo largo del año, y cuando llega un partido importante, lo mejor es estar en las mejores condiciones posibles”, afirmó.

Compaginando su carrera deportiva con su formación, Álex está preparando oposiciones para bombero en la Comunidad de Madrid, demostrando su compromiso tanto dentro como fuera del campo. “Ahora tengo poco tiempo por las oposiciones, pero me gusta mucho ir al gimnasio, más allá de la preparación física”, comentó.

Para cerrar la entrevista, quiso dirigirse a los jóvenes que sueñan con hacer del deporte su profesión: “Mi consejo es que trabajen duro, que se dejen enseñar por los que saben y que entrenen con intensidad. Las cosas no llegan de un día para otro, son años de esfuerzo, y hay que estar dispuesto a sacrificar algunas cosas para conseguir otras. Pero, sobre todo, que disfruten, porque eso es lo más bonito de este camino”, concluyó.

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Ana Peralta: Madurez, sacrificio y resiliencia en el camino a la Selección Española de Rugby

Mathilde Lejeune Garcia / 01-04-2025

 
 

Con solo veintiún años, Ana Peralta ya se encuentra en la élite del rugby europeo, destacando tanto con la Selección Española como con las Cocodrilas de Sevilla en la División de Honor Femenina. En una entrevista exclusiva con HA10, la sevillana comparte su trayectoria, desde sus sueños de infancia hasta su participación en el Campeonato de Europa y en la máxima categoría del rugby español.

Ana descubrió el rugby en su colegio gracias a su profesora de educación física, Mariola Rus, quien la animó a probar este deporte. Comenzó en el club Cocodrilas Rugby jugando en un equipo de rugby tag, una variante sin contacto del rugby. Permaneció allí durante cinco años antes de dar el salto al rugby tradicional, siempre con las Cocodrilas. Inicialmente jugaba como ala-centro, pero con el tiempo encontró su lugar en la tercera línea. “Tenía más afinidad con la tercera línea, y mis características como jugadora encajan mejor en esa posición”, explica.

Tras varios años en las categorías inferiores, ascendió al segundo equipo femenino senior y, posteriormente, al primero. En paralelo, jugó al voleibol durante tres años, de los dieciséis a los diecinueve. “Tuve que elegir entre rugby y voleibol porque coincidían”, recuerda sobre aquel sacrificio. A los dieciocho años, vivió un momento soñado: su primera convocatoria con la Selección Española. “Fue un momento muy feliz, como para cualquier niña que sueña con jugar con la Selección”, afirma. Pero esta etapa también tiene un significado más personal para ella: “Para mí fue muy especial porque mi abuela siempre me apoyaba, creía que llegaría y quería verme jugar con la Selección, pero finalmente no pudo”.

Cuando se le pregunta qué significa el rugby en su vida, no duda en responder: “El rugby es mi lugar seguro. Cuando tengo un mal día, solo quiero ir a entrenar y despejarme. No me imagino mi día a día sin este deporte”. Sin embargo, su pasión también la ha llevado a afrontar momentos complicados.

Dos lesiones marcaron su carrera y transformaron su visión del rugby. A los dieciséis años, una rotura del ligamento cruzado anterior le enseñó que el trabajo no solo se realizaba en el campo, sino también fuera de él: “Aprendí que no solo hay que entrenar con el equipo, sino también trabajar físicamente y priorizar otros aspectos”. Más recientemente, sufrió una fractura de peroné en un punto álgido de su carrera. “Fue muy duro porque significaba, en cierto modo, volver a aprender a andar. Pero creo que hay que escuchar al cuerpo. Las lesiones siempre enseñan algo, te hacen valorar más los minutos de juego y ver las cosas desde otra perspectiva”, reflexiona.

Con un currículo ya destacado, Ana Peralta tiene claros sus próximos objetivos. A nivel internacional, apunta al Campeonato de Europa con la Selección Española: “Quiero dar lo mejor de mí, demostrar lo que buscan los entrenadores y exigirme para mejorar. Hay un gran grupo y muchas ganas de competir”. En su club, valora el crecimiento del equipo pese a los cambios en el staff técnico y la llegada de nuevas jugadoras.

Ana Peralta representa la madurez, el sacrificio y la resiliencia. Fiel a las Cocodrilas, ha recorrido un camino de esfuerzo hasta consolidarse en la élite del rugby femenino español e internacional. Su historia es, sin duda, una inspiración para las nuevas generaciones.

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